La vía Cs para aprobar la reforma laboral gana fuerza pese a que Díaz mantiene abierta la negociación con ERC y PNV

  • El Gobierno sumaría junto a Cs, PDeCAT, Más País, Compromís, UPN, Coalición Canaria, Nueva Canarias, PRC y Teruel Existe.
  • El PSOE considera hecha esa mayoría alternativa, pero Unidas Podemos insiste en atraer a los nacionalistas.
  • Las conversaciones con ERC, PNV y EH Bildu siguen en marcha, pero sin avances a escasas horas del fin del plazo.
Pedro Sánchez recibe a Inés Arrimadas en el Palacio de la Moncloa.
Pedro Sánchez e Inés Arrimadas, en la Moncloa en una imagen de archivo.
EP
Pedro Sánchez recibe a Inés Arrimadas en el Palacio de la Moncloa.

Al Gobierno se le agota el tiempo y de momento siguen sin salirle las cuentas para evitar que el Congreso tumbe el jueves su reforma laboral. El Ministerio de Trabajo de Yolanda Díaz sigue negociando contra reloj con ERC, PNV y EH Bildu para intentar que, a última hora, cambien de idea y apoyen la convalidación del decreto. Pero, a escasas horas de que se vote, las posiciones entre el Ejecutivo y sus socios nacionalistas e independentistas siguen muy alejadas y gana fuerza la vía preferida por el PSOE pero que Unidas Podemos quería evitar a toda costa: la que permitiría aprobar el texto con el apoyo de Cs y una miríada de pequeños partidos regionalistas, progresistas e incluso conservadores. Entre esos grupos más minoritarios, falta por confirmar la posición del PDeCAT y UPN, cuyos votos permitirían sacar adelante el texto.

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A poco más de 24 horas del fin del plazo para convalidar el decreto en el Congreso, esta es la única vía que parece factible para que el decreto aprobado a finales de diciembre no decaiga y vuelva a estar en vigor la legislación laboral aprobada por el PP en 2012. 

Este martes, la portavoz de EH Bildu, Mertxe Aizpurua, insistió en que "votar sí al decreto de reforma laboral" sin hacer cambios en el mismo "es aceptar el núcleo de la reforma laboral de 2012", y dejó claro que su grupo ni siquiera se plantea abstenerse si el Gobierno no acepta tramitar el decreto como proyecto de ley, lo cual abriría la puerta a que sus aliados presentaran enmiendas. 

El Ejecutivo ha dejado claro que no se plantea esta opción, y lo cierto es que, de sus tres principales socios nacionalistas, EH Bildu es el que desde el principio se ha mostrado más alejado de una reforma laboral que rechazan contundentemente ELA y LAB, los sindicatos mayoritarios en Euskadi, que tienen mucha influencia en la coalición abertzale. No obstante, tampoco con ERC y el PNV parece haber avances significativos: en el Ministerio de Trabajo están resignados a que las negociaciones duren hasta el último minuto, y sus socios guardaron este martes un tenso silencio, aunque el lunes ERC acusó de "inmovilismo" al Gobierno y el PNV se reunió con ELA y LAB para asegurarles que se mantendrá firme exigiendo la prevalencia de los convenios autonómicos sobre los nacionales.

Por el momento, tanto Trabajo como los aliados nacionalistas del Ejecutivo insisten públicamente en que las conversaciones siguen abiertas y en que no puede descartarse ninguna posibilidad hasta la misma votación del jueves. Pero, tras más de un mes de conversaciones infructuosas, convencer a los socios de la investidura de apoyar el decreto sin ningún cambio -la única opción que plantea el Ejecutivo, aunque Trabajo ha ofrecido incluir algunas de las demandas de los socios en futuras leyes laborales- parece muy complicado. Y eso implica que el plan B, sacar el decreto con Cs, haya ganado enteros en las últimas horas.

Los pequeños van sumándose

Este martes por la mañana, Más País y Compromís anunciaron que apoyarán la reforma laboral en el Congreso el jueves, aunque su respaldo no estará exento de críticas. El líder de la formación verde, Íñigo Errejón, aseguró que "la reforma laboral es un avance que recupera derechos para los trabajadores, reducirá la temporalidad y fortalece la negociación colectiva", pero también criticó que "quedan importantes materias pendientes" y denunció que "el Gobierno se ha negado" a permitir a los grupos "mejorar" el texto en el Congreso.

Sea como fuere, no obstante, el Ejecutivo suma tres votos a los 154 que suman PSOE (120 escaños) y Unidas Podemos (que cuenta con 34 diputados y no con 35 porque aún no ha sustituido al canario Alberto Rodríguez). Además, la vicepresidenta Díaz confirmó este martes que el Gobierno también tiene confirmados los apoyos el jueves de Teruel Existe, Partido Regionalista de Cantabria, Nueva Canarias y Coalición Canaria, todos ellos con un único diputado.

Todas esas formaciones, junto a las que forman el Gobierno, suman 161 diputados, y a ellas habría que sumarles nueve votos más de Cs, que ya ha dicho que apoyará la reforma laboral siempre y cuando no haya cambios en la misma. Con esos 170 escaños, sin embargo, las cuentas aún no le salen al Ejecutivo, que tendría dos vías para alcanzar la mayoría suficiente: o bien una abstención de última hora del PNV (con sus seis actas), o bien conseguir el apoyo de los dos parlamentarios de la conservadora Unión del Pueblo Navarro (UPN) y de los cuatro diputados del PDeCAT.

Con las negociaciones con los nacionalistas vascos sin registrar avances, la segunda de las vías parece la más factible, aunque ello suponga añadir a la mayoría gubernamental a otras dos formaciones de derechas. Por ahora, ni el PDeCAT ni UPN se han pronunciado sobre la posibilidad de prestar sus votos para apoyar la reforma laboral, si bien fuentes parlamentarias sostienen que la patronal navarra, con cierta capacidad de influencia en UPN, no vería con malos ojos que esa formación facilitara que la norma salga adelante. Por su parte, los nacionalistas catalanes decidirán este miércoles su posición, si bien nunca han renegado de la posibilidad de avalar la reforma laboral sin cambios.

El PSOE está tranquilo, Unidas Podemos se revuelve

Con el apoyo de todos esos partidos amarrado o con posibilidades de terminar materializándose, la parte socialista del Gobierno se ha mostrado esta semana muy tranquila pese a que aprobar la reforma con Cs y las formaciones minoritarias supondría fracturar el bloque de la investidura en una de las leyes clave de la legislatura. De hecho, este martes el portavoz del PSOE en el Congreso, Héctor Gómez, afirmaba que "se dan las condiciones para aprobar el decreto" de reforma laboral y se limitaba a recordar a ERC, PNV y EH Bildu que "las puertas siguen abiertas" para sumar sus apoyos a esa norma.

Unidas Podemos, por el contrario, no está tan satisfecho con que la posibilidad de aprobar la reforma laboral sin los socios de investidura sea cada vez más real, pese a que eso vaya a suponer que el texto salga adelante sin cambios con respecto al pactado con patronal y sindicatos. Este martes, Díaz espetó que los grupos que voten en contra de la ley deberán explicar los motivos por los que apuestan por una norma que garantiza "menos derechos" que los que despliega el nuevo marco laboral, y pidió a ERC, PNV y EH Bildu que recapaciten. "Los que voten 'no' están diciendo 'sí' a mantener el marco laboral del PP", insistió.

Redactor '20minutos'

Redactor de Nacional. Me hice mayor en Infolibre y llegué a 20minutos a finales de 2019. Sigo a Sumar y a Podemos y me paso la vida en el Congreso, donde también me encargo de la crónica parlamentaria. Cosecha de 1993.

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