La sexta ola de Covid-19 ha superado por primera vez la barrera de los dos millones de contagios a nivel mundial en las última 24 horas, según datos provisionales recogidos por la propia Organización Mundial de la Salud (OMS). La variante ómicron está dejando su sello de alta transmisión, aunque, por el momento, sigue mostrándose menos virulenta. En lo que respecta a los fallecimientos, con 8.168 en el último día, se está lejos de los grandes picos de la pandemia – a finales de enero (más de 18.000) y abril de 2021 (más de 15.000)-.

En el último día se han registrado más de dos millones de contagios en todo el mundo por primera vez en lo que va de pandemia (2.618.130). La variante ómicron se encuentra detrás de este aumento progresivo de la transmisión en las últimas semanas: el pasado 29 de diciembre se superaba por primera vez el millón de casos diarios y, poco más de una semana después, se ha superado el límite de los dos millones. La situación, en cuanto a la transmisión, estaba más controlada hace un año: se reportaron menos de la mitad de casos en el último día, 745.221. Tras esta tendencia al alza de los contagios en este principio de año, el número total de contagiados en toda la pandemia a nivel global es 296.496.809.

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En España, este miércoles se registraron 137.180 contagios y se volvía a batir récord en la incidencia con 2.574 casos diagnosticados en los últimos 14 días por cada 100.000 habitantes. Según datos de la OMS, España ha sido el quinto país que más casos de contagios ha registrado en todo el mundo el último día. Por encima se encuentran: Estados Unidos (871.213), Francia (329.558), Reino Unido (194.747) e Italia (189.088). Por su parte, desde el inicio de la pandemia los países con más casos son: Estados Unidos (56.843.327), India (35.109.286), Brasil (22.323.837), Reino Unido (13.835.338), Rusia (10.601.300), Francia (10.645.841), Turquía (9.717.970), Alemania (7.361.660), España (6.922.466) e Italia (6.756.035).

Por continentes, en la última semana, América experimentó el mayor aumento de casos (100%), aunque también el mayor descenso de fallecimientos (16%). En Europa han subido los casos un 65% y han bajado los fallecimientos un 6%. También ha sido este continente el que ha registrado más contagios (5,3 millones) y más fallecimientos (22.000). En África, los casos han aumentado un 7%, pero los fallecimientos subieron un 22%. En el sur de Asia las muertes han bajado un 7%, pero los contagios han crecido un 78%. 

Pese a este aumento de los contagios, la letalidad del SARS CoV-2 es notablemente menor. Mientras hace un año se reportaban 15.094 fallecimientos en el último día -con menos de la mitad de contagios diarios que actualmente-, en las últimas 24 horas se han registrado 8.168 muertes en todo el mundo. A lo largo de la pandemia, se han producido 5.462.631 fallecimientos.

Gracias a que se registran menos fallecimientos -y, en el caso de España, se tienen datos de también menos hospitalizaciones- se considera que ómicron es menos virulento que otras versiones del virus. Esta situación ha abierto la puerta al optimismo. Aunque no será posible la erradicación del coronavirus, se configura un panorama en el que la covid se puede convertir en una enfermedad con la que poder convivir. 

Según explicaba en una conversación reciente con 20minutos Salvador Peiró, médico especialista en Medicina Preventiva y Salud Pública y jefe de Investigación de Fisabio (Fundación para el Fomento de la Investigación Sanitaria y Biomédica de la Generalitat Valenciana), "hasta donde vamos viendo, las vacunas funcionan muy bien, y el haber pasado la enfermedad también, respecto al riesgo de pasar covid grave".

Al no contar con vacunas estirilizantes, el virus seguirá transmitiéndose y mutando, dando lugar a nuevas variantes y nuevas olas. Sin embargo,  aunque no se pueda evitar la transmisión del coronavirus, si se mantiene la situación expuesta por Peiró, se puede dar una situación similar a la del virus de la gripe, para el cual se tienen que actualizar vacunas cada año para poder hacerle frente en condiciones.

Aunque lo cierto es que no se puede fiar todo a la levedad de ómicron. "En los lugares con muy baja vacunación, hay que aumentarla, porque si llega ómicron es posible que no sea tan leve como en los lugares en los que sí hay tasas de vacunación altas", explica. Peiró señala que, según datos publicados en la última semana en Reino Unido, la levedad de ómicron se debería a que "está actuando sobre un montón de personas vacunadas. Se contagian y la mayoría no son graves".

En ese sentido, en estos momentos se han administrado más de nueve mil millones de vacunas en el mundo, y más de 3.800 millones de personas han recibido la pauta completa de vacunación, lo que representa el 49,58% de la población mundial. Aunque en apenas un año se ha llegado a casi la mitad de la población, la vacunación es muy desigual: hay lugares con cerca del 90% de su población vacunada, como Dinamarca, Chile o Cuba; y otros, como Haití, Chad o República del Congo, que apenas alcanzan el 1% -según datos de la OMS-.

También existen otras razones desde el punto de vista epidemiológico para ser cautos ante ómicron. Solo se lleva un mes monitorizando esta variante y hasta dentro de unas semanas no se tendrá una idea precisa de su efecto en las etapas más tardías de la enfermedad. Según indica Peiró, aún "no ha habido tanto tiempo como para ver completamente su efecto de entradas en UCI o fallecimientos".

Esta misma semana, el doctor Abdi Mahamud, epidemiólogo de la OMS, alertaba de que los países no podrán "acelerar" en su vía de escape de la pandemia mientras la variante ómicron siga propagándose con la misma "intensidad" que la variante delta. También apuntaba, en la misma dirección que Peiró, a no confiar exclusivamente en la posible levedad de ómicron: "si te vacunas, estás protegido; pero si eres una persona en situación de vulnerabilidad o no te has vacunado, ómicron, por muy leve que sea para los demás, podría afectarte gravemente". Por todo ello, remarcó la necesidad de vacunar a las poblaciones más vulnerables -con una cobertura de al menos el 70%- con prioridad sobre la vacunación de refuerzo.