Las complejas relaciones entre Alemania y Rusia se han enturbiado aún más por un conflicto de carácter informativo, protagonizado por la suspensión del canal en alemán del medio ruso RT y la prohibición de la cadena pública alemana Deutsche Welle en Rusia.
El ministerio de Exteriores ruso decidió este jueves retirar la licencia a la cadena pública germana y clausurar sus oficinas en Moscú en represalia por la decisión del regulador de medios alemán de prohibir la retransmisión del nuevo canal RT Deutsch.
Berlín y Moscú se acusan mutuamente de coartar la libertad de prensa y de opinión en una disputa que viene de lejos, pero que se ha intensificado al ahondarse en los últimos meses la crisis en torno a Ucrania.
"El momento es desfavorable, en vista de la situación política es como una gota más de aceite en el fuego," afirmó a EFE Ingo Peters, profesor de ciencias políticas de la Universidad Libre de Berlín sobre la decisión del regulador alemán, la Comisión para la Supervisión de Medios de Comunicación (ZAK).
El experto en relaciones internacionales destacó, sin embargo, que esta se produjo a consecuencia de que RT Deutsch comenzara a retransmitir por satélite el pasado diciembre sin disponer de la correspondiente licencia de emisión.
Desde el punto de vista alemán, señaló, "es un procedimiento puramente administrativo", pero Rusia, en cambio, "lo ve en clave política", algo de cuyas implicaciones la Cancillería y el Ministerio de Exteriores alemán deberían haber sido conscientes.
Alemania rechaza la comparación
Este viernes, portavoces del Gobierno germano tacharon una vez más de "inaceptable" la decisión de Moscú de retirar la licencia a Deutsche Welle y rechazaron la idea de que esta pudiera ser proporcional, ya que RT no disponía de un permiso de emisión y no lo había solicitado.
"RT tiene obviamente derecho a proceder legalmente contra la decisión de los reguladores," aseguró un representante de la Cancillería, Wolfgang Büchner, en una rueda de prensa ordinaria en Berlín, en la que avanzó que Alemania no tomará medidas adicionales, puesto que el objetivo es "desescalar la situación".
Por su parte, una portavoz del ministerio de Exteriores, Andrea Sasse, rechazó las equiparaciones porque el procedimiento contra RT depende de un regulador independiente que no puede ser influido por el Gobierno en base a la Constitución y negó tajantemente que para la decisión hubiera tenido lugar algún tipo de coordinación con el Ejecutivo.
Conforme a la ley del Contrato Estatal de Medios, en Alemania se precisa una licencia para retransmitir por satélite a un público alemán, aunque ésta también es necesaria para emitir en vivo por internet si se cumplen ciertos requisitos.
Entre estos se cuentan que el contenido ofrecido sea de carácter periodístico, que vaya dirigido a una audiencia potencial de más de 500 personas y que exista una programación fija.
RT Deutsch argumenta que cuenta con una licencia de emisión serbia, que según la cadena le permite difundir su programación, producida en su mayor parte, según el medio, en sus estudios de Moscú, algo que los reguladores alemanes rechazan.
La autoridad de medios de Brandeburgo y Berlín (MABB) abrió diligencias a finales del año pasado y, según confirmó esta semana el ZAK, RT debe interrumpir no solo sus retransmisiones por satélite, sino también las que ofrecían a través de su web y de una aplicación para teléfonos móviles.
La ministra de Cultura alemana, Claudia Roth, ha apelado este viernes al diálogo. "Lo que necesitamos no es una acción agresiva, sino diálogo, distensión, en lugar de escalada", ha dicho en declaraciones al canal de televisión ARD. Así, ha señalado que RT puede solicitar una licencia y tomar las medidas legales que considere pertinentes en relación con el bloqueo.
Además, ha señalado que las medidas contra Deutsche Welle son "agresivas" e "inaceptables" y ha dicho sentirse "molesta" dado que esta semana ha abordado con un representante ruso la forma de mejorar las relaciones bilaterales entre ambos países.
En este sentido, ha asegurado que tratará de explicar a su homóloga rusa, Olga Liubimova, la diferencia entre los dos casos y "el marco jurídico que opera en Alemania".
"Distancia del Estado"
Según indicó este jueves la portavoz del Ministerio de Exteriores, junto a los aspectos formales, el regulador ha analizado también cuestiones de contenido para su decisión, entre ellas la falta de "distancia del Estado" por parte del canal ruso, que como parte de su matriz TV Novosti recibe financiación estatal.
Aunque en Alemania operan diversos medios internacionales con este tipo de respaldo, como la británica BBC o la catarí AlJazeera, el criterio para la "distancia del Estado" según las autoridades germanas es que este no influya en la programación o en los contenidos.
El canal en alemán de RT, lanzado en 2014, ha denunciado además desde sus inicios otros obstáculos para su actividad que a su juicio tienen motivación política, como el cierre de cuentas por parte de entidades bancarias y la dificultad para obtener acreditaciones para algunos eventos del Gobierno.
Además, la cuenta de RT Deutsch en Youtube fue bloqueada en por lo menos dos ocasiones, ya que según esta plataforma había infringido los términos y condiciones, además de difundir informaciones falsas con respecto a la pandemia de covid.
RT no es el único medio parte del conglomerado TV-Novosti con presencia en Berlín pues en la capital alemana tienen además su sede principal la agencia de noticias audiovisuales Ruptly y la plataforma Redfish, que produce documentales de contenido social.
Francia condena la decisión de Rusia
Las autoridades de Francia han lamentado la decisión del Gobierno ruso y han condenado el veto a la cadena alemana. En un comunicado, el Ministerio de Exteriores galo ha señalado que "no existen motivos legales" para cerrar la oficina del medio alemán.
El texto destaca, además, el compromiso del Gobierno francés con la libertad de expresión e información en todo el mundo. "Francia defiende la libertad de expresión y la libertad de prensa, en Rusia como en todo el mundo. La libertad de informar es un derecho fundamental, que debe ser protegido en todas partes y al que Francia está profundamente unida", recoge el documento.
A su vez, ha traslado su "solidaridad" al Gobierno alemán y el personal de la oficina en Moscú de Deutsche Welle.
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