Claves | EE UU y Rusia tensan el conflicto en Ucrania: ¿qué pide Putin? ¿Hay riesgo de "ataque inminente"?

El presidente ruso, Vladimir Putin, ha descartado este lunes asistir a la Conferencia de Seguridad de Múnich, cuya celebración tendrá lugar entre los días 18 y 20 de febrero, según ha confirmado el portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov. Son las fechas en las que, se da la coincidencia, Estados Unidos había calculado que se daría una nueva invasión rusa de Ucrania.
El presidente ruso, Vladimir Putin
El presidente ruso, Vladimir Putin, ha descartado este lunes asistir a la Conferencia de Seguridad de Múnich, cuya celebración tendrá lugar entre los días 18 y 20 de febrero, según ha confirmado el portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov. Son las fechas en las que, se da la coincidencia, Estados Unidos había calculado que se daría una nueva invasión rusa de Ucrania.

La escalada de tensión en la frontera entre Rusia y Ucrania ha aumentado en las últimas 48 horas tras varios meses de maniobras, acumulación de tropas, gestos e intercambios diplomáticos. Este sábado y después de casi dos meses sin comunicación directa, se vivió la primera reunión por teléfono entre el presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, y el presidente de Rusia, Vladímir Putin, un encuentro de poco más de una hora que llegaba medio día después de que Estados Unidos diera la orden de evacuación del personal diplomático de Ucrania, al asegurar que existe una posibilidad clara de que Putin lleve a cabo un "ataque inminente" sobre el territorio de Ucrania.

La réplica rusa no se hizo esperar, a través del asesor del presidente ruso para Asuntos Internacionales, Yuri Ushakovy, que acusó a Estados Unidos de "estar inflando artificialmente la histeria" la idea de la invasión planificada sobre Ucrania (algunas informaciones publicadas en EE UU señalaban el día 16 de febrero), y ha acusado a la OTAN de aprovechar la coyuntura para "armar" y financiar la renovación del ejército ucranio.

El escenario es confuso, pero el comunicado de Estados Unidos llevó este viernes a Reino Unido, Noruega y Dinamarca a pedir sus ciudadanos abandonar Ucrania mientras todavía haya medios comerciales disponibles. Este sábado o han hecho Irak, Kuwait, Jordania y Baréin. Por su parte, España, a través del Ministerio de Asuntos Exteriores, recomendó también este sábado a los cerca de 500 habitantes españoles que viven en Ucrania que consideren "seriamente" la posibilidad de abandonar el país "temporalmente" ante la "volátil situación" de seguridad.

"No estamos ante una evacuación, aunque hay un plan de evacuación previsto por si fuese necesario, pero en estos momentos no lo es", afirmó este sábado el ministro de Exteriores, José Manuel Albares, quien ha incidido también en que "España va a hacer lo posible por taponar cualquier camino hacia la guerra".

Pese a todo, la escalada de tensión se vuelve a centrar en el intercambio de mensajes y mantiene las conexiones abiertas, mientras el ejército ruso sigue desplegado en la frontera. Estados Unidos ha reconocido en las últimas horas mantener la vía diplomática "abierta" para resolver el conflicto y ha advertido a Rusia de los "costes severos" si invade Ucrania. Según la versión rusa, la reunión entre ambos fue "equilibrada" y "seria", y en ella Biden se refirió a las consecuencias graves que tendría un ataque ruso y al deber de ambos países, pese a ser rivales, de "hacer todo lo posible para mantener la seguridad en el mundo y para evitar el peor de los escenarios en torno a Ucrania".

¿Cuál es el origen del conflicto y quiénes son los rivales?

El tablero mundial ha pasado a albergar una partida llena de tensión con Ucrania como pieza fundamental. La juegan Rusia y la OTAN, con el protagonismo activo de Estados Unidos, escudándose cada uno en una serie de elementos para justificar sus posiciones. Por su parte, Rusia lleva años cerrando la puerta a que Ucrania pueda sumarse a Europa y ahora pide la retirada inmediata de las tropas de la OTAN de la frontera. La vía diplomática sigue abierta, pero parece cada día más agotada y, mientras el Kremlin avisa a la Alianza de que "sentirá las consecuencias en su cuello" si no atiende a sus demandas, esta acumula efectivos por si la guerra pasa a ser una realidad. Moscú apunta que esa guerra "está más cerca que nunca".

España, alineada con la OTAN, ha desplegado ya unos 800 efectivos en la zona. Este viernes salieron hacia el este de Europa cuatro aviones de combate (cazas), que se sumarán a tres buques de guerra que ya están en el mar Negro y 80 blindados en Letonia. Y además, en abril volarán más aviones hacia Lituana previsiblemente. Todo ello, amparado en las misiones de la OTAN que España ya tenía previstas, pero que algunas han sido adelantadas por la tensa situación acaecida en Ucrania ante un posible conflicto con Rusia.

¿Qué quiere Putin y en qué afecta a la OTAN?

Las peticiones de Moscú son maximalistas. Vladimir Putin quiere el repliegue casi total de la OTAN. El objetivo del Kremlin es reorganizar del todo el orden de seguridad europeo y un elemento clave para ellos es que Ucrania nunca entre a formar parte de la Alianza Atlántica. Además, no quiere tropas de Occidente desplegadas en su frontera y por eso acusa a la OTAN de ejercer presión a partir de ese despliegue.

En la cabeza de Putin se mantiene el ideario soviético y Ucrania es la "joya de la corona", pero se escuda en los movimientos de Washington y de la Alianza para justificar su posición. "Lo ponemos claro: no debe haber más expansión de la OTAN hacia el este. ¿Qué es lo que no se entiende? ¿Fuimos nosotros los que desplegamos misiles cerca de las fronteras de Estados Unidos? No. Es Estados Unidos quien vino con sus misiles a la puerta de nuestra casa", señalaba tajante el pasado mes de diciembre el presidente ruso.

"La humillación que sufre Rusia al caer la URSS es algo que sigue presente en el discurso de Putin, que lo vio como una tragedia y busca recuperar la grandeza de Rusia", afirma al periódico 20minutos Antonio Alonso, profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad CEU San Pablo. "Es imprescindible que occidente entienda la razones de los rusos a la hora de explicar el mundo". Pero eso no quiere decir que "se les dé la espalda a Letonia, Lituania y el resto de países de la zona". El objetivo de Rusia, en último término, "es tener una palabra que decir en el mundo actual y eso pasa por enfrentarse con su propio mensaje a los otros actores".

Sobre las exigencias de Rusia, la investigadora del Real Instituto Elcano, Mira Milosevich, explica que desde los noventa "Rusia ha expresado su descontento" con la Alianza. Desde la llegada de Putin al poder la OTAN se ha ampliado cuatro veces y el Kremlin ha pasado "del descontento pasivo al revisionismo activo y a impedir el intento de estos países de ser miembros de la OTAN, e impedirlo a través de conflictos".

En cuanto a la meta del Kremlin, la analista dice que nace, a nivel macro, de "la ambición de Rusia por ser una gran potencia". En ese escenario, Rusia "no quiere dejar a Ucrania sin que la pueda controlar", y en esto hay una intención dentro de "un proceso de reimperalización". Las cinco peticiones que hace el Kremlin, en definitiva, buscan "un cambio en el orden de seguridad europea" y a esto la OTAN y EE UU "no pueden acceder".

La OTAN, por su parte, se juega en cierta medida su credibilidad, sobre todo después de la caótica salida de Afganistán hace solo unos meses. "No sé hasta qué punto la Alianza se la juega, pero esta es una operación que tiene semejanzas con lo que pasó en Georgia en 2008", con un país que no es de la OTAN, pero sí está en la órbita. "Con Ucrania parece más evidente que si cae el país está en juego la seguridad integral de Europa y por eso [la Alianza] se lo ha tomado con tanto interés", sostiene Alonso. "Estamos hablando además de seguridad en términos duros, en términos militares" y lo siguiente a Ucrania en ese camino serían países como Polonia. "La OTAN, teóricamente, está bien preparada así que si falla sí que puede ser digamos para echar el cierre", termina.

¿Hacia dónde va esta tensión?

Según Alonso, "el conflicto ya está abierto desde el año 2014, por lo que la gran incógnita es saber si va a escalar a una crisis mayor con un enfrentamiento armado", y ve muy posible "una anexión de Donestk y de Lugansk, ya que mucha gente lo da ya por hecho" porque "Rusia está demostrando su fuerza".

Milosevich, por su parte, recuerda que estas dos regiones son relevantes, pero cree que Rusia empezaría un avance militar por ahí "solo si el Gobierno de Kiev intenta recuperarlos". "Rusia no necesita más territorios", ya que "son caros". Ese es el motivo, sostiene Milosevich, "por el que colapsó la URSS". Sobre la cercanía de la escalada, lo tiene claro: "Ahora mismo lo que vivimos es una escalada verbal más que militar y no sabemos qué va a pasar", comenta.

La Unión Europea, por su parte, llama a la calma. Desde el primer momento enfocaron la solución del conflicto por la vía diplomática y la aplicación de sanciones para evitar un conflicto bélico sobre el terreno. Dentro del papel secundario que juega el bloque, la Comisión Europea anunció también unas ayudas de 1.200 millones de euros para Ucrania "para el medio y largo plazo" en forma de subvenciones y créditos. Como la OTAN, la UE llama a respetar la soberanía y la integridad territorial ucranianas. La Alianza, de hecho, lo tiene claro: no será Moscú quien marque sus políticas de ampliación.

¿Y qué pasa con el relato y el componente mediático?

La crisis continúa en la fase de escalada verbal. Por lo tanto, el componente mediático es relevante en este punto. La OTAN y la UE lanzan sus avisos; el Kremlin, los suyos. En opinión de Sergio Príncipe, doctor de la Universidad Complutense,  Rusia está tratando de establecer "un eje clave": dejar claro que el Kremlin se mueve porque la OTAN se ha movido antes. "Buscan dejar el mensaje de que Rusia es el bueno de la película", añade. Sobre cómo puede responder Occidente, Príncipe recuerda que en la UE "nunca se ha dado una voz más alta que otra" por la dependencia energética, "y cuando se da un golpe en la mesa" a nivel mediático, Rusia "te mira raro".

¿Y qué pasa en Ucrania? La realidad del conflicto larvado

No son militares sino funcionarios de Ucrania recibiendo entrenamiento militar a las afueras de la ciudad de Lviv.

Pese a todo el ruido exterior, los ucranios se preparan para la invasión rusa. La población recibe clases de defensa y de uso de armamento, tal y como relatan las imágenes desde las zonas más cercanas a la frontera. La situación en la zona no es nueva, ya que la guerra comenzó realmente en 2014, desde que las tropas rusas aparecieron por primera vez en las calles de Crimea. Desde entonces, 14 mil soldados y civiles han muerto. Por eso miles de ciudadanos  tienen listas las maletas y planean una salida de emergencia si la situación se descontrola más.

"Se ha intentado ir con una vía diplomática, pero no ha salido del todo bien porque no hay unidad en los Estados miembros", prosigue Sergio Príncipe. "A corto plazo es una batalla que tenemos que dar por perdida" y está el ejemplo -indica- de que con esta escalada, "la UE no ha pintado nada", ni siquiera "desde el lado de Estados Unidos".

"Hay también un componente de debilidad en Putin", señala, Príncipe: "No podrá estar siempre en el poder". Ese temor y el acercamiento de Ucrania a la UE podría provocar un "efecto contagio" a otros países, algo que querría frenar "a través del relato de que 'Rusia os lo está dando todo'". De hecho, así se llama su partido: Rusia Unida.

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