Apenas tres meses llevaba Lydia trabajando en la administración de lotería de Puerta de Toledo, en Madrid capital, cuando este miércoles ha repartido el Gordo, con el número 86148, y un cuarto premio, el 42833, en el sorteo más esperado del año. A las puertas de la Navidad, esta joven ha sembrado de ilusión un barrio que comenzó el año de manera demoledora: con una explosión de gas en un edificio del Arzobispado que dejó cuatro fallecidos y conmocionó a todos los vecinos. 

No lo ha hecho sola. Junto a ella trabaja Carmen, que regentó su propia administración de lotería durante 33 años. En esas más de tres décadas, se lamenta, no consiguió dar ningún premio en la Lotería de Navidad y ha sido al vender su establecimiento y comenzar a trabajar en el de la calle Toledo 143, a mediados de 2020, cuando por fin ha logrado repartir el mayor bote de todos. 

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"Le había dicho a mi compañera que la dejaba sola hoy por la mañana porque en 33 años nunca había dado un premio en estas fechas. Me ha llamado mi jefe para decirme que había caído aquí y me he acercado corriendo", comenta, todavía conmocionada. Más optimista era Lidia, convencida de que el Gordo iba a tocar en su local.

Entre risas y abrazos, las dos empleadas atendían a la prensa y descorchaban sidra, todavía incapaces de creerlo. Habían repartido al menos cuatro millones de euros con el 86148. Los dueños de la administración contaban con 130 billetes de este número, es decir, 1.300 décimos, que se vendieron mayoritariamente en el otro establecimiento que poseen en Atocha. 

"Estamos emocionadísimas. Sentimos una ilusión increíble por haber dado el premio a los clientes y los vecinos del barrio. Es lo mejor que nos puede pasar", decía Carmen. A lo que Lidia añadía antes de llamar a su madre para contárselo todo: "Es el sueño de toda lotera, dar ilusión".

Aunque todavía no ponen cara a los agraciados del Gordo, sí saben que lo repartieron este martes a última hora, entre las seis y media y las siete. "Se vendió todo anoche, a última hora. Se nos terminaron los décimos y nos trajeron más de la otra administración. Los rezagados han sido los afortunados", ha explicado Lidia.

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Numeros premiados

Cambiar la suerte del barrio

Casi un año después de que el estallido de una caldera de gas natural acabara con la vida de cuatro personas a mediados de enero y dejara una decena de heridos, la suerte de este barrio ha cambiado en el momento en el que los niños de San Ildefonso han cantado el cuarto premio. 

En el momento de la celebración, solo una vecina, Patricia, se ha acercado al local para compartir su emoción con las loteras. Agraciada con el cuarto premio, tampoco ella podía dar crédito a este golpe de suerte. "Estoy que no me lo creo. Estaba en la panadería cuando me han dicho que había caído en la calle Toledo, he mirado el número y me había tocado. Lo emplearé en lo que se dice siempre: tapar agujeros", ha apuntado.

Ahora, tanto Lidia como Carmen tienen claro cuál es su siguiente objetivo. Ambas confían en repartir la misma suerte para el sorteo del 6 de enero y corean a una: "A por el Niño".