Cada año recorren un largo y extenuante camino desde Oriente, atravesando medio mundo, para traer a España regalos e ilusión y repartirlos entre los más pequeños. En esta ocasión, los Reyes Magos han tardado dos años, en vez de uno, en recorrer de nuevo las calles del país y volver a avivar los sueños de los niños en una noche mágica, después de que la pandemia de coronavirus obligara a suspender los desfiles en 2021. Ahora, el reencuentro con Sus Majestades ha sido posible, a pesar del tiempo invernal, la lluvia y las restricciones COVID. 

Carrozas sobre pergaminos, un abuelo gigante de luz, planetas flotantes... las sorpresas de la cabalgata de Madrid

Melchor, Gaspar y Baltasar han llegado a España en un momento en el que el coronavirus azota con virulencia el país y ha disparado los contagios y la incidencia acumulado, hasta convertirla en la más alta de Europa. Este aumento de los casos no ha impedido, esta vez, los desfiles en la mayoría de las ciudades, pero sí los ha condicionado. El uso de mascarilla, la reducción de aforo y otras medidas complementarias que varían de un municipio a otro, como la obligación de presentar el pasaporte COVID o la prohibición de tirar caramelos, son algunas de las limitaciones que han acompañado a los Reyes. 

En esta línea se ha celebrado la cabalgata de Madrid, una de las más populares, que ha reducido el aforo a 7.000 personas con asiento reservado y no ha lanzado caramelos a los asistentes. Además, el Ayuntamiento de la capital había pedido a sus vecinos que no acudiesen como espectadores si no disponían de entrada. En el desfile, pasado por agua, no ha faltado una alegoría el reencuentro entre abuelos y nietos tras la pandemia, personificado por dos tiernos seres luminosos.

A Barcelona, los Reyes Magos de Oriente han llegado al Moll de la Fusta a bordo del pailebote Santa Eulàlia, donde los ha recibido la alcaldesa, Ada Colau, antes de la cabalgata -también sin caramelos- y de su recorrido para repartir regalos a los niños de la ciudad condal. En Valencia, por el contrario, las autoridades se decantaron por trasladar las celebraciones a la Plaza de toros, en cumplimiento de las recomendaciones de las autoridades sobre la pandemia.

Sin embargo, no todas las ciudades han podido disfrutar del desfile de Sus Majestades. Bilbao lo ha cancelado a causa de la situación sanitaria, y otros municipios han optado por alternativas como recepciones de los Reyes en grandes espacios públicos o cabalgatas estáticas para reducir las aglomeraciones y los riesgos asociados a la pandemia.

También el mal tiempo ha condicionado la vuelta de los tres Magos a España. Con mínimas bajo cero en muchas capitales de provincia, máximas de hasta 10 grados menos que la jornada anterior y lluvias, algunas localidades se han visto obligadas a suspender la cabalgata o adelantar la hora. Ahora bien, ni el frío ni las precipitaciones ni la COVID podrán menguar la ilusión con la que los más jóvenes aguardan el momento de acostarse para encontrar a la mañana siguiente los regalos de Melchor, Gaspar y Baltasar.