El Parlamento Europeo da luz verde a una PAC más ambiciosa, más exigente y más ligada a la lucha climática

La nueva Política Agraria Común ya es una realidad después de obtener la luz verde en el pleno del Parlamento Europeo, que ha aprobado los reglamentos que la componen. Se trata de una reforma que hará una PAC más exigente con los gobiernos y estará más ligada a la lucha contra el cambio climático. Entrará en vigor en 2023 y es "la mayor reforma desde los años 90".

Hay dos cambios fundamentales: los gobiernos nacionales tendrán que presentar un informe anual para que lo apruebe la Comisión Europea, y habrá más peso de los llamados ecoesquemas, que son exigencias para que los agricultores y ganaderos desarrollen prácticas beneficiosas con el medio ambiente, más allá de las exigidas para recibir las ayudas.

Para el eurodiputado del PP, Juan Ignacio Zoido, esta nueva PAC "sigue sin ser la ideal para el PP español, principalmente porque cuenta con muchos menos fondos que la anterior precisamente cuando más lo necesitan agricultores y ganaderos", pero sí reconoce que da al Gobierno nacional "las herramientas necesarias". En esa línea se pronunció también el eurodiputado de Cs Adrián Vázquez, quien considera que "no es perfecta, pero sí muy necesaria".

Tras la fase de trílogo -conversaciones entre Comisión, Consejo y Parlamento- el camino ya está despejado. Del total de 390.000 millones de euros que se incluyen para esta partida, España recibirá algo más de 47.700 millones, siendo por tanto el tercer país más beneficiado, solo por detrás de Alemania y Francia. Se canalizará en la recepción de 5.000 millones de euros anuales en pagos directos y está previsto que se beneficien en torno a 700.000 ganaderos y agricultores españoles.

Además, la nueva PAC incluye por primera vez planes que buscan impulsar el papel de las mujeres en el sector, algo que celebró la eurodiputada del PSOE, Clara Aguilera. "Cuando hablamos de PAC nadie piensa directamente en las mujeres, que desempeñan un papel crucial que a menudo queda no se reconoce. Las mujeres son las columna vertebral del ámbito rural", añadió en este sentido la eurodiputada alemana Christine Schneider, durante el debate en el pleno de Estrasburgo.

Otra novedad de la nueva Política Agraria Común es que incluirá un fondo permanente para ayudar en caso de problemas de suministro o de fenómenos meteorológicos importantes que pongan en peligro la producción. Asimismo, la idea es que se reduzca también la burocracia y los planteamientos sean "más verdes", con la lucha climática en el centro y con mayor "contenido social" en forma de ayudas a los trabajadores.

La nueva normativa "pretende alinear la Política Agrícola Común con los compromisos medioambientales y climáticos de la Unión Europea. Un sistema más justo, especialmente para las pequeñas y medianas explotaciones y los jóvenes agricultores, así como la flexibilidad en el uso de las ayudas de la UE y una mayor transparencia son otros objetivos de la reforma", concluyen desde la Eurocámara.