¿Por qué hay perros gigantes y otros diminutos? Así es la mutación genética que lo explica

Diferentes perros con tamaños distintos.
Diferentes perros con tamaños distintos.
Marta Reinartz / Pixabay
Diferentes perros con tamaños distintos.

¿Alguna vez te has preguntado por qué existen perros tan diminutos como los chihuahuas y, a la vez, cánidos tan grandes como los dogos alemanes? El perro es, sin duda, la especie mamífera que más difiere en tamaño entre las diferentes razas y, según un estudio tiene una razón de ser y el origen se encuentra en los lobos antiguos.

Un estudio dirigido por la genetista Elaine Ostrander, del Instituto Nacional de Investigación del Genoma Humano de Estados Unidos, ha recorrido la historia genética de los perros miles de años atrás en el tiempo y ha descubierto el por qué hay especies tan grandes y otras tan pequeñas en los perros.

Se trata de un gen denominado IGF1, descubierto hace 15 años precisamente por tener un papel importante en la variación del tamaño, y siendo uno de las docenas que el equipo de investigación encontró. “IGF1 ha sido una espina en nuestro costado”, confiesa la genetista para la revista Nature

Más de 1.400 cánidos y 230 razas analizadas

Según el estudio, solo en los últimos 200 años se agranda la diferencia entre perros grandes y pequeños, ya que en los perros antiguos, domesticados de los lobos en los últimos 30.000 años, la diferencia no era tan abismal (ahora las razas más grandes son hasta 40 veces mayores que las más pequeñas).

Ostrander y su equipo han tenido que analizar más de 1400 cánidos, entre ellos perros antiguos, lobos, coyotes y hasta 230 razas de perros modernos para determinar en qué momento se produce el cambio en la genética que provoca este cambio de tamaño.

Tradicionalmente van en manada, por lo que huir no parece muy buena opción. Lo mejor es intentar pasar desapercibido y alejarte lentamente sin darles la espalda. Si avanzan, haz igual que con los osos, intenta parecer lo más grande posible y muéstrate amenazante.
Un ejemplar de lobo ibérico. 
Pixabay/colfelly

Al comparar el tamaño corporal en perros y cánidos salvajes, descubrieron una variación del gen ubicada en un tramo de ADN que codifica una molécula llamada ARN largo no codificante, que participa en el control de los niveles de la proteína IGF1, una potente proteína del crecimiento”, detalla el periodista Ewen Callaway en Nature.

Dos versiones de la hormona del crecimiento

“Los investigadores han identificado dos versiones (alelos) del gen que contiene la proteína IGF1: los perros con dos copias de un alelo tienden a pesar menos de 15 kilos en todas las razas; mientras que los que tenían dos copias de la otra versión pesan más de 25 kilos. Además, aquellos cánidos que tienen una copia de cada alelo serían los de tamaño intermedio”, explica Ostrander a la revista científica.

Además, cuando los investigadores analizaron los genomas de otros cánidos, descubrieron que ocurría lo mismo: “Esta no es una historia solo de perros, es una historia de lobos, zorros, coyotes… Es toda la historia de los cánidos”, asegura Ostrander a Nature.

Las teorías de los investigadores tras el estudio hablan de que el alelo vinculado a los cuerpos pequeños es, evolutivamente, más antiguo que el vinculado a los cuerpos grandes, ya que los zorros y coyotes analizados, entre otros, poseían dos copias de la versión pequeña, lo que apunta a que esta variación estaba presente en un ancestro común entre ellos.

En cuanto a cuándo exactamente evolucionó el alelo de cuerpo grande, los investigadores no lo tienen claro, pero entre los animales analizados, un antiguo lobo siberiano de hace unos 53.000 años ya portaba una copia de esta versión, lo que lleva a pensar a que podría haber sido beneficioso para los lobos.

¿Diferentes ancestros?

“La opinión predominante entre los científicos solía ser que el tamaño corporal pequeño estaba relacionado con cambios genéticos relativamente nuevos, potencialmente exclusivos de los perros domésticos”, expresa Robert Wayne, biólogo evolutivo de la Universidad de California en Los Ángeles. “Esto le da la vuelta a toda la historia, es maravilloso”.

Este estudio, además, podría significar que los perros proceden de los lobos más pequeños que fueron domesticados por el hombre, pero que éstos serían diferentes a los actuales lobos grises que conocemos. “Ni siquiera sabemos cómo eran los lobos que dieron lugar a los perros”, explica Elinor Karlsson, genetista de la Facultad de Medicina Chan de la Universidad de Massachusetts para la revista Nature.

“No estamos hablando de una mutación que haga que un lobo sea del tamaño de un chihuahua, estamos hablando de una de las muchas mutaciones que tiende a hacerte un poco más pequeño”, concluye Karlsson.

Colaboradora '20minutos'

Soy Inés López García. Me formé en la Complutense con la intención de acabar informando sobre animales y medioambiente. Tuve mi primera oportunidad laboral en el medio local 'Madridiario'; luego entré en '20minutos', donde pude escribir sobre cine, series y videojuegos, mis tres hobbies. Me mudé a Londres para mejorar el inglés y escribir sobre el Brexit y el covid en la distancia. En la actualidad escribo sobre lo que siempre quise, animales, en la sección Animaleros de '20minutos'.

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