Cada cuatro años tenemos que añadir un día más a nuestro calendario para evitar que se altere el orden natural de las estaciones, esto es, del invierno, la primavera, el verano y el otoño. Por ello, estas horas extra se van sumando cada año y se acaban convirtiendo en un día, dando lugar a lo que conocemos como año bisiesto.

Se trata de una expresión derivada del latín que hace referencia a un día extra entre el 23 y el 24 de febrero por Julio César cuando se utilizaba el calendario romano. Fue con el calendario gregoriano, el que empleamos actualmente, cuando se instauró este día extra al final del mes de febrero, esto es, el 29 de febrero.

¿Cuál es su origen? ¿Cuándo será el próximo año bisiesto?

El último año que bisiesto fue en 2020, por lo que el mes de febrero de 2022 tendrá 28 días y no tendremos otro año bisiesto hasta 2024. Se añade un día más para corregir este desfase en la duración del año porque aunque el calendario tenga oficialmente 365 días, nuestro planeta tarda 365 y cerca de seis horas en dar la vuelta alrededor del Sol.

Por tanto, el origen de este día extra se remonta a la época de Julio César en Roma y fue en el 46 a.C. cuando se implementó una modificación por primera vez en el calendario juliano. Ya en el año 1542, el Papa Gregorio XIII modificó este calendario y estipuló que únicamente serían años bisiestos aquellos que fueran divisibles por cuatro, a excepción de los que son divisibles por 100, salvo que sean por 400.