El príncipe Harry y Meghan Markle quieren vender su mansión de California valorada en 13 millones de euros

La reina Isabel II no verá la entrevista de los duques de Sussex, Harry y Meghan, este domingo en la televisión estadounidense con Oprah Winfrey, aunque la Casa Real británica se prepara para las potenciales consecuencias de las declaraciones de la pareja. Según el Sunday Times, generalmente bien informado sobre cuestiones monárquicas, la reina no seguirá el programa que este domingo se difundirá en EE UU y el lunes en el Reino Unido, pero su entorno —que tilda de "circo" la conversación— se muestra listo para adoptar represalias si se vierten ataques personales. El momento de la entrevista se considera particularmente inoportuno por el Palacio de Buckingham, pues el marido de Isabel II, el príncipe Felipe, se halla hospitalizado por una infección desde el 17 de febrero y acaba de ser sometido a una intervención cardíaca. La intención de la reina, según los medios británicos más cercanos a palacio, es tratar de ignorar la batalla dialéctica en la que se hallan los duques de Sussex y multiplicar sus actividades públicas en las próximas semanas para destacar su papel de servicio a la sociedad.
Los duques de Sussex en su entrevista con Oprah.
CBS
La reina Isabel II no verá la entrevista de los duques de Sussex, Harry y Meghan, este domingo en la televisión estadounidense con Oprah Winfrey, aunque la Casa Real británica se prepara para las potenciales consecuencias de las declaraciones de la pareja. Según el Sunday Times, generalmente bien informado sobre cuestiones monárquicas, la reina no seguirá el programa que este domingo se difundirá en EE UU y el lunes en el Reino Unido, pero su entorno —que tilda de "circo" la conversación— se muestra listo para adoptar represalias si se vierten ataques personales. El momento de la entrevista se considera particularmente inoportuno por el Palacio de Buckingham, pues el marido de Isabel II, el príncipe Felipe, se halla hospitalizado por una infección desde el 17 de febrero y acaba de ser sometido a una intervención cardíaca. La intención de la reina, según los medios británicos más cercanos a palacio, es tratar de ignorar la batalla dialéctica en la que se hallan los duques de Sussex y multiplicar sus actividades públicas en las próximas semanas para destacar su papel de servicio a la sociedad.

Hace 18 meses que el príncipe Harry y Meghan Markle llegaron a California tras decidir retirarse de su rol en la Familia Real Británica. Desde entonces han vivido en una enorme mansión en la lujosa zona de California llamada el Montecito de Santa Bárbara. Ahora, los duques de Sussex estarían buscando un nuevo hogar.

La propiedad, de 1.734 metros cuadrados edificados, con piscina, spa, vistas a la playa, nueve habitaciones y 16 baños, tiene de vecinos a Ellen DeGeneres, Oprah Winfrey o Ariana Grande y está valorada en 11 millones de dólares (13 millones de euros).

La pareja, según informa el Daily Mirror, no está contenta con la gran vivienda y quiere venderla para poder encontrar otro sitio donde criar a Archie y Lilibet. "Están pensando en vender su casa allí", ha revelado una fuente cercana. "Sin embargo, no saldrá al mercado habitual por ser ellos", es decir, no publicarán en ningún sitio público las imágenes del interior, ni permitirán cualquier visitante.

"Solo se mostrará a personas confirmadas con fondos y que sean compradores serios", han asegurado. Además, han señalado que la mudanza no sería muy lejos. Sin embargo, "no están encantados con la casa o la localización".

Para los duques, la característica más importante de la casa cuando la compraron fue la seguridad. Al vivir en una de las zonas más lujosas contaban con vigilancia constante. No obstante, no están satisfechos con la facilidad con la que fotógrafos o personas anónimas han llegado al barrio. 

20minutos

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