Internacional

Europa afronta un invierno complicado con una ómicron que se convertirá en dominante en un par de meses

Cuando hace aproximadamente dos meses los primeros fríos llegaron a Europa, muchos países del continente contemplaron con frustración cómo los contagios diarios por coronavirus se disparaban a niveles nunca antes vistos desde el inicio de la pandemia. Ahora, a las puertas de la Navidad y sin haber contenido todavía esta última ola, la variante ómicron aparece como una nueva amenaza ante la que la vacunación no basta y que requerirá medidas drásticas para reducir su impacto.

Así lo anunció el Centro Europeo de Prevención y Control de Enfermedades (ECDC, por sus siglas en inglés) este miércoles en su último informe sobre la evolución de la pandemia de COVID-19, en el que confirmaba la transmisión comunitaria de esta nueva variante en el continente. En un momento en que la incidencia es "alta" y la tasa de fallecimientos, aunque "baja, aumenta lentamente", la ómicron gana peso y, previsiblemente, "se convertirá en predominante en los dos primeros meses de 2022".

En este escenario, el ECDC llama a no fiarlo todo a la vacunación, que considera insuficiente para detener el impacto de la ómicron, a tenor de las brechas de población todavía sin la pauta completa. Por eso, pide adoptar "medidas fuertes" para reducir la transmisión del coronavirus, aliviar la presión en los sistemas sanitarios y proteger a los más vulnerables en los próximos meses. Este mensaje llega cuando los países están incrementando las restricciones para frenar el avance del virus, si bien el Gobierno español permanece al margen de esta tendencia y confía en la campaña de inmunización y la cultura del cuidado.

Asimismo, el centro europeo recomienda retomar de manera urgente las medidas no farmacológicas, como el uso de la mascarilla, el teletrabajo, evitar las aglomeraciones en lugares públicos, ventilar adecuadamente y mantener las medidas de higiene, que algunos países habían abandonado. 

"El incremento de la transmisibilidad y el crecimiento exponencial de casos anularán una potencial disminución de la gravedad. Esto redundará en hospitalizaciones y muertes adicionales"

Aunque todavía son muchas las incógnitas sobre la nueva variante y los datos son escasos, el ECDC prevé un empeoramiento en la cifra de ingresos y fallecimientos. "Incluso si la enfermedad causada por ómicron es igual o más leve que la provocada por la delta, el incremento de la transmisibilidad y el crecimiento exponencial de casos compensarán una potencial disminución de la gravedad. Esto redundará en hospitalizaciones y muertes adicionales a las previstas hasta ahora", consideran.

Asimismo, recuerda que algunos ensayos in vitro han demostrado que la inmunidad natural por haber superado la enfermedad y la desarrollada a partir de las vacunas actuales disminuye frente a ómicron, en comparación con lo observado con otras variantes. No obstante, el centro europeo recuerda la importancia de impulsar las campañas de inmunización e inocular las terceras dosis a la población susceptible de recibirlas.

España: vacunación y cultura del cuidado

Con una incidencia acumulada de 442 casos por 100.000 habitantes, España es actualmente uno de los países de Europa menos castigados por esta última ola de COVID, aunque presenta una tendencia claramente al alza desde hace un mes. En este contexto, la ministra de Sanidad, Carolina Darias, descartó este miércoles aplicar nuevas restricciones y adujo, como justificación, la "alta cobertura vacunal" alcanzada en España. Asimismo, insistió en la relevancia de la cultura del cuidado y en la necesidad de respetar las medidas no farmacológicas.

Además, confirmó que la Comisión de Salud Pública abordará este jueves ampliar la administración de la tercera dosis de la vacuna también a la franja de edad de 50 a 59 años y a todas las personas que recibieron AstraZeneca. Una reunión que, previsiblemente, terminará con un dictamen positivo a esta propuesta.

En la misma línea contraria a nuevas restricciones, se pronunció el pasado martes la portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez, que rechazó más medidas restrictivas y afirmó que "la vacunación y la prevención deben seguir siendo la hoja de ruta" en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros.

Medidas en Europa

La situación actual de la pandemia en Europa varía enormemente de un país a otro, con estados que llevan semanas viendo incrementarse el número de casos diarios y solo ahora comienzan a atisbar una leve mejoría. Es el caso de la República Checa, Bélgica y Países Bajos, que hace menos de una semana presentaban una incidencia acumulada a 14 días de 2.261, 2.131 y 1.751 casos por 100.000 habitantes, respectivamente, y en seis días han bajado a 1.901, 1.686 y 1.581.

En otros países, el recrudecimiento de la pandemia se ha producido más tarde y no han alcanzado, de momento, cifras tan elevadas como los anteriores. Así, Francia vive el nivel más elevado de contagios desde que empezó la pandemia, con una media superior a los 50.000 diarios en la última semana y 65.713 comunicados este miércoles, ronda los 1.000 casos de incidencia acumulada y continúa al alza. En una situación similar se halla Reino Unido. Mientras tanto, Portugal e Italia, aunque con una tendencia ascendente, mantienen este indicador más bajo (515 y 382, respectivamente).

Esta evolución de la pandemia, aunque desigual, ha llevado a la mayoría de países a adoptar nuevas restricciones para tratar de impedir la difusión del virus. Así, Reino Unido -que el miércoles notificó el mayor número de contagios diarios desde el inicio de la pandemia (78.610)- aprobó un día antes el uso del pasaporte COVID para acceder a discotecas y eventos multitudinarios, así como la vacunación obligatoria del personal sanitario y la reimposición de las mascarillas en interiores.

Por su parte, Italia optó este miércoles por filtrar las llegadas de viajeros procedentes de países de la Unión Europea y todos deberán presentar una prueba negativa al llegar al país. A su vez, Países Bajos prorrogó hasta el 14 de enero el confinamiento nocturno, por el que toda la actividad no esencial cierra a las 17.00 horas; una medida similar a la adoptada en otras naciones, como Austria o Rumanía.

También Polonia se ha decantado por nuevas restricciones y Hungría ha extendido su estado de alarma hasta mediados de 2022, mientras otros países afrontan esta etapa con dificultades añadidas: el nuevo ministro de Sanidad alemán -donde el Gobierno pretende hacer obligatoria la vacunación- descubrió este martes que no dispone de dosis suficientes para avanzar en la campaña de inmunización. 

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