La reforma de La Rambla de Barcelona empezará en 2022 por el tramo Colom-Santa Madrona

La reforma de La Rambla de Barcelona, que ya se había convertido en una eterna promesa, empezará por fin en 2022. Tras años de retraso -casi cinco desde que se aprobó en el pleno en 2016, pero muchos más desde que el Ayuntamiento la puso por primera vez en su agenda-, este martes se ha dado luz verde definitivamente y por unanimidad en una comisión municipal al proyecto ejecutivo para la remodelación. Esta tendrá un presupuesto total de 44,56 millones de euros y se ejecutará por fases, un total de cinco. Se comenzará por la parte de La Rambla más cercana al mar, el tramo Colom-Santa Madrona.

La aprobación del proyecto ejecutivo y la inclusión de una primera partida para reformar La Rambla en el Presupuesto para 2022 ha llegado después de que ERC anunciara que facilitará la aprobación de las cuentas del consistorio en el pleno de diciembre, condición que puso el gobierno municipal para aprobar la reforma.

Con la remodelación, esta emblemática vía barcelonesa tendrá un solo carril de circulación por sentido de 3,5 metros de ancho, en vez de los dos actuales. Eso permitirá que crezcan las aceras laterales, que serán de un mínimo de tres metros de anchura, y que también se amplíe ligeramente la central.

Además, solo podrán circular por La Rambla vehículos de vecinos, de servicios y de distribución de mercancías, bicicletas, autobuses y coches que accedan a los aparcamientos de la calle, como ya sucede actualmente en sentido ascendente.

El pavimento cubrirá toda la vía, con lo que no habrá asfalto, y será de piezas de diferentes formatos de piedra natural, granito y pórfido. En los laterales del paseo central y bajo la sombra de los árboles, habrá bancos y sillas.

Asimismo, están previstos tres grandes "espacios-plaza" con plataforma única en tres de los cruces más singulares: el espacio Moja-Betlem, el Pla de la Boqueria y el Pla del Teatre.

En la parte más cercana al mar de La Rambla, junto al monumento a Colom, se modificará el trazado de la avenida Drassanes para mejorar la conexión con el litoral. También se generará un nuevo espacio urbano formado por un conjunto de árboles con pavimentos verdes y drenantes.

Está previsto, además, reubicar los quioscos de prensa de forma que no queden enfrentados entre ellos ni con otros quioscos. Lo mismo se hará con los de flores, que se situarán entre árboles en La Rambla de les Flors y la de Sant Josep, donde han estado históricamente, y dispondrán de elementos de recogida orgánica. En cuanto a los 11 quioscos de los expajareros, que ahora venden souvenirs, desaparecerán el año que viene, ante el fin de la concesión.

Los criterios de actuación en La Rambla parten del anteproyecto que elaboró km-ZERO, el equipo ganador del concurso de transformación del paseo y también autor del proyecto que ha aprobado este martes el Ayuntamiento.

La teniente de alcaldía de Urbanisme, Janet Sanz, ha celebrado la luz verde a la remodelación una vez han llegado unos informes favorables del Ministerio de Defensa que faltaban para completar la documentación.

Ha destacado que la reforma será "integral" con los objetivos de "mejorar el día a día" de los ciudadanos y la accesibilidad y "recuperar" La Rambla para sus habitantes, después de que haya estado enfocada al turismo en los últimos años.

Asimismo, ha explicado que habrá medidas para "incentivar" la vivienda y evitar "la expulsión" de vecinos. También se impulsarán propuestas para apoyar al comercio local.

Aunque todos los grupos de la oposición han expresado su alegría por el inicio del proyecto, los concejales Jordi Coronas (ERC) y Óscar Ramírez (PP) han pedido a Sanz que no vincule el retraso de la reforma a la aprobación de los presupuestos municipales y han recordado que el inicio de la reurbanización llega con más de 2.000 días de retraso.

El concejal de Junts Jordi Martí también ha criticado la demora en las obras y Celestino Corbacho, de Cs, ha pedido acelerar el proyecto de transformación reduciendo sus fases. Òscar Benítez, de Bcn Canvi, se ha limitado a expresar su voto favorable a la remodelación.

Reactivación del comercio

Con la transformación de La Rambla, el Ayuntamiento espera que mejore la conectividad entre los barrios del Raval y el Gòtic. Además, pretende que se reactive el comercio del centro de Barcelona, algo a lo que también espera que contribuya la reforma de la Via Laietana.