Este viernes han entrado en vigor las nuevas restricciones en Cataluña para frenar contagios de Covid-19. Entre ellas está el toque de queda, el límite de reuniones de diez personas y aforo del 50% en el interior de restaurantes. El sector de la restauración se está viendo perjudicado con una ola de cancelaciones de reservas, y afronta las nuevas restricciones aprobadas por el Govern de Pere Aragonès con "resignación y preocupación".
"Tenemos miedo del cierre", afirma el propietario del restaurante del barrio de Sants de Barcelona, Alejandro Villa, destacando que los meses navideños son unos de los más importantes del año.
Los diferentes negocios entrevistados por la agencia ACN afirman que ya han sufrido cancelaciones destacadas y se muestran pesimistas ante la llegada de posibles ayudas por parte de la administración que les ayuden a compensar pérdidas. "Creo que no llegará a nada, porque no hay dinero para todos", asegura Xavi, el propietario del restaurante Cabañeros.
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