Nacional

ENTREVISTA | Diana Morant: "Sin una decisión global para liberar las patentes de las vacunas, la de Hipra, tampoco"

La ministra de Ciencia e Innovación, Diana Morant, (Gandía, 1980) acaba de llevar al Consejo de Ministros el proyecto de la nueva Ley de Ciencia, que quiere acabar con la precariedad de los investigadores. Mientras ve la luz, tiene en cartera la coordinación de los proyectos de uno de los planes nacionales para la atracción de inversiones del Fondo de Recuperación de la UE, el llamado PERTE de Salud de Vanguardia con el que el Gobierno quiere convertir a España en líder de la "medicina de precisión", capaz de producir tratamientos para enfermedades tan graves como el cáncer, hechos a la medida de cada paciente. También le corresponde un pedazo del plan de inversiones para impulsar la sustitución de las energías fósiles por renovables, para reducir la "dependencia" de materias primas como el gas, que se muestra especialmente problemática ante guerras como la que ha desatado el ataque de Rusia en Ucrania. Contra él, Morant avanza que también habrá una respuesta coordinada de la Ciencia en la UE.

La ministra no quita ojo de la última fase del desarrollo de la vacuna contra la Covid del laboratorio Hipra, que podría estar lista ya para el verano. Mientras, parece lejano todavía el momento en el que vea la luz, la otra 'vacuna española', que desarrolla el CSIC, que se esperaba que por primera vez impidiera las infecciones. "Yo no pierdo la esperanza nunca en la Ciencia", dice.

Atiende a 20 Minutos en el Jardín Botánico de Madrid, antes de entregar un premio a mujeres pioneras en Física, Química y Matemáticas a pocos días de 8-M, ante el que también reclama igualdad en el campo de la Ciencia  y la Investigación. Morant, ingeniera de Telecomunicaciones, lo ha sufrido en carne propia. "Es muy fácil entrar en una reunión donde eres la única mujer. Es un mensaje claro, pareces una intrusa, que estés en un mundo de hombres", dice. Apuesta por apoyar desde la infancia a las mujeres para que emprendan y progresen en carreras científicas. "Hay estudios que dicen que las niñas a una edad muy temprana se consideran no válidas para, por ejemplo, las matemáticas. Sin embargo, sí son válidas".

Entre 2011 y 2016 se perdieron más de 5.000 puestos de investigadores y muchos se vieron obligados a emigrar por la crisis. ¿Cómo va a favorecer la nueva Ley de Ciencia a la atracción de talento?

Creo que todos tenemos a alguien a nuestro alrededor que tuvo que irse por la falta de oportunidades tras la crisis del 2008, que se afrontó con austeridad y recortes que condenaron a toda una generación de investigadores al tapón generacional aquí o a marcharse. Pretendemos arreglar ese sistema fallido y dotarles de mayores oportunidades con un presupuesto histórico en Ciencia e Innovación que prácticamente dobla el que nos encontramos en 2020. Significa más oportunidades, mejores equipamientos en los centros de investigación, más becas, más contratos, contratos indefinidos para que con ellos nuestros científicos y científicas puedan ir a firmar una hipoteca.

Hemos sacado la mayor oferta pública de empleo en 15 años. Significa estabilización en el sistema público de Ciencia y también trabajar con las empresas, para que generen mayores oportunidades. Si arreglamos el sistema seremos capaces de retener nuestro talento, de recuperar a los que se fueron y de atraer el talento internacional, que también necesitamos.

"La ciencia salva vidas y es la gran solución a los retos de la sociedad"

¿Cómo ha influido la pandemia en ese incremento presupuestario?

Ha puesto sobre la mesa la Ciencia y su valor. La salida de la pandemia venía de la mano de la Ciencia. La gran salida han sido las vacunas, pero muchos otros resultados científicos nos han ayudado a protegernos. Las mascarillas, el uso del gel hidroalcohólico o la ventilación, la distancia entre personas… O la crisis volcánica en la Palma. Gracias a la ciencia básica, que estudia los volcanes cuando están dormidos, fuimos capaces de detectar y prevenir que venía una erupción volcánica, los escenarios, hemos tomado medidas para proteger a la población y no hemos tenido que lamentar ninguna víctima humana.

En definitiva, la Ciencia salva vidas, es la gran solución a los retos de la sociedad y, por tanto, hay un clamor social al que tenemos que dar respuesta a las administraciones y los gobiernos. Por eso un compromiso de financiación creciente y estable que nos acerque al europeo de un 3% del PIB en 2030, que significa que la pública tiene que ser del 1,25%.

Otra de las novedades de la ley es la creación de un nuevo contrato indefinido para actividades científico-técnicas, que viene a sustituir a los contratos por obra y servicio. En la práctica, ¿cómo se llevará a cabo ese cambio de modelo contractual? 

Muy fácil. Ahora se trabaja con dos fórmulas. Está el personal estructural de los centros, y la grandísima mayoría de la gente que trabaja en centros por proyectos que se obtienen por concurrencia competitiva y que estaban condenados a que cada cuatro años se terminaba su contrato. Esto rompe los grupos de investigación. Ahora lo que hacemos es pasar de esa temporalidad a un contrato indefinido, de manera que tienen la seguridad de que pueden trabajar de forma estable en la Ciencia. Mientras, dentro de su grupo de investigación van participando en publicaciones, adquiriendo experiencia y estos méritos luego se utilizan para acreditarse e ir ascendiendo hasta la estabilización o el trabajo en una empresa privada.

"Si queremos una ciencia de excelencia, hay que garantizar la igualdad en los centros de investigación"

Hay varias medidas destinadas a atraer el talento femenino y propiciar su permanencia a lo largo de toda la vida laboral. ¿Serán suficientes para paliar la falta de presencia de mujeres en el sector?

Lo primero que detectamos es que hay pocas mujeres, sobre todo en carreras más tecnológicas, como la ingeniería. Y hay estudios que dicen que las niñas a una edad muy temprana se consideran no válidas para, por ejemplo, las matemáticas. Sin embargo, sí son válidas. Sacan igual o mejores notas que sus compañeros hombres, pero descartan estas carreras. Las niñas tienen talento y tenemos que estimular esas vocaciones, ayudarlas a que sí se vean en estas carreras aumentando el número de figuras referentes en los textos educativos, que ahora solo representan el 7% de las mujeres, acompañando también en ese estímulo, en esa autoestima.

En el momento en que ya deciden ser investigadoras, hoy tenemos un 50% de hombres y mujeres en investigación, un dato mejor que el de la media europea. Sin embargo, conforme avanza la carrera de investigación van bajando, sobre todo en los escalones del liderazgo. Solo el 20% de los de las publicaciones científicas están lideradas por mujeres. En cuanto a profesoras titulares, catedráticas o rectoras, estamos en inferioridad numérica.

Lo pretendemos combatir siendo muy contundentes y obligando a todos nuestros centros de investigación a tener planes de igualdad, protocolos contra el acoso sexual, y con medidas correctoras que den a las mujeres una representatividad real en los órganos de decisión, también a la hora de otorgar premios, contratos, etc. Vamos a crear un distintivo de igualdad de manera que los centros de investigación se podrán distinguir en igualdad. Si queremos una ciencia de excelencia en nuestro país, pasa también por la garantía de la igualdad de en los centros de investigación. 

Además, hay algo muy importante, y es que a día de hoy todavía hay mucha parte de los resultados científicos que no tienen en cuenta las diferencias fisiológicas entre hombres y mujeres. Por ejemplo, en un cáncer o una enfermedad cardiovascular, que puede afectarles de manera distinta. Y en ese sentido vamos a trabajar para que la ciencia no sea tuerta. 

¿Dónde va a estar la sede de la Agencia Española del Espacio que prevé crear la Ley de Ciencia?      

No se sabe todavía, porque el Gobierno tiene esa aspiración a la desconcentración de las sedes de los distintos organismos. Tienen que generar oportunidades en todo el territorio. Aceptaremos solicitudes de distintos territorios y estudiaremos con total transparencia cuál sería la sede más apropiada.

"Hay que poner en valor el papel de los voluntarios. Yo quería ser voluntaria de Hipra, pero cogí el Covid y ya no pude"
La ministra de Ciencia, Diana Morant, durante una entrevista para 20minutos.
Jorge París

¿Qué sabe de la vacuna de Hipra contra la Covid, cuyo ensayo clínico está ya en fase III?

En Hipra me piden que ponga mucho en valor el papel de los voluntarios y las voluntarias. Sin ellos no hay Ciencia. Yo quería ser voluntaria de Hipra, pero justo cogí el Covid y ya no pude. El ensayo está yendo bien. Soy ministra y tengo que ir con mucha prudencia. Cualquier tratamiento farmacológico o medicamento tiene que estar en totales condiciones de seguridad y efectivo. Hipra está en la fase definitiva y le deseo muchísimo éxito, porque si sale bien tendremos una vacuna española, que significa que habremos sido capaces de desarrollar capacidades nuevas en nuestro país. Antes de la pandemia nadie fabricaba vacuna humana en nuestro país y desde entonces cuatro empresas han participado de la producción. Esta tendría la frase completa de desarrollo y producción. Además, viene con condiciones muy mejoradas porque recombina las proteínas de las distintas variantes, de manera que podrá ir adaptándose. Además, no necesita estar en condiciones de ultracongelado, sino de refrigeración.

¿Se puede poner una fecha aproximada a cuándo estaría lista?

La propia empresa calcula que si todo sale bien y superan esta fase en las condiciones de que considera la Agencia [AEMPS] podríamos estar hablando de que en verano podrían estar ya distribuyendo vacuna. Porque vacuna producida ya hay, ellos tienen una altísima capacidad de producción porque son líder en vacuna veterinaria. Dicen que en el momento en que tuvieran la autorización podrían empezar a distribuir.

La vacuna del CSIC se quedo más rezagada. No sé si se abandona el proyecto o queda esperanza de que pueda haber una segunda vacuna española.

Lo que me gustaría aclarar es que la investigación es así. Tú puedes poner toda tu pasión, todo tu esfuerzo, toda tu experiencia en una línea de investigación y no obtener resultados que se esperaban. Pero cualquier resultado en investigación sirve para nuevas investigaciones futuras. Es verdad que esta [Hipra] es la más adelantada y las otras siguen en fases más previas, pero sigue el trabajo en otras líneas de investigación y, por supuesto, igual que hemos apoyado desde el principio, seguimos apoyando.

Una veintena de ONG piden al Gobierno que impulse a través de sus inversiones que los desarrolladores de estas vacunas liberen las patentes para que puedan producirse en otros países del mundo. ¿Lo van a hacer?

Comparto la aspiración, que la vacuna llegue a todas partes. La manera en que estamos haciendo que los países menos desarrollados no tengan problema de acceso es la donación. La UE ha donado más vacunas de las que ha inoculado y en nuestro país hemos donado ya más de 50 millones de dosis y ya hay aprobados otros 20 dentro del programa Covax. No se han liberalizado las patentes de las vacunas que ya existen. Entendemos que esta [Hipra], que es una empresa privada, si no se toma una decisión global para el resto, para esta tampoco. Pero sí hemos introducido unos condicionantes que nos garanticen que nuestro país tiene el suministro que necesite y pida y condiciones de compra más ventajosas en cuanto al precio. Y no hablamos solo de abastecer a nuestro país, sino que continuaríamos en esa vocación de donar también. No cesamos en esa ambición de que la vacuna llegue a todo el mundo y de momento el mecanismo con el que seguimos trabajando es el de las donaciones.

¿En cuánto tiempo podríamos ver resultados de los proyectos que se financien dentro del PERTE de Salud de Vanguardia, para fomentar la medicina de precisión, por ejemplo, contra el cáncer?

Pretendemos que nuestro país se convierta en líder en la salud de vanguardia. El concepto salud va más allá de la medicina. También nos afectan las condiciones medioambientales, incluso las socioeconómicas. La parte fundamental de este plan es el desarrollo de las terapias avanzadas, la fórmula más de vanguardia de atender a la salud.

Un ejemplo: el doctor [José] Urbano lidera en el Hospital Clínic de Barcelona unas terapias avanzadas para luchar contra la leucemia linfoblástica que consisten en retirar información genética del paciente, hacer una modificación y volver a inyectarla en el paciente, de manera que tiene cien veces más potencia para luchar contra las células cancerígenas. Es a lo que aspiramos; que para todas las enfermedades haya una terapia avanzada y se produzcan y se fabriquen en nuestro país. Que podamos ofrecerlas en el Sistema Nacional de Salud a toda la población, y que no venga una empresa norteamericana a comprar la patente y luego haya que adquirir cada una por 200.000 euros.

Nunca se había movilizado tanto dinero en investigación para biomédica, para la salud. Estamos hablando de 1.500 millones y de que ya hay proyectos aprobados de investigación, por ejemplo, para el EPOC en jóvenes, para cáncer pediátrico, para diabetes. Tenemos muchas esperanzas puestas.

La Ciencia es lenta pero no sé si barajan algún horizonte temporal para que estas terapias que hoy no existen o son muy minoritarias puedan encontrarse en la sanidad pública

Hay que entender la complejidad y, desde luego, cuanto más dinero hay en investigación, más probabilidad. Hay que reconocer la altísima capacidad y el talento científico en nuestro país, que necesitaba ser apoyado por líneas de investigación, de financiación y eso ya se está produciendo. Vamos a animar a nuestras empresas a que adapten sus líneas de producción a la producción de terapias avanzadas, y eso también se está haciendo.

"La crisis provocada por Putin nos hace ser conscientes de la dependencia de la 
energía, y queremos reducirla"

Su Ministerio también participa en el plan de inversiones en hidrógeno verde que lidera el Ministerio de Transición Ecológica. ¿Hacia dónde se encaminan?

Hablar de este PERTE ahora mismo que estamos sufriendo la crisis provocada por Putin nos hace ser conscientes de la dependencia que tenemos en muchos casos de la energía. España no es de los países más dependientes de la energía de Rusia, pero sí que hay una alta dependencia de los combustibles fósiles, que hemos visto tanto en esta guerra como durante el verano y todo el año pasado, de las subastas de energía y de la fijación de precios que no depende de nosotros pero está afectando a las familias y a las empresas.

Hay una enorme apuesta por energías alternativas, limpias, renovables, que vienen a descarbonizar y a reducir esa dependencia y apostar por energías más baratas. Tiene una afección clarísima en la vida de las personas y hay una parte que es Ciencia en la que vamos a hacer una inversión en dos años de 700 millones, multiplicar por cuatro la inversión en energías renovables. Lo que se quiere es el desarrollo de nuevas tecnologías aplicadas a las energías renovables. Por ejemplo, hay un proyecto en el que cooperamos con Portugal para un nuevo centro de almacenamiento energético que se va a hacer en Cáceres.

La Confederación de Sociedades Científicas de España en las universidades españolas le han pedido que se congele la cooperación científica con las sociedades rusas. ¿Se lo está planteando?

Estamos planteándonos qué hacer frente a esta guerra impuesta por Rusia. Vamos a trabajar de manera coordinada con Europa. También la Ciencia va a coordinarse. Estamos en conversaciones con nuestros homólogos europeos, vamos a tener una reunión este viernes [por el de la semana pasada] y otra presencial en Marsella la semana que viene [por esta] y vamos a coordinar una respuesta unificada. Desde luego Ministerio de Ciencia y todos los de la UE están comprometidos con la paz y vamos a contribuir a ella.

loading...