La ministra de Derechos Sociales, Ione Belarra, volvió a expresar este lunes la "mano tendida" del Gobierno a ERC, EH Bildu y el PNV para aprobar la reforma laboral el próximo jueves en el Congreso e insistió en que el texto debe salir adelante con los votos de estos socios y no con una mayoría alternativa de Cs y otros pequeños partidos. Y lo hizo apenas unos días después de que la vicepresidenta segunda del Ejecutivo, Yolanda Díaz, afeara con un tono más duro a los nacionalistas el "muchísimo ruido" en torno a la negociación de la reforma laboral y acusara a "quienes dicen que esta reforma laboral es liviana" de tener "un profundo desconocimiento" de la misma.

Belarra quiso ser mucho menos contundente en sus palabras que la vicepresidenta en la entrevista que ofreció este lunes en La hora de La 1, apenas tres días antes de que el Congreso vote la convalidación del decreto de la reforma laboral. Al filo de esa votación, el Gobierno sigue sin tener asegurados los votos para que el texto salga adelante, si bien la titular de Derechos Sociales insistió en que el Ministerio de Trabajo buscará "hasta el último momento" los apoyos de ERC, EH Bildu y PNV para aprobar la norma.

Belarra volvió a asegurar que es de capital importancia que la aprobación de la reforma laboral no suponga la quiebra de la mayoría que conforma el Ejecutivo con los socios nacionalistas. "Que [la norma] salga adelante es muy importante, y a la vez cuidar la mayoría de la investidura lo es", planteó la ministra, que se limitó a contemplar el posible apoyo de Cs a la reforma como un mero complemento. "Podemos aspirar a una mayoría reforzada", con los naranjas, pero lo fundamental "es que estén los socios", sostuvo la dirigente, que insistió en que rechaza la opción de la "geometría variable" en la que "el PSOE estaría más cómodo", porque le permitiría "a veces negociar con la izquierda y a veces con la derecha".

Para intentar que la delicada negociación no desacarrile, Belarra no quiso responder a la pregunta de por qué está costando tanto alcanzar un acuerdo con ellos, especialmente con ERC y EH Bildu. "Hay que preguntárselo a ellos, tienen su propia voz", se limitó a señalar la ministra de Derechos Sociales, que únicamente insistió en que "es importante" que el Gobierno mantenga "una actitud dialogante, de mano tendida". "Somos el Gobierno de España, esa es la actitud correcta", la de "escuchar con atención sus propuestas y trabajar con discreción", zanjó.

Las declaraciones de Belarra contrastan con las que realizó la semana pasada la vicepresidenta Díaz, que criticó que el "debate" sobre los posibles cambios en la reforma laboral haya subido "unos decibelios que no son en absoluto comprensibles" y dejó caer que "pareciera que estuviéramos en campaña electoral". "Quien diga que la reforma laboral es liviana es que tiene un profundo desconocimiento de lo que se ha hecho" y, por tanto, la ministra de Trabajo lo combatirá "con la palabra", espetó igualmente Díaz en referencia a las críticas de sus socios al texto pactado con patronal y sindicatos.