Cuando Mediaset confirmó la participación de Cristina Porta en la primera edición de Secret Story, programa en el que este jueves se juega su expulsión, era prácticamente una desconocida entre el público de los realities. Asimismo, su presencia se ha hecho muy notable en Telecinco, especialmente por el fuerte vínculo que ha establecido con Luca Onestini, su compañero en el concurso.
La joven acumula una experimentada, aunque discreta, trayectoria televisiva, pues ha ejercido como periodista en distintos medios de comunicación. De hecho, en sus inicios pasó por las redacciones de programas como Sálvame y Cazamariposas.
Después, en 2015, la comunicadora saltó a Punto Pelota como redactora y reportera para el canal del Real Madrid, y allí permaneció durante tres años hasta que, en 2018, se incorporó en el equipo de Jugones.
En este programa cubrió el Mundial de Rusia y, más tarde, se puso al frente del espacio The Game Show, en Mega, programa que abandonó temporalmente para entrar en Secret Story.
Más allá de su evolución en el plano profesional, que la mantiene en la pequeña pantalla, Porta también presenta una evidente transformación física. Tanto es así que la crónica social habla de sus posibles retoques estéticos.
En este sentido, aunque la periodista no lo ha confirmado, se baraja la posibilidad de que se haya sometido a una operación de nariz para afinar su rostro, así como a un aumento de pecho.
En cuanto al plano sentimental, Cristina mantuvo una relación con Borja Mayoral, exfutbolista del Real Madrid y actual delantero de la Roma.
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