"Los acontecimientos de los últimos días han conducido a nuestro partido a una situación de extrema gravedad que exige una respuesta eficaz inmediata". Así de tajante se ha expresado en un comunicado la dirección del Grupo Parlamentario Popular, que pide la dimisión inmediata del secretario general del partido, Teodoro García Egea, y la convocatoria de un congreso extraordinario. Un documento firmado por todos los integrantes de dicha dirección menos por su portavoz, Cuca Gamarra, y la vicepresidenta segunda de la Cámara Baja, Ana Pastor. 

El escrito, con el membrete oficial del grupo y del Congreso de los Diputados, lo suscriben los diputados Guillermo Mariscal, José Ignacio Echániz, Pablo Hispán, quien fuera jefe de gabinete de Casado; Sandra Moneo, Carlos Rojas, Mario Garcés y Adolfo Suárez Illana, éste último secretario cuarto de la Mesa del Congreso. Con mayor o menor fervor, todos considerados afines a Casado hasta ahora. De hecho, justifican este paso adelante por "la lealtad al Partido Popular", "el respeto al presidente nacional [Pablo Casado]" y al "compromiso indeclinable con nuestros votantes". 

Pese a la ausencia de las firmas de Gamarra y Pastor, ambas, miembros del Comité de Dirección del PP, tuvieron ayer la oportunidad de mostrar su disconformidad personalmente a Pablo Casado en la tensa reunión en Génova 13. Pastor, de hecho, se adelantó y lo hizo el domingo. 

El comunicado entronca en el sentir de muchos dirigentes 'populares', que pese a mantener el cariño hacia el presidente de su formación, dicen estar convencidos de la necesidad de un cambio de rumbo "para salvar el barco". La expresión más recurrente entre quienes ostentan un cargo en el PP estos días.