La inflación sigue sin dar tregua y se dispara al 6,7% en diciembre, un nuevo máximo en casi 30 años

Una vendedora en un puesto de fruta en el Mercado Central de Valencia.
Una vendedora en un puesto de fruta en el Mercado Central de Valencia.
ROBER SOLSONA /EP
Una vendedora en un puesto de fruta en el Mercado Central de Valencia.
El IPC cierra el año disparado por la luz: un 6,7%, su mayor tasa desde 1992.
Europa Press

La escalada en los precios del consumo iniciada en 2021 no da tregua cuando España tiene ya casi un pie en 2022. El Instituto Nacional de Estadística (INE) ha publicado este jueves el avance del Índice de precios del consumo (IPC) correspondiente al mes de diciembre, que recoge un alza en el coste de la vida del 6,7% respecto al año anterior. El dato de inflación de diciembre es el más elevado en casi treinta años y supera en 1,1 puntos porcentuales el 5,5% registrado en noviembre. Para encontrar un repunte de precios similar habría que remontarse a marzo de 1992, cuando el IPC marcó un 6,9%.

Además, la inflación subyacente -que excluye del cálculo los precios de los bienes energéticos y los alimentos no elaborados, que son los componentes más volátiles- se eleva hasta el 2,1%, cuatro décimas más que en noviembre. La inflación subyacente alcanza de esta manera su nivel más elevado desde marzo de 2013.

De confirmarse las cifras que el INE ha publicado este jueves, 2021 cerraría con una inflación promedio de un 3,1%, el nivel más elevado en una década. El año pasado, los precios cayeron de media un 0,3% por los efectos provocados por el shock inicial de la pandemia.

Aunque el INE todavía no publica información detallada sobre cuánto se ha encarecido cada componente de la cesta de consumo en España, sí avanza algunas pinceladas sobre qué productos están tirando hacia arriba del índice general de precios. De nuevo, un viejo conocido este año como es la electricidad aparece como el principal causante del alza de precios. Además, aunque en menor medida, también influye el encarecimiento de los alimentos que experimentaron una bajada notable de precios en 2020.

El repunte de la inflación de diciembre respecto al mes pasado tiene una fuerte correlación con la evolución del precio de la electricidad en el mercado mayorista -donde las comercializadoras acuden a comprar la energía que después suministran a los consumidores-. En diciembre, el precio mayorista de la luz ha marcado de media 242 euros el megavatio hora (€/MWh), un 25% por encima del nivel de noviembre, que cerró con un promedio de 193,43 €/MWh. La luz mayorista -que afecta directamente a lo que pagan en la factura casi 11 millones de consumidores y de forma indirecta al resto- ha sido en diciembre cinco veces más cara que el año pasado, cuando el mercado registró 41,97 €/MWh de media.

En sentido contrario, los precios de los carburantes y lubricantes para vehículos personales -gasolina y diésel principalmente-, una de las partidas que más estaba disparada en noviembre, se han atenuado ligeramente tras las caídas en los precios del petróleo registradas a principios de mes.

¿Qué se puede esperar para 2022?

El consenso entre los principales analistas es que la inflación seguirá siendo elevada durante el año que viene, especialmente en el primer semestre, para luego irse normalizando progresivamente en 2023 y 2024. El Banco de España en sus últimas proyecciones macroeconómicas prevé una inflación promedio del 3,7% para 2022, una cifra notablemente superior a la de otros analistas como la OCDE (3,2%), el panel de Funcas (2,9%) o la Comisión Europea (2,8%). En cualquier caso, y a diferencia de lo que está ocurriendo en Estados Unidos, el discurso predominante en España sigue siendo que este brote inflacionario será transitorio.

Los analistas confían en que los factores que están detrás del alza de precios se vayan mitigando a lo largo de 2022. En España y buena parte de Europa el más destacado son los precios energéticos, especialmente el gas, una fuente de energía clave a la hora de determinar el precio de la electricidad. Las previsiones apuntan a que los precios del gas se irán moderando a partir de la próxima primavera tanto por un aumento de la oferta como por la caída de la demanda tras el invierno.

Otro de los males que afectan al consumo son los cuellos de botella en las cadenas globales de suministros y la escasez de determinadas materias primas surgidas tras el despertar de la demanda que siguió a la caída de las restricciones más duras de la pandemia. Si la situación forzada por el coronavirus mejora a lo largo del año -algo en lo que confían los principales analistas- estos problemas se irán disipando, en parte gracias a un esperado mayor gasto en servicios.

Jorge Millán
Redactor '20minutos'

Redactor de Economía y Datos desde 2021. Graduado en Periodismo y Comunicación Audiovisual. En 20minutos desde 2019. Antes pasé por la sección de Internacional del diario El Mundo. Adicto al Excel y a la web del INE. En lucha constante por acercar el obtuso lenguaje de la economía a la realidad de las personas.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento