Gema vive en un pueblo de Badajoz, pero parte de su corazón permanece en Madrid, a más de 200 kilómetros de su hogar. Los siete años que vivió en la capital le sirvieron para ganar experiencia, estudios y un buen grupo de amigas; aunque el destino hizo que se mudase primero a Reino Unido y que más tarde volviese a su Extremadura natal, nunca ha estado lejos: la conectividad ha permitido que siga junto a ellas a pesar de todo.
Esta chica recuerda, riendo, cómo ha sido una más en las reuniones del grupo “desde un móvil apoyado en un servilletero” de cualquier bar donde se reuniesen. Esta Navidad no será distinto: organizarán más de un plan, y ella estará presente en todos ellos. “Es tradición pasar un vermú de varias horas en Madrid antes de Nochebuena, así que espero asistir de forma virtual, probablemente tomando uno yo también desde aquí”, bromea.
Aunque las circunstancias actuales no permiten que la extremeña se escape a Madrid estas fiestas, el entorno online es tan importante para el grupo que han adaptado incluso sus amigos invisibles navideños, con detalles en forma de vídeos, postales virtuales y canciones que se mandan mediante servicios de videollamada. “Como todas pertenecemos al mundo audiovisual, hemos usado la tecnología para regalarnos cosas intangibles muy originales: villancicos, montajes y hasta un corto grabado gracias a un croma”, explica.
El testimonio de Gema es un ejemplo real del argumento que muestra la última campaña de Telefónica. Una compañía que trabaja para que la vida esté en continua conexión y hacer un mundo más humano, independientemente de la edad y la distancia.
El inicio de 2022 es, además, especialmente importante para este grupo de amigas. “Tenemos un sistema del uno al diez para puntuar lo importantes que son las noticias que nos damos, y este año recibimos un once”, apunta Gema. Una de sus mejores amigas está embarazada, y desde la distancia ha podido seguir el crecimiento del bebé en directo; la recta final coincide con el comienzo del nuevo año.
“Está en las últimas semanas, y es muy bonito poder vivirlo de cerca gracias a la tecnología, ver cómo crece su barriga”, cuenta. Aunque le gustaría “sentir las pataditas”, agradece a la conectividad el haber podido estar presente en cada uno de los momentos; por ejemplo, el anuncio del sexo del bebé, que presenció gracias a un vídeo mandado por una app de mensajería.
Conectada con los suyos
Este año, Gema ha decidido pasar las fiestas en Castilblanco, en compañía de sus familiares. No siempre ha sido así: durante su temporada en Reino Unido, tuvo que celebrar Año Nuevo mediante videollamada. “Como estaba en otro huso horario, me adapté al de España para poder sentirme junto a ellos”, cuenta.
Este año disfrutará de su hermano, sus sobrinas y sus padres de forma presencial mientras sigue conectada con sus amigas de Madrid. Aunque espera viajar a la capital en enero y poder dar la bienvenida a la nueva integrante del grupo, sabe que pase lo que pase y de una u otra forma, siempre va a estar presente.
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