El resultado en Castilla y León diluye la idea de Moreno de un adelanto electoral inminente en Andalucía

  • La victoria poco holgada del PP en CYL aleja presiones en el entorno de Moreno para llamar a las urnas. 
  • Espadas advierte al votante andaluz: "La alternativa al PSOE es una colación del PP con la extrema derecha".
  • El vicepresidente de la Junta, Juan Marín, insiste en que el Gobierno regional "agotará la legislatura".
Moreno llama a grupos "a estar a la altura" en el debate de Ley de Economía Circular
Moreno llama a grupos "a estar a la altura" en el debate de Ley de Economía Circular
Europa Press
Moreno llama a grupos "a estar a la altura" en el debate de Ley de Economía Circular

Nunca el escenario político autonómico había sido tan interdependiente. Lo sucedido en Murcia con la fracasada moción de censura contra el PP estalló inmediatamente en el Madrid de Isabel Díaz Ayuso; y las elecciones en Castilla y León, convocadas tras la ruptura fulminante del PP con Cs, amenazaban con arrastrar al Gobierno de coalición andaluz. Desde el mismo momento en que se anunciaron, el 20 de diciembre, el presidente de la Junta, Juanma Moreno, tuvo que conjurar un "efecto contagio" que no estaba mal visto en sectores de la Ejecutiva nacional del PP.

Pero aunque Moreno sorteó el adelanto electoral entonces, los resultados que salieran de las elecciones castellanoleonesas seguían teniendo una lectura en clave andaluza y podían precipitar las urnas en la comunidad. El propio Moreno lo expresaba en tono jocoso el pasado 28 de enero en Salamanca: "Estas elecciones no son cualquier cosa, tampoco para mí, que voy después. Ya que va primero (Mañueco), lo importante es que vaya bien, a ver si me voy a encontrar yo con un susto el día 13 de febrero".

El "susto", en cierto modo, se ha producido en el PP, que no ha logrado mayoría contundente y tendrá que pactar con Vox la formación de Gobierno en Castilla y León, ahí donde antes dependía de Cs. Este escenario, en cambio, permite a Moreno en Andalucía manejar con menos presión los plazos electorales.

La conclusión más notable es que no habrá adelanto electoral inminente. La posibilidad estaba en el aire dependiendo de los resultados en la región castellanoleonesa. Una victoria aplastante del PP hubiera espoleado al partido a pedir que Andalucía se sumara y aprovechara la ola. En estos momentos, solo a Vox, muy reforzado en Castilla, le interesaría esta situación. De hecho, la formación de Abascal en Andalucía lleva meses instando al adelanto. Y ayer mismo volvió a reclamarlo.

El Gobierno regional viene defendiendo la idea de acabar la legislatura. Eso supondría que la fecha tope de elecciones sería el 27 de noviembre. Los resultados en Castilla y León permiten plantearlo con calma y con esa autonomía, libre de presiones, que Moreno ha llevado a gala. Eso no quiere decir que no siga existiendo la posibilidad de un "adelanto técnico", como se viene sugiriendo desde San Telmo. Es decir, podría haber urnas entre mayo y julio.

En cualquier caso, Moreno ha defendido siempre la "estabilidad" del pacto gubernamental con Cs. Tanto el portavoz del Gobierno andaluz, Elías Bendodo (PP), como el vicepresidente de la Junta y líder de Cs, Juan Marín, insistieron ayer en esa "estabilidad". "Las elecciones de Castilla y León no tienen nada que ver con Andalucía. Aquí vamos a agotar la legislatura, no va a haber elecciones", destacó Marín.

Ciudadanos es el partido que afronta con más dudas su futuro en Andalucía, después de los descalabros concatenados en Madrid y Castilla y León, donde han pasado del Gobierno regional con 12 escaños a solo uno. La presidenta del Parlamento de Andalucía y responsable autonómica de Relaciones Institucionales de Ciudadanos, Marta Bosquet, apeló para agotar la legislatura al buen funcionamiento del Ejecutivo regional: "Más allá del Presupuesto, que no se aprobó porque no quisieron PSOE, Vox y Podemos, leyes y decretos están saliendo adelante".

Precisamente la amenaza de "bloqueo" parlamentario llevó a Juanma Moreno a advertir en enero que, de producirse, podrían adelantarse elecciones. Una baza con la que el PP, sumada a la de los resultados en Castilla, ha jugado al inicio del año parlamentario. La postura habilitante del PSOE en las recientes votaciones sobre Doñana y la Ley de Economía Circular han alejado también esa posibilidad.

Juan Espadas, que dejó la Alcaldía de Sevilla para liderar el PSOE en la Junta camino de las elecciones, sortea así un adelanto que no le interesa en este momento, ya sea por el menor conocimiento del candidato en las provincias andaluzas como por los sondeos del Barómetro Andaluz. Los resultados en Castilla y León sí han servido para que exprese el que se prevé que sea uno de sus argumentos para recabar votos: la irrupción de Vox.

"En Andalucía se demostrará que los ciudadanos reaccionarán cuando vean eso, que la alternativa es entre un Gobierno de coalición del PP con la extrema derecha o el PSOE"

En este sentido, Espadas aseguró que "en Andalucía se demostrará que los ciudadanos reaccionarán cuando vean eso, que la alternativa es entre un Gobierno de coalición del PP con la extrema derecha o el PSOE". Así, según el socialista, "el centro político que quiere vender Moreno Bonilla está hipotecado por la coalición de Gobierno que se fragua entre el PP y Vox".

Por su parte, los portavoces de Unidas Podemos (UP), Martina Velarde y Toni Valero, pidieron a Moreno que tome nota del resultado de las elecciones en Castilla y León, y le advirtieron de que un adelanto electoral en Andalucía por motivos "partidistas puede penalizar". Así, solo Vox presiona ahora por un adelanto de comicios cada vez más alejado. Consciente de la nueva posición de fuerza del partido en Castilla, Macarena Olona, que se perfila como candidata en Andalucía, lanzaba un guiño: "Noche histórica. Con la satisfacción del deber cumplido. Buenas noches, Andalucía".

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