Los universitarios exigen a Yolanda Díaz que se les tenga en cuenta en la elaboración del Estatuto del Becario

Los estudiantes universitarios reclaman tener voz en la reforma de las prácticas. La Coordinadora de Representantes de Estudiantes de las Universidades Públicas (CREUP) ha afeado al Ministerio de Trabajo que todavía no haya acudido a ellos para iniciar el diálogo en torno al futuro Estatuto del Estudiante en Prácticas. Exigen ser tenidos en cuenta en un proceso que, al fin y al cabo, les afectará a ellos directamente, por lo que piden a la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, reuniones bilaterales "para abordar todos los debates que plantea esta nueva normativa". 

El Gobierno tiene hasta el próximo 30 de junio para abordar la negociación del Estatuto del Becario, el cual tratará de paliar con la precariedad e inestabilidad de los estudiantes en prácticas y regular sus contratos. Así lo dicta la reforma laboral aprobada el pasado diciembre y convalidada en el Congreso hace dos semanas, en cuya disposición adicional segunda se da al Ministerio de Trabajo un plazo de seis meses desde la entrada en vigor para comenzar a sentarse con los actores principales y determinar cómo se configurará el nuevo estatuto. 

El futuro Estatuto del Becario tendrá por objeto "la formación práctica tutorizada en empresas u organismos equiparados, así como la actividad formativa desarrollada en el marco de las prácticas curriculares o extracurriculares previstas en los estudios oficiales", tal y como se precisa en el articulado del real decreto de la reforma laboral.

Desde Trabajo se aferran a los casi cinco meses que todavía le quedan de plazo para sentarse en la mesa de negociación, aunque fuentes del Ministerio aseguran a 20minutos que "ya se está trabajando en el diseño en el que, por supuesto, se escuchará atentamente a todos los colectivos implicados en contactos que ya han comenzado". 

El fin, añaden las mismas fuentes, es garantizar que las actividades formativas "no constituyan un elemento de precariedad, incurriendo en un uso fraudulento de los contratos formativos y distinguiéndolas de estos últimos de manera adecuada para que se realicen con garantías". Garantías que, según detallan, se traducirán en aspectos como coberturas aseguradas y formación en materia de prevención de riesgos.

En un comunicado, los universitarios exigen a Díaz que antes de empezar a abordar ese asunto, se acuerde con ellos una "postura conjunta previa" que "blinde los derechos estudiantiles y combata la precariedad de la juventud"

"La falta de una regulación estatal, así como la gran heterogeneidad de las normativas propias de las universidades, provocan situaciones en las que no se respetan los derechos del estudiantado, no se garantiza la calidad en la formación, o se utilizan las prácticas para cubrir puestos de trabajo, con una muy escasa o nula remuneración", señala en un comunicado la Coordinadora de Representantes de Estudiantes de las Universidades Públicas (CREUP).

Remuneración obligatoria y mecanismos de revisión

Por ello, consideran urgente acordar con sindicatos y estudiantes un marco normativo que "proteja" y "amplíe" los derechos del estudiantado universitario, garantizando una serie de competencias para el futuro, asegurando un "mayor control" de las prácticas.

Regular la cotización a la Seguridad Social y remuneración obligatoria de todas las prácticas es uno de los cuatro puntos que, desde CREUP, consideran que debe incidirse "necesariamente", según explican a 20minutos. Además, exigen "blindar" el carácter formativo de las prácticas (que no se sustituya por un puesto de trabajo normal), especificando qué aspectos deben contener los proyectos formativos del estudiantado. 

Por otro lado, consideran también crucial que se garantice la tutorización y el seguimiento "continuo" del desarrollo de las prácticas en el que participen tres actores: un tutor de la empresa, otro de la universidad o centro académico y el propio estudiante de prácticas. Por último, subrayan la necesidad de fijar "mecanismos de revisión y mejora continua" de las prácticas, vinculados a la información que el estudiante proporcione sobre su desarrollo cada año. 

También en la reforma laboral se modifican aspectos relacionados con otros contratos formativos, eliminando los contratos de formación y prácticas, y creando un nuevo contrato en base a dos categorías: "formación en alternancia", para cuando se compatibiliza con los estudios, y "obtención de la práctica profesional" cuando ya se ha obtenido la titulación.