Hace solo un mes de su existencia. A día de hoy, se ven algunos centros de salud que empiezan a saturarse, colegios que adelantan el cierre navideño, colas de varias horas para hacerse antígenos, cierta alarma social... y, esperando las decisiones que se tomen este miércoles en la reunión entre Gobierno y autonomías para hacer frente a ómicron. A pesar de que esta nueva variante del coronavirus está siendo muy contagiosa en esta sexta ola, en la Comunidad de Madrid el aumento de contagios no es sinónimo de elevarse los ingresos hospitalarios.
Ómicron se convirtió la pasada semana en mayoritaria en la Comunidad de Madrid con el 55,4% de los casos registrados en la semana entre el 13 y el 19 de diciembre, multiplicando por 5,4 los positivos respecto a la semana precedente. En concreto, la nueva variante ha presentado un importante incremento en las dos últimas semanas, representando el 4,1% del total de cribados del 2021, según se señala en el informe semanal de la Consejería de Sanidad publicado este martes.
A pesar de dispararse la incidencia acumulada a 14 días en la Comunidad, que ha superado este jueves los 1.000 casos por cada 100.000 habitantes, con un 90% de prevalencia de la variante ómicron, según ha afirmado el consejero de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero, estos datos no se traducen en un aumento en el ingreso de las hospitalizaciones, camas de Unidades de Cuidados Intensivos y fallecimientos, si se comparan con los de la tercera ola en 2020. En esta, los ingresos en planta llegaron casi a los 3.000, en cambio, en la sexta ola no llegan a 1.000. Los contagios siguen teniendo impacto en la salud de la población, aunque con una relación mucho más leve gracias a la excepcional campaña de vacunación.
En la sexta ola, la severidad (como riesgo de ingreso en cuidados intensivos) es, por el momento, un 24,5% menor que la observada en la segunda y tercera olas (IC95% de 7,1 a 38,6%). Con la vacunación, durante la sexta ola el riesgo de precisar ingreso en un hospital se reduce en un 73,5% y en un 82,1% en cuidados intensivos para los casos vacunados, según datos del Gobierno regional.
Además, se establece que el 28% de los contagios y el 4,5% de los hospitalizados desde que comenzó la sexta ola a mediados de octubre no estaba vacunado contra la Covid-19.
En las últimas semanas, la incidencia acumulada ha sido mayor para los grupos de 15 a 24 años y de 25 a 44 años con 1.022,6 y 1.032,8 casos por 100.000 habitantes, respectivamente, y para los últimos 14 días, siendo de 874,8 y 841,6 casos por 100.000 en la última semana. Estos datos muestran que la sexta ola ha cambiado de dinámica: si bien antes los positivos crecían sobre todo en el tramo etario sin vacunar, de menores de 12 años, y el que corresponde a sus padres, ahora la explosión se vive en los jóvenes de 20 a 29 años.
En la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno, Escudero ha querido lanzar un "mensaje de tranquilidad, responsabilidad y prudencia" ante el incremento de los casos de la Covid-19 en la región.
"Es extremadamente contagiosa -ómicron- pero cursa con clínica leve", ha reiterado el consejero, que ha recalcado que "el crecimiento exponencial" de casos "no tiene reflejo en la misma proporción" a nivel asistencial, donde la situación "está controlada".
Casi un centenar de brotes
Por otro lado, la Comunidad de Madrid identificó un total de 743 casos de coronavirus asociados a 96 brotes en la semana comprendida entre el 13 y el 19 de diciembre. Los brotes más frecuentes han ocurrido en centros educativos, mayoritariamente en Educación Primaria y Educación Infantil. Seguidamente los del ámbito social (13 de ellos en reuniones o celebraciones en establecimientos de restauración) y los de centros sociosanitarios, más de la mitad (8 brotes) en centros de día o residencias de personas mayores
En total, 42 brotes menos que la semana precedente y que han sumado 465 contagiados menos asociados a los mismos, según figura en el informe semanal de la Consejería de Sanidad.
Ómicron ataca rápido pero leve
El crecimiento de ómicron cuadra con la tendencia en el aumento de positivos y el cambio en los tramos etarios que más empeoran, de niños sin vacunar a jóvenes mayoritariamente con la pauta completa.
El aumento de su transmisibilidad con respecto a la variante delta ya se da por hecho en todos los círculos científicos; también el de su mayor poder de escape vacunal, generando más positivos y más cuadros leves. Aún se mantiene un alto grado de incertidumbre sobre si genera una enfermedad más leve.
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