Cultura

Fabiolo: "Me gusta llenarme de la España vaciada con mi Porsche por carreteras secundarias"

"Cuánta amabilidad" era la frase que hizo célebre a Andy Kaufman en la serie Taxi. Cada vez que el artista estadounidense la repetía, el público se volvía loco. Fabiolo dice "¡qué pavo!" y sube el pan. Algunos lo repiten sin parar. Qué pavos. Fabiolo es un amante del tenis y de la nieve polvo, una persona sin complejos y con poco filtro, un pijo de una pieza. "¿Lo escuchas? Es el Guadalquivir" fue uno de sus vídeos icónicos. Era el Ebro, pero a la gente no le importó. Sus vídeos en la red se contagian como una expresión pija de moda. De las redes saltó a colaborar con José Mota y de ahí a las tablas, pasando por el especial de Nochevieja.  "Fabiolo Connection", un espectáculo en solitario en el que este peculiar profesor de tenis da clases a la hija de un jeque, es la tercera obra de teatro de este personaje y de su creador. Se puede ver en salas de todo el país en los próximos meses. 

Hola, Fabiolo. ¿Te consideras pijo o solo es algo que te dicen los demás?

Me considero un bufón high style, disfrutón, curioso y filósofo de lo superficial. Me pongo profundo cuando hablo de lo superficial. De espíritu olímpico y aristocrático (mi apellido es de Mora y Leja). Amo el tenis y me gusta mancharme de tierra batida. La hierba, solo para el golf y los atardeceres. Me gustan los extremos y es que soy de polos, pero prefiero el positivo y el azul celeste. Me quieren en Sotogrande lo mismo que en Carabanchel. Y como decía la canción de Mari Trini: "Yo no soy ese que tú te imaginas / un pijo sin 'problems' de vida tranquila / que un día golfea y al otro navega / ese pijo ¿sí?, ¿no? Ese no soy yo".

¿Tienes conciencia de clase?

Sí, soy consciente de que tengo mucha clase. También tengo horno a baja temperatura, le da esa textura aterciopelada a la panceta. ¡Qué rico, por favor! Paso de barbacoas en el jardín. Es de advenedizos.

Una vez me disfracé de pijo recalcitrante con un amigo. En la calle nos silbaron, nos dijeron de todo y nos insultaron. ¿Hay que tener carisma para ser pijo?

Serían los zapatos… Antes que carisma, prefiero la Cachemira, por supuesto y un buen fondo… de armario. Un buen fondo hace bien a las personas. Me considero un clásico a la última. Para ser pijo no vale con llevar Lacoste. Es algo más complicado. Sonríe, disfruta, sorpréndete y media vuelta. Y, ahora, gírate de nuevo, ponte serio y exclama a los cuatro vientos: ¡Qué pavo! Quiero hacer un anuncio de Calvin Klein así.

¿En calzoncillos?

Soy mas de “voxer” si me hago el duro, pero confieso que llevo tanga debajo del pantaloncito de tenis.

Fabiolo desvela secretos de su ropa de trabajo.
Luis Malibrán

¿Qué es más importante ser o tener?

Ser generoso y tener siempre a mano una botella de Möet frío para compartir.

Decía Cela que las pijas y las ricas son muy agradecidas ante la ocurrencia y el humor. ¿Estás de acuerdo?

Por supuesto, aunque las que yo conozco no leen a Cela, no son celosas. Son más Cervantinas, de espíritu libre y pijotesco. Yo me siento un Truman Capote cuando me rodeo de Tamara y compañía. Les apasiona que les cuente cómo es Vallecas y Móstoles y les explico cómo es el metro por dentro. Estoy hecho un Calleja.

No te imaginaba en el metro. ¿Lo usas mucho?

La realidad viaja en metro, decía Rosseau. El metro es toda una aventura. Me calzo mis Panamá Jack y unos pantalones de pana y a disfrutar. En bus no me atrevo todavía hasta que pongan el business que prometió Ayuso.

¿Qué haces cuándo estás triste?

Subo a Baqueira o a Formigal y así dejo mi mente en blanco. Es más fácil que meditar. También me gusta llenarme de la España Vaciada con mi Porsche por carreteras secundarias. Me seducen los paisajes cuaternarios, me inspiran tanto. Piensa que han tardado millones de años en formarse. Me encanta pensar en millones.

¿Por qué nunca sale Piluca en tus vídeos? Seguro que está estupenda.

Piluca es muy seria para estas cosas. Solo le gusta salir si grabamos en Milán, París o Nueva York y siempre que haya un patrocinador por medio. ¡Qué pava!

¿Has visto el reality de Georgina? ¿Qué te parece?

Solo la parte donde habla de la longaniza de Graus. El resto no me iba a sorprender tanto.

Fabiolo, siempre al resto.
Marcos Cebrián

¿Dar clase de tenis a la hija de un jeque es un trabajo duro? Que no se queje el jeque.

Sí es duro, porque, además, tengo que desplazarme hasta Abu Dabi. Son mil y una clases de tenis contratadas. El cuento es otro cuando descubro que la guapísima hija del jeque quiere huir de un mundo donde sultanes y emires quieren poseerla. Y es que. en realidad. nada es lo que parece cuando hay algoritmos de por medio. Esta es la trama de mi nuevo espectáculo "Fabiolo Connection" en el que, sin perder la raqueta, descubro el origen árabe de los algoritmos. ¡Qué misterioso suena todo esto! ¿Verdad? ¡Vengan al teatro y les desvelaré el misterio!

¿La hija del jeque no se llamará Sherezade?

Le dije que no me viniera con cuentos. Cuando se entrena, se entrena… Yo prefiero llamarla Jasmine, es que soy mas de Disney clásico y de colegio privado.

¿Tienes miedo al vacío? ¿Y a la soledad?

Sí, tengo miedo al vacío, aunque conserve mejor los alimentos. No soporto ese jamón ibérico envuelto en plástico todo apretadito, no hay derecho. Prefiero atmósfera protectora o envasado en lata. Esto último para el caviar. 

Cuando uno viaja a Abu Dabi tiene que cruzar desiertos y allí hay verdadera soledad, pero tiene algo bueno esto de cruzar el desierto: te sientes ganador porque nada ni nadie te hace sombra.

Hay un actor llamado Rafa Maza que te acusa de que lo estás eclipsando. ¿Es verdad esto? ¿Tienes algún mensaje para él?

Otro pavo… En realidad, es el que hace sentirme rico en imaginación. Gracias a él cotizo en risas pero no en bolsa (de momento). Rafa Maza es el que me da la libertad y espíritu de bufón, lengua mordaz y descaro sin perder la clase, el estilo y la elegancia.

Le diría que me cuide y yo le cuidaré. Como tenista profesional, solo decirle que estoy a su “servicio” y del “resto", ya hablaremos.

Periodista y escritor

Colecciono coca colas falsas en lata y hago fotos a las bolsas de plástico en los árboles. He publicado libros de poemas y relatos. Mi última novela es "Hilo musical para una piscifactoría". Se llevó al cine bajo el título de "Miau". He sido redactor en prensa, presentador en tele y radio y ahora me piden que opine. Licenciado en derecho, MBA, máster en periodismo y doctor en comunicación e información. He tenido una agencia de marketing, alguna experiencia de éxito en comercio electrónico y doy clases en algún máster sobre esto.

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