Del paseo en carroza al famoso "dientes, dientes": lo más destacado de la relación de Julián Muñoz e Isabel Pantoja

Telecinco emitió el pasado viernes, 14 de enero, la docuserie No es la hora de la venganza, es la hora de la verdad, en la que el expolítico Julián Muñoz habló, entre otros temas, sobre su pasada y turbulenta relación con la cantante Isabel Pantoja, la cual dejó momentos memorables para la historia de la crónica social.

El grito mudo de Isabel Pantoja

Cuatro años duró su romance, que comenzó en 2003, cuando el abulense, de 74 años, todavía estaba casado con Maite Zaldívar. Por aquel entonces era el alcalde de Marbella, y se distanció de su mujer y de sus hijas para iniciar su historia de amor con la tonadillera. Pero, lejos de acabar bien, su noviazgo se rompió con la entrada a prisión del expolítico, condenado por saquear las arcas municipales de la ciudad costasoleña. 

Más tarde, en 2014, la cantante tuvo que cumplir una condena de 24 meses de prisión por su implicación en el Caso Malaya, teniendo que pagar, además, una multa de 1,4 millones de euros por blanqueo de capitales. En ese momento la relación -la cual Muñoz había definido como una "adicción" en los diarios que escribió en la cárcel, que contaban con una especie de cartas en las que declaraba su amor a la artista- estaba más que rota. 

Momentos para el recuerdo

Menos de un lustro fue suficiente para que Julián Muñoz e Isabel Pantoja brindaran material único, épico, en la historia de la televisión. Especialmente, en el plano del corazón: desde paseos por las calles de Fuengirola e imágenes en Cantora hasta frases célebres que marcaron una época.

Una muestra de ello fue cuando los fotógrafos y sus lentes comenzaron a seguir a la pareja, que caminaba cogida de la mano en Marbella. No mediaron palabra con la prensa, sino que más bien sonrieron. Así se lo aconsejó la ex de Paquirri a su compañero, que le hizo caso: "Dientes, dientes, que eso es lo que les jode". 

Por aquella época la artista también vivió un tenso encontronazo con los medios a las puertas de Cantora. La prensa insistió en obtener declaraciones de la cantante y esta golpeó uno de los aparatos, lo tiró y se lo arrebató a un reportero. "¡No me vas a grabar más, esta es mi casa!", exclamó. En ese momento vivía su mejor época junto al exalcalde, quien también protagonizó alguna que otra bronca con los periodistas.

Otra imagen que se recuerda de la relación se remonta a la romería de la Virgen de El Rocío, en el año 2003, cuando la pareja se dejó ver paseando, abrazada y con unas sonrisas de oreja a oreja. El expolítico confirmaba, así, que apostaba firmemente por su romance con la tonadillera pese a su matrimonio.

Durante su noviazgo también se apreció cómo Isabel Pantoja entraba en las más exclusivas boutiques a puerta cerrada, solo para ella y con escoltas en la calle vigilando que no fuera molestada. 

Estas escenas seguían la estela de todos los momentos en los que fue fotografiada en lujosos restaurantes, o tomándose unas copas con los palmeros, de la mano del excalcalde de la localidad marbellí.

CANAL SUR