Barcelona

Salvador Illa, el nuevo líder del PSC reivindica que "Cataluña es un solo pueblo"

El Congreso Extraordinario del PSC ha ratificado como primer secretario a Salvador Illa, que ha diseñado una ejecutiva con 54 personas y cinco viceprimeros secretarios con el objetivo de gobernar la Generalitat.

Illa ha tomado las riendas del partido recogiendo el testigo del ahora ministro de Cultura y Deporte, Miquel Iceta, en un cónclave sin sobresaltos, con un PSC cohesionado en torno a su liderazgo y con el lema 'Governar Catalunya. Som-hi' ('Gobernar Cataluña. Vamos').

Salvador Illa ha cogido las riendas de un PSC unido que aspira a llegar a la Generalitat tras reforzar su poder municipal en 2023, y al que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ve clave para la concordia en España.

"¡Hoy empieza el camino para gobernar Cataluña!", ha proclamado el flamante líder socialista ante la militancia que le ha entronizado este fin de semana en el congreso extraordinario que el PSC ha celebrado en el Centro de Convenciones Internacional de Barcelona (CCIB).

El cónclave socialista ha estado marcado por la placidez y también por las estrictas medidas de seguridad para prevenir los contagios por covid-19, que han coartado las muestras de afecto entre los participantes.

Sin sorpresas, Illa ha sido proclamado este sábado primer secretario del PSC por aclamación, al grito de 'president', y se completó así la transición interna que empezó cuando el actual ministro de Cultura y Deportes, Miquel Iceta, le cedió paso como candidato a la Generalitat.

En su primer discurso como primer secretario ha dedicado casi diez minutos a ensalzar a figuras pasadas y presentes del partido, e incluso se ha emocionado al recordar al alpinista Sergi Mingote, que falleció a principios de este año.

Ya en materia, ha reivindicado el legado y la coherencia del PSC, que, ha resaltado, "no ha fallado nunca" a Cataluña: no lo hizo durante la Transición, ha apuntado, y tampoco en la reciente década del "procés", "nefasta" para los intereses de los catalanes.

También el presidente del Gobierno y líder del PSOE, Pedro Sánchez, ha elogiado la contribución histórica del socialismo catalán a la democracia española y se ha mostrado convencido de que las aportaciones continuarán con el "PSC de Illa".

El presidente español ha confesado que siente "envidia sana" cuando observa a su exministro de Sanidad tendiendo la mano al Govern de la Generalitat que encabeza Pere Aragonès para sacar adelante medidas que beneficien a los ciudadanos.

Esa actitud, ha lamentado, contrasta con los "insultos" que abundan en la oposición española, a la que la reclamado "un mínimo de humanidad y buena educación".

Polémica por el modelo de inmersión lingüística

En los discursos de ambos se ha colado la reciente polémica sobre el uso del catalán en la escuela y el modelo de inmersión lingüística.

Illa ha lanzado una advertencia a todos aquellos que "quieren dividir a Cataluña por la lengua": "No lo vais a conseguir", ha exclamado.

En este sentido, ha reivindicado la Cataluña "de un solo pueblo", un mensaje que ha puesto en pie al auditorio.

Por su parte, Sánchez ha apelado al "sentido común" y, tras subrayar que hay que condenar cualquier "acoso", ha llamado a usar las lenguas como un elemento de "convivencia y entendimiento", y no para confrontar.

Estructura interna del PSC

Antes de la ceremonia de clausura, los delegados del congreso extraordinario han ratificado con un 95,4 % de los votos la propuesta de ejecutiva hecha por Illa, que ha remodelado la estructura de la cúpula del partido y ha diluido las responsabilidades que hasta ahora desempeñaba él en tanto que secretario de organización en dos grandes áreas. 

De los 927 delegados que han participado en el cónclave, 782 han votado y 746 (95,4 %) han apoyado la ejecutiva propuesta por Illa, mientras que 36 (4,6 %) han dejado la papeleta en blanco.

La nueva ejecutiva es paritaria, tiene 54 miembros -tres más que la anterior-, renueva a 14 de sus miembros y presenta una estructura diferente a la que había hasta ahora.

Así, el nuevo PSC cuenta con cinco viceprimeras secretarías que ocuparán Lluïsa Moret (alcaldesa de Sant Boi de Llobregat), Jaume Collboni (líder del PSC de Barcelona y primer teniente de alcalde de Barcelona), Alícia Romero (portavoz parlamentaria del PSC), Meritxell Batet (presidenta del Congreso de los Diputados) y Marta Farrés (alcaldesa de Sabadell). La exsenadora Elia Tortolero, por su parte, será la portavoz del PSC.

Al congreso del PSC han asistido como invitados representantes de los principales partidos catalanes: Alba Vergés, de ERC -de quien Illa ha dicho que los unió "luchar juntos contra la pandemia-, Josep Rius y Joaquim Jubert, de JxCat, Susana Segovia, de En Comú Podem, Héctor Amelló, de Cs, Santi Rodríguez, del PPC, Ramon Espadaler, de Units, y Àngels Chacón, del PDeCAT. 

'Efecto Illa'

El nuevo líder del PSC se presentó a los comicios bajo lo que se bautizó como 'efecto Illa', que consiguió su objetivo y los socialistas se convirtieron en la primera fuerza política en Cataluña 18 años después, aunque empatando a escaños con ERC.

Pese a la victoria en las urnas, la aritmética parlamentaria propició la investidura del republicano Pere Aragonès, con los votos de los diputados independentistas -los de ERC, los de la CUP y los de Junts, con los que gobiernan la Generalitat- e Illa se convirtió en el jefe de la oposición.

La sustitución de Iceta por Illa al frente de la candidatura llegó por sorpresa un mes antes de la campaña cuando Illa lideraba el Ministerio de Sanidad y la gestión de la pandemia de Covid-19, que llegó a España poco después de acceder él al cargo y que le dio visibilidad entre la ciudadanía.

El propio presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que ha arropado al nuevo primer secretario en la clausura del Congreso Extraordinario del PSC este domingo, auspició el 'efecto Illa', y ya defendió en la campaña electoral que Cataluña no necesita a un candidato socialista, sino a un presidente.

'Govern' alternativo

La victoria del PSC de Illa supuso la vuelta de los socialistas a la cabeza de la política catalana, y su candidato se ha convirtido en el jefe de la oposición en el Parlament, cuya actividad ha organizado en torno a un 'Govern alternativo' al de Aragonès.

Ya desde la campaña electoral y también como jefe de la oposición, Illa ha exhibido un perfil dialogante y conciliador, apostando por ofrecer acuerdos y pactos al Govern en ámbitos como la pandemia y la crisis que ha generado.

Durante el presente mandato, el líder socialista ha tendido la mano al presidente de la Generalitat para reconstruir consensos y para superar la crisis provocada por la pandemia, como por ejemplo con su oferta a negociar las cuentas para diseñar unos presupuestos que contaran con un amplio respaldo parlamentario.

Pese a la buena sintonía escenificada en lo personal entre Aragonès e Illa, el presidente de la Generalitat ha rechazado la oferta de los socialistas por entender que sus proyectos están demasiado alejados, aunque sí ha solicitado su apoyo en otros asuntos como la defensa del modelo de inmersión lingüística, con el que Illa ha pedido no hacer partidismo.

Illa, que llegó al Ministerio de Sanidad desde la Secretaría de Organización del PSC, fue alcalde de La Roca del Vallès (Barcelona), y es licenciado en Filosofía por la Universidad de Barcelona (1989) y MBA en el IESE Business School de la Universidad de Navarra (1993).

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