España asumirá, en poco más de un año y medio, la presidencia de la Unión Europea. Lo hará por quinta vez y a las puertas de la celebración, salvo sorpresa, de las próximas elecciones generales, que presuntamente se celebrarán a finales de 2023. La Moncloa ha puesto ya a funcionar la maquinaria y ha empezado a preparar ese mandato, que será transitorio y durará seis meses, en los que el Ejecutivo prevé reforzar las relaciones entre Europa y América Latina. En paralelo, el presidente Pedro Sánchez ha reforzado su agenda internacional: el jueves mantuvo una conversación con su homólogo francés, Emmanuel Macron, y este lunes recibe en el palacio presidencial a Olaf Scholz, sucesor de Angela Merkel al frente de Alemania.

Según publicó el Boletín Oficial del Estado (BOE) el pasado jueves, el Gobierno ha creado ya el llamado Comité Organizador de la Presidencia Española de la Unión Europea, que tendrá vida propia hasta julio de 2024, una vez que España entregue la memoria de su mandato. Entre los objetivos de este ente estará la programación, planificación, coordinación y ejecución de la acción española durante la presidencia. Al frente estará el ministro de Exteriores, José Manuel Albares, que sucedió a Arancha González Laya al frente del Ministerio en la remodelación que acometió Sánchez el pasado verano. Albares, diplomático veterano, ha sido desde que el presidente ocupa La Moncloa su principal asesor y guía en materia de política exterior.

Sánchez y Johnson hablan sobre la cumbre de la OTAN, Rusia, el Sahel y el acuerdo sobre Gibraltar

Durante los seis meses que durará el mandato de Sánchez al frente de la UE, el Gobierno tratará de reforzar la "agenda iberoamericana" para profundizar en la relación estratégica entre la Unión Europea (UE) y América Latina y el Caribe. Esto, según destacan desde Exteriores, ya se ha venido haciendo hasta ahora en España, que presta una "atención especial" a la "relación birregional estratégica" entre ambos actores políticos. Sin ir más lejos, en 2021 el Gobierno de Sánchez ya incorporó "a la agenda de los consejos de Asuntos Exteriores cuestiones iberoamericanas", como la situación en Nicaragua o Venezuela.

Según destaca el Ejecutivo, España asumirá la presidencia de la UE en un "momento decisivo" porque estará cerca "el final de la legislatura europea", por lo que la Unión deberá "forjar acuerdos en expedientes que todavía siguen en negociación". Además, la legislatura europea no será la única que estará cerca de llegar a su fin. También le tocará a la española. En principio, los mandatos duran cuatro años, por lo que las generales podrían ser a finales del 2023 si el Gobierno aguanta hasta el final del ciclo electoral que comenzará el mes que viene en Castilla y León, continuará con Andalucía y mandará a las urnas al resto de autonomías sin calendario electoral propio y municipios a las urnas en mayo del próximo año.

Sánchez marca perfil internacional

En paralelo, Sánchez refuerza su perfil internacional. Especialmente en estos días, pues en un paréntesis de una semana habrá tenido una conversación telefónica con Emmanuel Macron y recibido una visita de Olaf Scholz. El presidente español y el francés mantuvieron una videollamada el pasado jueves en la que trataron la necesidad de que la Unión avance en las negociaciones para lograr un pacto sobre migración y asilo. También avanzaron en los preparativos de la cumbre de la OTAN que se celebrará en Madrid los días 29 y 30 de junio y que reunirá a una treintena de líderes. Entre ellos, el de Estados Unidos, el demócrata Joe Biden. El contacto, que se alargó durante 45 minutos, fue el primero que Macron mantiene con un jefe de Gobierno desde que el país galo asumiese la presidencia de la UE el pasado 1 de enero. Sánchez también ha hablado en estos días con Boris Johnson, primer ministro británico.

Además, este mismo lunes el presidente recibirá la visita del sucesor de Merkel en La Moncloa, donde ofrecerán una rueda de prensa conjunta. Esta será la primera vez que se encuentren tras el ascenso del socialdemócrata alemán a la presidencia germana, tras suceder en diciembre a Angela Merkel después de 16 años de dominio de los conservadores. En este punto, desde Moncloa señalan que hay "afinidad personal" que reforzará las relaciones entre ambos países, pese a que Sánchez también mantenía buena relación con Merkel.