Vacunar, evitar aglomeraciones y limitar comensales: el combate contra la sexta ola se queda en meras recomendaciones

Gente pasea por la calle con mascarillas en Madrid.
Gente pasea por la calle con mascarillas en Madrid.
Jorge París
Gente pasea por la calle con mascarillas en Madrid.
La ministra de Sanidad, Carolina Darias, ha hecho un llamamiento a las comunidad autónomas para acelerar el ritmo de vacunación.
EP

Poner freno a la sexta ola que llegará a Navidad en un nuevo pico de contagios depende de la prudencia de los ciudadanos. A cuatro días de Nochebuena y a dos de que el presidente Pedro Sánchez se reúna con los presidentes autonómicos para tratar de coordinar una respuesta y fijar "nuevas medidas", la ausencia de instrumentos legales hace que todas las que puedan acordarse sean meras recomendaciones, como sucede con los llamamientos a que la población se vacune –sea de primera, segunda o tercera dosis– y con la petición de que las familias limiten el numero de comensales en las cenas navideñas, idea que este lunes respaldó Andalucía y que la semana pasada ya plantearon Navarra, Galicia y Canarias.

"Si hay que comer con dos chaquetas" puestas, pues "se come con dos chaquetas, pero con las ventanas abiertas", dijo este lunes el director del CCAES, Fernando Simón, que argumentó que es mejor acceder a pasar frío mientras se cena para poder mantener los espacios bien ventilados, elemento en el que pone el foco el Gobierno, además de en la vacunación, la mascarilla y la higiene. "La población, que sabe perfectamente qué medidas de protección personal se tienen que aplicar, pues que las aplique de la mejor manera que puedan, para tratar de reducir los riesgos", insistió Simón sobre la responsabilidad que tienen en su mano los ciudadanos ante la Navidad y la sexta ola, a la que ha indicado que le quedan dos o tres semanas de subida de contagios.

De momento, Moncloa guarda con celo qué planteará Sánchez en la Conferencia de Presidentes del miércoles, pero se descarta que vaya a haber un nuevo estado de alarma, el paraguas que en dos ocasiones, hasta mayo de este año, permitió que las autoridades sanitarias limitaran derechos fundamentales. Esa medida sería necesaria para, por ejemplo, obligar a que en Navidad no se reúnan un determinado número de personas o impedir que se esté en la calle a partir de determinada hora de la noche.

Entre las comunidades, Andalucía ya ha reclamado una "ley de pandemias", el instrumento legal que exigen todos los dirigentes del PP desde hace 20 meses, además de otro fondo Covid para 2022. El País Vasco, por su parte, reclamará a Sánchez que proporcione a las comunidades alguna "garantía jurídica" para poder poner en pie medidas contra la Covid que no tumben sus tribunales. Cataluña, finalmente, anunció a última hora de este lunes que solicitará al Tribunal Superior de Justicia de esa comunidad limitar las reuniones a 10 personas y reinstaurar el toque de queda, medidas que a priori requerirían del citado estado de alarma que Moncloa no prevé aprobar en ningún caso.

Mascarilla obligatoria siempre

Por ello, lo cierto es que la única medida legal que podría plantear Sánchez a los presidentes autonómicos a corto plazo sería una nueva modificación para que la mascarilla vuelva a ser obligatoria en todos los contextos, también en espacios abiertos en los que se pueda mantener una distancia de seguridad de 1,5 metros. 

Así se lo han pedido este lunes el lehendakari, Íñigo Urkullu, y el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijoo, y los de Castilla-La Mancha y Comunitat Valenciana, Emiliano García Page y Ximo Puig, así como por parte de Andalucía, su consejero de Sanidad, Jesús Aguirre. para que revoque la decisión que entró en vigor el pasado 26 de junio cuando, ante la mejora de los datos, se permitió ir sin mascarilla en el exterior.

La obligación de usar mascarillas es la única medida por ley que está en pie en estos momentos, junto al pasaporte Covid que se exige en algunas comunidades para permitir el acceso a hospitales, bares, restaurantes o eventos culturales, de manera que solo puedan pasar quienes estén vacunados. Así ha sido en las autonomías donde los jueces lo han avalado.

Por lo demás, la lucha contra la sexta ola de la pandemia recae en estos momentos en la voluntad de los ciudadanos, que decidan ir vacunarse o a ponerse una dosis de recuerdo, que eviten aglomeraciones, que decidan cancelar cenas de empresa o con amigos, o que reduzcan el tamaño de sus reuniones sociales, tanto en casa como en locales públicos.

La población está cansada

Los llamamientos a la "prudencia" que hacen autoridades de todo signo político son consecuencia de no hay leyes para obligar y que, por lo general, los gobiernos -central y autonómicos- no están ahora por la labor de volver a aplicar restricciones frente a una población donde, frente a la segunda Navidad de la Covid, cunde la "fatiga pandémica".

Empezando por la vacunación en la que insiste el Gobierno central y las comunidades sin que casi en ningún momento se haya planteado que sea obligatoria. A principios de años, la Xunta intentó imponer multas a quien no se vacunara, pero el Gobierno ganó el recurso ante el Tribunal Constitucional. Como alternativa, Baleares acaba de obligar al personal sanitario que no esté vacunado a hacerse tres test PCR semanales para acudir a su puesto de trabajo.

Dos días antes de la Conferencia de Presidentes, cada vez más comunidades dejan claro que no se plantean poner nuevas restricciones. "La población está cansada y hastiada de las restricciones",  ha dicho este lunes el presidente de Aragón, Javier Lambán, que no ve "factible" reintroducirlas apenas unos días antes de Navidad y pide "prudencia" a los ciudadanos.

"Vienen semanas de mucho contagio, pero no habrá cierres ni prohibiciones", ha terciado la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, que se ha negado a cambiar su estrategia.

Esto supone un no implícito a la propuesta que los expertos en Salud Pública de las comunidades elevaron al nivel político a principios de diciembre, con recomendaciones para limitar el número de comensales o un test de antígenos previo, pero también con la reducción de horarios, aforos o el cierre de bares en la situación de riesgo algo y muy alto en el que ya se encuentra España. De momento, los directores generales no han abordado el debate de un documento que, de aprobarse, habría dado una respuesta coordinada en todas las comunidades, aunque por medio principalmente de recomendaciones.

La semana pasada, los presidentes de Andalucía y de Extremadura también rechazaron imponer restricciones, pese al aumento disparado de los contagios y sus consecuencias en los hospitales. "No están sobre la mesa", dijo Juanma Moreno. "Ya no tiene sentido", apuntó Guillermo Fernández Vara.

Limitar comensales

En este escenario, las comunidades dejan la pelota en el tejado de los ciudadanos, con recomendaciones muy en línea a las de los expertos de Salud Publica sobre la que de momento no hay un acuerdo coordinado. 

Así, y desde este lunes, los andaluces tienen una recomendación expresa para no juntarse más de 15 personas de dos núcleos familiares y, a sus organizadores, que "no haya" cabalgatas para evitar riesgo de aglomeraciones.

En Galicia y Navarra, la recomendación es limitar las reuniones a 10 personas y las autoridades de Canarias piden a los ciudadanos que no se junten más de seis.

Clara Pinar
Redactora '20minutos'

Actualmente cubro la información relacionada con energía, transición ecológica y transportes. Antes, también en 20 Minutos, me encargué de la cobertura sobre la crisis sanitaria por Covid y, previamente, de la información relacionada con Presidencia del Gobierno. Antes trabajé en la revista Tiempo y, en Bruselas, en las agencias Europa Press y Notimex y fui colaboradora de el periódico Levante-EMV, entre otros medios. Soy licenciada en Ciencias de la Información y postgrado en Información Internacional y Países del Sur por la Universidad Complutense. En 2021 terminé un Máster sobre Museología y Gestión de Museos de la Universidad a Distancia de Madrid (UDIMA).

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