Cómo funciona el cohousing, el modelo de vivienda colaborativa por el que apuesta el Gobierno
El Plan Estatal de Vivienda 2022-2025 aprobado por el Gobierno central y publicado ya en el Boletín Oficial del Estado (BOE) propone, entre sus múltiples medidas, un programa de fomento de alojamientos temporales, de modelos cohousing, de viviendas intergeneracionales y modalidades similares.
Pero, ¿a qué se refieren con el término cohousing? Se trata de una auténtica novedad al ser un modelo todavía minoritario en España, pero en tendencia en muchos países. En este sentido, el ejecutivo central busca dotar de ayudas específicas a residencias colaborativas y cooperativas, que poco a poco ganan peso en nuestro país y se convierten en una alternativa al alquiler o a la compra de vivienda.
¿En qué consiste este modelo alternativo de convivencia?
El cohousing es un modelo que surge en la década de los años setenta en el norte de Europa y que ha ido, poco a poco, apareciendo en el resto de países del entorno, así como en Estados Unidos o Latinoamérica. Como detallan en la plataforma Cohousing Spain, se trata de una forma de convivencia en viviendas colaborativas que "fomenta la socialización y la cooperación entre sus miembros".
Generalmente, son comunidades con prioridades similares que "promueve, co-diseñan y co-gobiernan el modelo de convivencia y los espacios integrados, en un entorno físico y social elegido", añaden. Todo ello mediante procesos participativos al funcionar como una cooperativa.
Prima la idea de vecindad, de compartir lo común y nace como alternativa al mercado de la vivienda actual, para facilitar el acceso a una vivienda asequible y sostenible. "Permite que las personas decidan cómo, dónde y con quién quieren vivir". De tal manera que las personas que forman parte de un proyecto de este tipo conviven en los espacios comunes, pero también disponen de su espacio de uso privado.
¿Cuáles son los pasos a seguir para formar parte?
Algunas de las características que podrían definir este modelo de convivencia son la afinidad entre las personas que forman parte de la comunidad, puesto que tienen objetivos comunes; la participación en el diseño de los espacios; la creación de zonas comunes orientadas al encuentro entre los vecinos y vecinas; la autogestión o la contratación de servicios; la gobernanza conjunta y la solidaridad.
De esta manera, el primer paso para formar parte de un cohousing es formar un grupo con personas afines y con intereses comunes para comenzar a pensar cómo quieren convivir. También está la opción de uniros para conectar con otros grupos o proyectos.
Después se establecería una planificación y organización para comprobar cuáles son las opciones de vivienda, como la búsqueda de suelo privado o suelo público para comenzar a construir la comunidad. Se trata de un proceso en el que todas las personas que participan definirán los sistemas de gobernanza, la gestión o las normas internas, entre otros asuntos. Al ser una modalidad de cooperativas, las personas que se involucran en el proyecto pagan una cuota mensual y así adquieren el derecho a usar la vivienda.