El hijo de Kiko Matamoros, Diego Matamoros, ha decidido empezar el 2022 con algunos retoques estéticos. Aunque no ha pasado por quirófano, el influencer sí que ha acudido a una clínica para someterse a tres intervenciones diferentes.
En primer lugar ha decidido volver a inyectarse bótox, algo que ya ha hecho en el pasado, para corregir las pequeñas arrugas de la edad, sobre todo en la zona de la frente. Él se ha declarado en numerosas ocasiones un enamorado de este producto.
Por otro lado, se ha sometido al llamado "efecto contouring", que se trata de hacer micro infiltraciones de ácido hialurónico en los pómulos para elevarlos. De esta forma, y simplemente con anestesia local, se consigue marcar más la mirada y conseguir un rostro más anguloso.
Sin duda este es el efecto que quiere conseguir el hermano de Laura Matamoros que también ha pasado por un "masculinización facial". Con esta intervención se busca remodelar el óvalo facial para remarcar la mandíbula y da una "expresión masculina" al rostro, algo que Diego ha confesado que es "indispensable" para él.
En sus redes sociales se ha mostrado muy contento con sus nuevos retoques y ha compartido el resultado en sus stories. "El resultado es espectacular y, sobre todo, muy natural", ha destacado.
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