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Un acusado niega que intentara matar a un okupa pero admite que prendió fuego a la manta donde dormía

Imagen de archivo de un agente de la Policía Nacional.
Policía Nacional

Un acusado de intentar matar a un okupa por dejar que su perro entrara en su parcela en Puente de Vallecas ha negado en el juicio que tuviera intención de acabar con su vida, si bien ha reconocido que prendió fuego a la manta en la que dormía al ir "drogado y borracho".

Por estos hechos, el fiscal solicita 17 años de prisión para el encausado, de etnia gitana, por un delito de incendio y otro de asesinato en grado de tentativa. Además, reclama una indemnización de 300.000 euros para la persona que resultó herida por las lesiones y secuelas padecidas.

En su declaración, el acusado ha negado que quisiera matar a su vecino pero ha reconocido que sí prendió fuego a la manta porque iba "borracho y drogado" después de que su perro entrara en su parcela. El hombre ha explicado que sus hijos son alérgicos a los perros, lo que motivó su enfado.

Según el relato de la Fiscalía, durante la madrugada del 28 de julio de 2020 el acusado inició una discusión con A. P. C. a raíz de que éste hubiera dejado entrar a su perro en una parcela que era de su propiedad.

Posteriormente, J. J. J. se dirigió sobre las 02:15 horas al edificio abandonado sito en la Avenida de la Albufera, donde se hallaba durmiendo su vecino junto a una cama situada en la primera planta.

Una vez allí, el acusado cogió un mechero y "prendió fuego a la manta donde se hallaba tumbado y tapado" A. P . C. , lo que motivo que ardieran todas sus pertenencias.

A continuación huyó del lugar mientras el fuego se propagaba "rápidamente" por el edificio. "Tras ello -añade el escrito de acusación-, el procesado regresó a la chabola en la cual residía junto a su familia, la cual se hallaba a escasos metros de la nave abandonada".

A su vez, A. P. C. logró salir de la nave para acudir a una fuente cercana "donde se metió dentro con el fin de paliar sus dolores, siendo atendido inmediatamente por los facultativos que acudieron al lugar".

A consecuencia de estos hechos la persona herida sufrió quemaduras en el 43% de la superficie cutánea, perjuicio estético importante, trastorno de estrés postraumático, y limitación de los últimos grafos de la extensión del codo.

La Fiscalía, además, recuerda que en el momento de su detención el acusado espetó a los funcionarios policiales: "yo a esos okupas los tengo que echar de aquí por las buenas o por las malas".

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