De la Nave de Motores a los Caños del Peral: el pasaporte que abre la puerta del patrimonio escondido en Metro de Madrid

Más de 100 años contemplan al metro de Madrid, lo que convierte a esta infraestructura en un lugar lleno de valioso patrimonio. La red del suburbano alberga hasta ocho museos en los que se pueden ver objetos y detalles de épocas muy diferentes:, desde el Mioceno a mediados del siglo XX. La empresa pública invita ahora a redescubrir todos ellos con una curiosa iniciativa.

Se trata de un pasaporte cultural que los madrileños pueden ir sellando tras visitar los espacios museísticos adheridos, que son la estación de Chamberí, la Nave de Motores, la exposición de trenes históricos de Chamartín, el vestíbulo de Pacífico, el museo de la estación de Gran Vía, el vestíbulo de Tirso de Molina, el Centro Paleontológico de Carpetana y el museo de los Caños del Peral de la estación de Ópera.

El documento físico se puede recoger en los tres primeros espacios citados: la estación de Chamberí, la exposición de Chamartín y la Nave de Motores. En estos lugares, el personal de los museos pondrá un sello en el pasaporte. En el resto de puntos, el modus operandi para validar la visita cambia: eEn los vestíbulos de Pacífico y Tirso de Molina, en el museo de Gran Vía, en el yacimiento de Carpetana y en los Caños del Peral, los visitantes tendrán que hacerse un selfie para demostrar la 'parada' en estos lugares.

El objetivo de inmortalizar esta visita es que los ciudadanos que acrediten haber visitado los ocho espacios museísticos recibirán un obsequio por parte de Metro de Madrid. Para obtenerlo tendrá que presentar el pasaporte sellado en las tiendas que Metro tiene en las estaciones de Sol y Plaza de Castilla (están abiertas en horario de 7.00 a 22.00 horas de lunes a viernes y sábados, domingos y festivos de 10.00 a 22.00 horas) y allí mismo se les hará entrega de la recompensa.

"Con este proyecto se fomentará el conocimiento de los espacios museísticos de Metro y permitirá a madrileños y turistas sumergirse en la historia y la cultura que ha impregnado el carácter de la capital durante los últimos cien años", destacan desde la Comunidad de Madrid.

Un recorrido por la historia

Los espacios que se pueden visitar son un recorrido por la historia en toda regla. En la Nave de Motores de Pacífico se pueden ver tres motores diésel de enorme porte que generaban y transformaban la energía con la que se movían los trenes de metro. Esta instalación se construyó entre 1922 y 1923, por lo que está a punto de cumplir su primer centenario.

En Chamartín no hay que dejar volar demasiado la imaginación para saber cómo eran los viajes en suburbano de los madrileños de hace 100 años, pues hay varios convoyes de metro de la primera época de la empresa.

En la estación histórica de Chamberí los protagonistas son los carteles publicitarios de mediados del siglo XX, mientras que en el vestíbulo de Tirso de Molina impresionarán al visitante los azulejos blancos biselados con frisos de cerámica de Toledo o un escudo de Madrid en cerámica vidriada con reflejos metálicos, todos ellos de los años 20.

Una fuente y otras infraestructuras hidráulicas del siglo XVI, el conjunto histórico de los Caños del Peral, esperan en la estación de Ópera, mientras que en la de Carpetana se podrán ver restos arqueológicos del Mioceno que afloraron en la última renovación de esta parada de la línea 6. 

Los turistas deben tener en cuenta que a la hora de hacer algunas visitas, como las de la estación de Chamberí, la Nave de Motores, el vestíbulo de Pacífico, el museo de Caños del Peral y la exposición de Trenes de Chamartín, se debe pedir cita previa, un trámite que se puede cumplimentar a través de la web: https://museosmetromadrid.es.

Más arte en el metro

Los ocho espacios adheridos al nuevo pasaporte no son los únicos puntos de interés artístico de la red de metro, que tiene censados hasta 147 elementos de interés, como murales, fotografías o esculturas. Entre ellos destacan el mural 'Entre dos aguas' en la estación de Paco de Lucía (obra de Okuda y Rosh333) o el del dibujante Paco Roca en Plaza de Castilla, que es un homenaje a las mayores.

En los últimos años, Metro de Madrid ha apostado por la recuperación de su patrimonio histórico. Un buen ejemplo es la recreación del templete de Antonio Palacios en la estación de Gran Vía, que se inauguró el verano pasado, así como la intención de recuperar el tótem de acceso de la parada de Cuatro Caminos, que está siendo renovada.