Barcelona tendrá abierta toda su planta hotelera en primavera para empujar la recuperación del turismo

  • Los hoteleros de la ciudad confían en tener una ocupación en verano cercana al 60%. 
  • El Mobile, con 10.000 plazas hoteleras aseguradas, marcará el inicio de la reanudación de la actividad turística.
También conocido como Hotel Vela, es un edificio diseñado por el arquitecto español Ricardo Bofill de 98,8 m de altura
También conocido como Hotel Vela, es un edificio diseñado por el arquitecto español Ricardo Bofill de 98,8 m de altura
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También conocido como Hotel Vela, es un edificio diseñado por el arquitecto español Ricardo Bofill de 98,8 m de altura

La mayoría de los más de 400 hoteles de la ciudad de Barcelona estarán abiertos en primavera, de cara a Semana Santa que este año cae a mediados del mes de abril, con la previsión de que la celebración del Mobile World Congress (MWC) en Fira Gran Via, entre el 28 de febrero y el 3 de marzo, se inaugure con el 80% de la planta hotelera operativa y con 10.000 habitaciones reservadas. 

"Estas 10.000 habitaciones son un buen inicio, empezamos una dinámica de mejora", ha indicado este miércoles el presidente del Gremi d'Hotels de Barcelona, Jordi Clos, refiriéndose a las previsiones de cierta recuperación del turismo internacional, de negocios y de ocio avivada con las recientes entradas en la normalidad tras la pandemia de países emisores de viajeros del entorno europeo, como Reino Unido, Dinamarca o los Países Bajos. 

Una decena de hoteles de los actualmente abiertos (un 73%) han vuelto a cerrar hasta el inicio del Mobile, y en los casi dos años de pandemia de 10 a 15 hoteles de la capital catalana han cambiado de manos, pero "siguen siendo hoteles", ha puesto en valor Clos. Tras un 2021 malo a nivel de cifras de ocupación, la actividad turística continúa "muy parada", con ocupaciones entre el 8% y el 15% el pasado mes de enero y en este arranque de febrero, que son tradicionalmente los dos meses más flojos del año, ha especificado Clos.

Un buen verano

De cara al verano, y si la pandemia no se complica y se sigue manteniendo como preponderante la variante ómicron del coronavirus, menos agresiva, los hoteleros calculan un 60% de ocupación, lejos aún de las cifras de 2019 y entre 10 y 15 puntos inferior a la que se ha registrado en otras temporadas altas (80%) en la capital catalana, muy dependiente del visitante internacional. Este 60% es el pico que se alcanzó "en los mejores meses de 2021", ha explicado Clos. 

Pero, más allá de este optimismo moderado de los empresarios hoteleros barceloneses tras prácticamente dos años de muchas dificultades por la sequía de visitantes impuesta por las restricciones Covid en el mundo, Clos no ha querido huir de dar algunos datos que ejemplifican las dificultades que atraviesa el sector. 

Por un lado, el hecho de que el 40% de las plantillas (unas 35.000 trabajadores) sigan inmersos en expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE). Así como la migración a otros sectores de parte de los equipos de marketing, administración y publicidad. 

Por otro, la caída de entre un 30% y un 40% de los precios medios, teniendo en cuenta que estos son elevados, debido a que el 80% del turismo de Barcelona es internacional. "Los precios han tenido que bajar porque parte de la pérdida de clientes foráneos se ha tenido que suplir con viajeros procedentes del mercado nacional", ha indicado Clos. En 2020 y 2021, el sector ha dejado de percibir del orden de 2.500 millones de euros.

En diciembre pasado, Barcelona contaba con un 27% de sus hoteles cerrados, con un 46% de ocupación y 106 euros el precio medio. Ámsterdam tenía entonces el 36% de hoteles cerrados, un 43% de ocupación y un precio medio de 139 euros. Y Roma tenía el 30% de hoteles cerrados, un 47% de ocupación y un precio de 146 euros por noche de media.

Caída del 'top ten' de destinos internacionales

Esta carencia de turismo extranjero ha provocado otro efecto colateral: que Barcelona haya salido del "top ten" de destinos internacionales. Esta caída del podio difícilmente se podrá revertir a corto y medio plazo, ha asegurado Clos, y lo ha justificado por algunos de los últimos vetos políticos a nuevos proyectos para la ciudad, los más remarcables para el empresario, el "no" a la sucursal del Museo Hermitage en el Port de Barcelona y el "no" a la ampliación del Aeropuerto de Barcelona. 

"No podemos desaprovechar estas oportunidades", se ha lamentado Clos. "No podemos seguir diciendo que no a Hyatt o a Four Seasons, que se ha ido a Madrid, donde ha creado un cambio en el urbanismo del entorno y ha captado a una tipología de turistas que antes no tenía la ciudad".

Clos ha sido también crítico con cómo Barcelona está planteando políticas municipales sobre el tráfico, el urbanismo táctico o la limpieza. "La ciudad no está todo lo limpia que se merece", ha dicho, "y cuando estábamos en el top ten mundial estas cosas no pasaban", se ha lamentado. Se ha mostrado satisfecho de que el sector hotelero haya conseguido "parar las habitaciones turísticas y de que los 120 pleitos presentados contra el Plan Especial Urbanístico de Alojamientos Turísticos (PEUAT) se hayan ganado y se hayan tenido que reflejar en el nuevo PEUAT". 

"Barcelona ha de seguir creando actividades que emocionen", ha afirmado, para atraer un turismo en cuya captación cree que le están tomando la delantera a la capital catalana otras ciudades españolas como Málaga. 

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