Desgaste, desenamoramiento e infidelidades, las tres primeras causas de separación en España

<p>Imagen de archivo de una madre paseando con sus hijos por la calle.</p>
Imagen de archivo de una madre paseando con sus hijos por la calle.
EUROPA PRESS
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Imagen de archivo de una madre paseando con sus hijos por la calle.
EP

Casi 3.000 abogados especializados en Derecho de Familia de la AEAFA han consensuado que “el desgaste, el alejamiento y la falta de comunicación al que lleva el estrés provocado por la crianza de los hijos y el trabajo” es el primer motivo de separación de las parejas en España.

En opinión del vocal de la AEAFA, Álvaro Iraizoz, “este estrés puede provocar múltiples discusiones, algunas por motivos intrascendentes, desembocando en el peor de los casos en el abandono, el desprecio o la indiferencia absoluta hacia el otro miembro de la pareja. La excesiva dedicación al trabajo, la complicada conciliación laboral y familiar o la frecuente sobrecarga de uno de los miembros de la pareja en las labores de la crianza y las propias del mantenimiento del hogar, entre otros aspectos, propician la ruptura”, manifiesta.

Según las estadísticas de la asociación de abogados de familia, el grupo de edad que concentra más divorcios comprende edades entre los 40 y 50 años. "Es decir, aquellos que a menudo se encuentran inmersos en plena crianza. Se trata de una etapa crítica”, abunda Iraizoz.

Los abogados que cada día afrontan crisis familiares atribuyen el segundo motivo de separación al “desenamoramiento”, que en ocasiones coinciden con el inicio de una relación con una tercera persona.

Desde el 2005, la separación o el divorcio en España están basados en un sistema no causal. Para solicitarlo y decretarlo no es necesario alegar ni acreditar causa alguna. “Antes había que referirse al abandono injustificado del hogar, a la infidelidad, al alcoholismo, las toxicomanías o a los trastornos mentales, entre otras causas legalmente previstas”, explica el vocal de AEAFA, Álvaro Iraizoz.

“A partir de 2005, basta que hayan transcurrido al menos tres meses desde la celebración del matrimonio para separarse o divorciarse de mutuo acuerdo. En caso de divorcio contencioso, no será preciso el transcurso de tres meses.

Las causas principales de separación

“A pesar de que ya no se necesite “justificar” la causa del divorcio, el cliente que llega a nuestros despachos porque quiere iniciar un proceso de separación, o porque su pareja ya lo ha iniciado, explica de forma explícita o tácita, las causas que le han llevado hasta ese punto de no retorno”, señala Iraizoz.

Las doce razones más citadas por los abogados de AEAFA son las siguientes:

  1. El desgaste, alejamiento y la falta de comunicación al que lleva el estrés provocado por la crianza de los hijos y el trabajo.
  2. Desenamoramiento. A veces, acompañado del inicio de una relación con una tercera persona.
  3. Infidelidades.
  4. Dificultades económicas. “Hacen cierto el dicho de que cuando el dinero sale por la puerta, el amor salta por la ventana”.
  5. Discrepancias que surgen a raíz de la crianza y de la educación de los hijos. Se pone en evidencia estilos de vida y valores completamente distintos.
  6. La excesiva presencia de las respectivas familias políticas que generalmente ayudan, pero que a veces también ahogan. Sobre todo, cuando uno de los miembros de la pareja mantiene vínculos de excesiva dependencia con su familia de origen.
  7. Irritabilidad o mal carácter. En casa, con nuestros más íntimos, se nos caen las caretas. Aprovechamos la confianza de aquellos que más nos quieren y que nos necesitan para sacar la peor de nuestras versiones. 
  8. Elección de una pareja con un carácter incompatible e irreconciliable con el nuestro.
  9. Adicciones.
  10. Violencia de género, doméstica, trato inadecuado entre los miembros de la pareja.
  11. Dificultad para gestionar las emociones que genera el surgimiento de enfermedades, físicas o mentales, o agravamiento de las ya existentes en algún miembro de la familia.
  12. Cuando uno de los miembros de la pareja “sale del armario”, aceptando su verdadera orientación sexual.

Los abogados especialistas recomiendan que a la hora de afrontar una separación o un divorcio no se utilice a los hijos como arma arrojadiza ni se delegue en ellos la toma de decisiones esenciales. Intentar alcanzar un divorcio de mutuo acuerdo es más económico y ahorra sufrimiento emocional y tiempo.

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