Vuelve la Navidad y con ella, las tradicionales e ineludibles compras navideñas. Pese a que los últimos datos sobre la evolución de la COVID-19 mantienen la incertidumbre en todo el mundo, las previsiones apuntan a que sí habrá un impacto positivo a nivel económico esta temporada.
La pertenencia al mercado único de la Unión Europea (UE) ofrece a los consumidores el acceso a una cada vez mayor oferta, flexibilidad, calidad y mejor relación calidad-precio en nuestras compras. Sin embargo, estas indiscutibles ventajas pueden plantear también ciertos problemas si, además, lo unimos a épocas de gran consumo como la navideña y al auge de las compras online. La UE, consciente de esta realidad, vela por el respeto de los derechos de todos los europeos si surge cualquier problema durante sus compras. La Nueva Agenda del Consumidor salvaguarda estos derechos y, al mismo tiempo, empodera a los consumidores.
Cómo están protegidos nuestros derechos como consumidores
Como ciudadanos de la UE, cuando pagamos por un producto o servicio online o en una tienda física, ya sea en nuestro país o en cualquier otro lugar de la UE, tenemos derechos que hemos de conocer.
1. Se han fijado normas para los derechos de los pasajeros en todos los modos de transporte que incluyen la información, la asistencia y la indemnización en caso de cancelación o retrasos importantes.
2. En compras online, los consumidores tienen catorce días para reconsiderar su compra y anularla. Siempre será posible devolver cualquier producto en un plazo de dos semanas y recuperar el dinero correspondiente.
3. Se han suprimido las tarifas de itinerancia. Los europeos que viajen dentro de la UE pagarán tarifas nacionales por llamadas, mensajes SMS y datos itinerantes.
4. Si un producto comprado en la UE no corresponde con la descripción o no funciona correctamente, el consumidor tiene derecho al menos a una reparación o sustitución gratuita.
5. Derecho a información publicitaria veraz sobre la naturaleza y el coste de los productos y servicios.
Pese a ello, no estamos exentos de que pueda surgir algún problema en nuestras compras. En estos casos, la UE pone a disposición mecanismos para la resolución de litigios entre consumidores y comerciantes. Por ejemplo, si has podido convertirte en víctima de algún tipo de fraude o estafa. Por su parte, la Red de Centros Europeos de los Consumidores ofrece ayuda y asesoramiento gratuito en compras transfronterizas.
No solo estamos protegidos a través de estos instrumentos. Recordemos que también existen estrictas normas de seguridad en juguetes, aparatos eléctricos, cosméticos y productos farmacéuticos que garantizan la retirada de productos inseguros del mercado europeo. Aún así, a través del sistema de alerta rápida de la UE para productos peligrosos no alimenticios es posible notificar cualquier situación para que pueda ser resuelta.
Otras iniciativas de la UE para preservar nuestros derechos fundamentales
La UE no es únicamente un mercado común de bienes y servicios. A través de los Tratados de la UE y de la Carta de los Derechos Fundamentales, nuestros derechos como ciudadanos europeos se reconocen y protegen. Aún así, corregir las desigualdades que puedan existir se ha convertido en los últimos años en una prioridad en la agenda europea. La Estrategia para la Igualdad de Género, el Plan de Acción Antirracismo o la Estrategia para la Igualdad de las Personas LGBTIQ así lo demuestran.
Nuestro papel protagonista: ¿Qué podemos hacer nosotros?
La Conferencia sobre el Futuro de Europa (CoFE) es una oportunidad única para que los ciudadanos puedan debatir sobre los retos y prioridades en materia de libertad, derechos y valores europeos, entre otras muchas cuestiones. Se trata, en esencia, de un foro abierto a la participación ciudadana donde reflexionar sobre el rumbo que queremos que tome la UE.
Existen diferentes formas de participación para que cada persona pueda involucrarse de la manera que prefiera. La primera es a través de la plataforma digital multilingüe, donde es posible debatir sobre temas ya existentes (cambio climático y medioambiente; salud; una economía más fuerte, justicia social y empleo; la UE en el mundo, valores y derechos, Estado de Derecho y seguridad; transformación digital; democracia europea; migración; y educación, cultura, juventud y deporte), participando de las ideas que otros ciudadanos europeos ya han compartido o lanzando nuevas propuestas.
También es posible asistiendo a eventos u organizándolos. Estos pueden ser tanto online como de carácter presencial, facilitando el acceso a cualquier interesado. Mediante la propia web es posible conocer de manera sencilla aquellos que van a acontecer cerca de tu zona y apuntarse.
Paralelamente, todas las ideas que se han ido tratando mediante estas vías se pondrán en común en los paneles de ciudadanos europeos. Compuestos por 200 ciudadanos europeos elegidos de forma aleatoria en los 27 Estados miembro, a fin de reflejar la diversidad de la UE, son el “traductor” de todas las propuestas y debates que se han iniciado.
Estos representantes presentarán el resultado de sus conclusiones en el Pleno de la Conferencia, compuesto por 108 representantes del Parlamento europeo, 54 del Consejo y tres de la Comisión Europea, así como 108 venidos de los parlamentos nacionales, entre otros.
El resultado final se presentará en un informe a la presidencia conjunta y las tres instituciones deberán decidir cómo dar seguimiento a las propuestas. El objetivo es que, en la primavera de 2022, la Conferencia haya alcanzado conclusiones decisivas y aporte orientaciones claras sobre el futuro de Europa.
Propuestas que está escuchando la Unión Europea
Cerca de 1.000 ideas sobre valores y Estado de Derecho se están debatiendo y escuchando en la plataforma digital multilingüe de la Conferencia sobre el Futuro de Europa y hay previstos alrededor de 400 eventos por toda Europa.
Ejemplo de ello es esta propuesta para proteger más al consumidor: “Necesidad de poner en marcha campañas populares de formación de los consumidores. Las relaciones contractuales entre consumidores y empresarios revisten hoy en día, en muchos aspectos, bastante complejidad que no llega a ser comprendida por muchos ciudadanos consumidores [···]. De nada sirve la normativa si los consumidores no son conscientes de ella”.
¿Incluir más información en las etiquetas de los productos que consumimos en favor de la transparencia? ¿Igualar los permisos de maternidad y paternidad entre todos los Estados miembro?
El debate ha empezado y todos formamos parte. Ahora es el momento, y la oportunidad, de transmitir a la UE lo que nos preocupa como ciudadanos y trasladar nuestras propuestas para que la Europa del futuro sea la que queremos que sea.
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