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La UE se suma al FMI y sitúa el crecimiento de la economía en 2022 muy por debajo de lo que vaticina el Gobierno

La Comisión Europea ha publicado este jueves sus proyecciones macroeconómicas para los países que forman la UE. Unos datos que vaticinan un crecimiento del PIB para España del 5,6% para este año y del 4,4% para el siguiente y que sitúan la recuperación completa del nivel de PIB previo a la pandemia en el cuarto trimestre de este año,

De esta forma, Bruselas se suma a la opinión del FMI (5,8% en 2022 y 3,8% en 2023), que apunta a que la economía crecerá mucho menos de lo que vaticinó el Gobierno en el cuadro macroeconómico que acompaña a los Presupuestos Generales del Estado. Las previsiones del Ejecutivo, publicadas el pasado septiembre, apuntaban a que el PIB rebotaría un 6,5% en 2021 (se quedó en un 5%) y un 7% en el ejercicio en curso.

Aun así, la ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital, Nadia Calviño, ha sacado pecho por los augurios de la Comisión. La ministra ha dicho sobre las previsiones que confirman "que nuestro país será el motor de la economía europea en 2022 y 2023" y será "el país que más crezca entre las grandes economías europeas".

Y es que España será el segundo país con mayor dinamismo económico este año en toda la Unión Europea. Si se cumplen los augurios de Bruselas, en 2022 solo Malta crecería con más fuerza, mientras que en 2023 solo superarían a España Eslovaquia, Rumanía, Irlanda y la pequeña isla mediterránea.

La Comisión ha revisado dos décimas al alza su anterior previsión para 2022, que publicó en noviembre del año pasado, y ha optado por mantener sin cambios la del año que viene. 

El fuerte crecimiento proyectado para este año y el siguiente llega después de un 2020 en el que España fue la economía que más se hundió de toda la UE (el PIB se contrajo un 10,8%) y un 2021 peor de lo esperado. El año pasado, el PIB rebotó apenas un 5%, mucho menos de lo que preveía el Gobierno (6,5%), menos también que la media de la UE y la eurozona (5,3%) y por debajo de los de otros países que registraron descensos similares. Por ejemplo, la economía de Grecia cayó un 9% en 2020, pero en 2021 rebotó un 8,5%, mientras que la italiana se hundió un 8,9% y resurgió con un 6,5% el año siguiente.

En la nota que ha difundido la Comisión, el organismo espera que el crecimiento económico "gane impulso" a partir del segundo trimestre del año, con crecimientos trimestrales "superiores al 1%" hasta el comienzo de 2023. El consumo privado y la inversión serán los principales impulsores del crecimiento económico en el horizonte de análisis. "Los ahorros acumulados durante la pandemia y las recientes subidas en las pensiones apoyarán el consumo y el plan de recuperación apoyará la inversión", sostiene el documento.

Eso sí, la institución también considera "probable" que los efectos adversos de la sexta ola de contagios sobre la economía frenen el crecimiento durante el primer trimestre del año, un periodo en el que la elevada cifra de bajas laborales actuará como un lastre sobre la oferta de trabajo. Todo ello ha llevado a la Comisión a vaticinar un rebote del 0,6% en el primer trimestre, que de confirmarse sería la tasa de crecimiento entre trimestres más baja desde enero de 2021.

Una inflación más elevada de lo esperado

En lo tocante a la elevada inflación, la Comisión no ha cambiado el discurso de que el fenómeno será transitorio -como sí han hecho otras autoridades en otras regiones del mundo-, pero sí ha acometido una fuerte revisión al alza de sus previsiones anteriores. La institución espera que en 2022 la inflación alcance el 3,9% este año en promedio en la UE (1,4 puntos más que lo que anticipó en noviembre). En el caso de España, la cifra sería del 3,6% (1,5 puntos más), en la línea de lo que ya anticipó el Banco de España en diciembre.

"Las proyecciones inflacionarias se han revisado al alza, dado que se espera que los precios energéticos permanezcan elevados por más tiempo y las presiones sobre los precios se están ampliando a varias categorías de bienes y servicios", explica el documento de la Comisión. Además, todas las estimaciones "están sujetas a riesgos al alza", especialmente si las empresas empiezan a trasladar a los precios del consumo las subidas de costes que están sufriendo. El documento cita también "las tensiones geopolíticas en Europa del este" como elemento de preocupación.

La Comisión sostiene que la inflación subyacente -sin contar energía ni alimentos elaborados- permanecerá elevada durante la primera mitad de 2022. No obstante, confían en que la presión sobre los precios comience a reducirse a partir de la segunda mitad del año y que frene aún más en 2023 por la estabilización de precios de la energía y la desaparición del efecto base.

Redactor '20minutos'

Redactor de Economía y Datos desde 2021. Graduado en Periodismo y Comunicación Audiovisual. En 20minutos desde 2019. Antes pasé por la sección de Internacional del diario El Mundo. Adicto al Excel y a la web del INE. En lucha constante por acercar el obtuso lenguaje de la economía a la realidad de las personas.

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