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El sector automovilístico cierra otro año negro por los microchips: las ventas siguen un tercio por debajo de 2019

Imagen de archivo de una cadena de montaje del Grupo PSA en Zaragoza.
OPEL / EP

La llegada de 2022 ha puesto fin a un segundo año negro para la industria automovilística nacional en el que el sector ha registrado una facturación un tercio inferior a los niveles previos a la crisis. La escasez de microchips y no las restricciones forzadas por la pandemia es la gran responsable de la caída de las ventas.

Según los datos de matriculaciones de turismos correspondientes al mes de diciembre que han publicado este lunes las patronales Anfac, Faconauto y Ganvam, el sector cerró 2021 con 859.477 ventas, casi 400.000 menos que las notificadas en 2019. La facturación del año pasado es prácticamente calcada a la de 2020, cuando se matricularon 851.210 unidades. 

La industria automovilística es un sector clave para la economía nacional. No en vano, España es el segundo mayor fabricante de automóviles de la Unión Europea -solo por detrás de Alemania- y el octavo del mundo. Además se estima que el sector tiene un peso específico de entre el 2,5 y el 10% del PIB nacional.

Las ventas de turismos destinados al alquiler -un 18% del total- fueron el segmento que mejor se comportó en 2020, con un repunte en la facturación del 59%. Sin embargo, entre empresas y particulares -que suponen el grueso de la facturación- los datos han sido decepcionantes el año pasado. Las compañías apenas adquirieron 7.000 automóviles más que en 2020 y entre los particulares la facturación disminuyó en 54.437 unidades.

En lo que respecta a las ventas de vehículos comerciales, 2021 fue un año incluso peor que el anterior. La caída en la matriculación de furgonetas y pick-ups (-12,6%) pesó más que el incremento en la facturación de furgones y camiones (7,5%), lo que lastró un 4% en su conjunto a este segmento. 

Para encontrar unas cifras de ventas de automóviles similares a las de estos dos últimos años habría que remontarse a 2014, un ejercicio en el que el sector comenzaba a recuperarse de los estragos que causó la gran recesión de 2008. La matriculación de turismos volvió a repuntar entre 2013 hasta 2018 y se redujo ligeramente en 2019, para después desplomarse por efecto de la crisis pandémica. Nunca se llegó a recuperar el nivel de producción anterior a la crisis de 2008.

El gran culpable: la escasez de microchips

Tras el hundimiento de la demanda mundial que trajo el coronavirus en 2020, el progresivo alivio de las restricciones volvió a disparar la demanda a unos niveles que las empresas están encontrando problemas para satisfacer. Pese a que la vida es ahora mucho más normal que tras el primer impacto de la Covid, los consumidores todavía no gastan lo mismo en servicios como cine, hostelería, turismo o conciertos que antes de la pandemia.

El gasto se ha desplazado al consumo de bienes, especialmente tecnológicos, que necesitan microchips en su proceso de producción. Este incremento en la demanda de tecnología, sumado a las interrupciones que el virus todavía genera en las cadenas globales de producción, ha causado que los productores de microchips no den abasto.

En estos tiempos, los microchips son un componente fundamental para fabricar cualquier vehículo y su escasez está provocando que los fabricantes de automóviles no logren atender muchos de los pedidos que reciben. "Es una crisis muy especial porque realmente es un problema básicamente de cadena de suministros. Hay una demanda muy importante, pero los fabricantes no reciben suministros suficientes para satisfacer esa demanda. Eso provoca retrasos de la entrega y una reducción de la entrega a corto plazo", explicaba recientemente a este diario Raymond Torres, director de Coyuntura y Análisis Internacional de Funcas.

Desde el sector dan por perdido también 2022

"La situación coyuntural de los chips irá mejorando a lo largo de 2022, lo que liberará parte de la demanda embalsada que hay ahora y los fondos europeos permitirán avanzar en la recuperación", explica Noemí Navas, de Anfac, la patronal de los fabricantes, en una nota difundida a los medios. "Manejamos dos escenarios: uno optimista en el que se matricularían alrededor de 970.000 unidades y otro pesimista en el que apenas se sobrepasarían las 900.000 unidades", cuenta Raúl Morales, de Faconauto, representante de los concesionarios.

Y es que, además de la crisis de los microchips, el sector deberá hacer frente a la subida en el impuesto de matriculaciones, que desde este año es más gravoso para los vehículos contaminantes. La modificación de este gravamen ha endurecido los umbrales de emisiones a partir de los cuales se tributa en cada tramo del impuesto, lo que previsiblemente elevará los precios de venta. Desde Faconauto estiman que el nuevo impuesto de matriculaciones supondrá un encarecimiento promedio de entre 800 y 1.000 euros por vehículo y que se perderán entre 70.000 y 100.000 matriculaciones. Todo ello hace que las patronales fíen la recuperación completa del sector a 2023.

Redactor '20minutos'

Redactor de Economía y Datos desde 2021. Graduado en Periodismo y Comunicación Audiovisual. En 20minutos desde 2019. Antes pasé por la sección de Internacional del diario El Mundo. Adicto al Excel y a la web del INE. En lucha constante por acercar el obtuso lenguaje de la economía a la realidad de las personas.

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