Braquicefalia felina, así es el cráneo de gatos como el persa o el exótico

Mientras que el pasado 25 de febrero se aprobaba en España el Anteproyecto de la Ley de Protección, Derechos y Bienestar de los Animales, la Asociación Mundial de Veterinarios de Pequeños Animales (WSAVA, por sus siglas en inglés) se pronunciaba respecto a la cría de razas braquicéfalas. 

Jerold Bell, presidente del Comité de Enfermedades Hereditarias de WSAVA denunciaba, según recoge Diario Veterinario “los graves problemas de bienestar que existen en relación con la braquicefalia", pidiendo educar al público para que primen cuando buscan mascota la salud por encima de la estética. “El afecto del público por estas razas populares exige un mayor enfoque en la educación sobre la cría saludable y el bienestar, porque la demanda pública alterada fomentará las prácticas de cría que producen mascotas más sanas y, con el tiempo, crearán un cambio real”, apuntaba Bell. 

El problema de la braquicefalia no es algo nuevo, lleva siendo un tema de debate desde hace años en el que los veterinarios parecen estar de acuerdo en que la búsqueda de una determinada estética causada por el hombre no debería primar sobre la salud de los animales. Y es un hecho que las deformidades en la estructura ósea de los animales producen enfermedades y otros problemas de salud que acortan su vida. Es por esto que países como Holanda y recientemente Noruega, han prohibido la cría de las razas braquicéfalas, con la intención de poner fin a estos problemas.

Siempre que se habla de razas braquicéfalas se nos viene a la cabeza la imagen de perros como los Cavalier King Charles Spaniel, los Bulldogs o los Carlinos (Pugs), pero la realidad es que este problema afecta también a otras especies de animales, en concreto, a los felinos. Los persas, exóticos, birmanos y los himalayos, son algunos ejemplos de razas felinas braquicéfalas.

¿Cómo afecta a los gatos?

De la misma forma que impacta en el cráneo de un perro, la braquicefalia deforma la figura natural del cráneo del gato, según la raza, de manera más o menos extrema. Mientras que la cabeza de estos felinos suele ser alargada y estrecha, en las razas braquicéfalas se observa un acortamiento en su longitud y un ensanchamiento del cráneo.

También, estas deformaciones suelen ir ligadas al acortamiento de la tráquea y a malformaciones en la mandíbula y en los dientes, además de un conducto nasolacrimal más corto y del estrechamiento de los orificios nasales, lo que, lógicamente, conlleva a problemas respiratorios.

Existen varios niveles de radicalización de la braquicefalia, ya que, al ser una malformación creada por la mezcla de diferentes gatos que la sufren, se han ido desarrollando con el tiempo diferentes tipos. Se pueden dar hasta cuatro niveles distintos: leve, moderado, profundo y severo. 

"Los persas braquicéfalos tipo 1 (leve) son persas con cara de muñeca. Su nariz cae muy por debajo de la palanca inferior de sus ojos y tiene una protuberancia nasal distinguible con un hocico que sobresale. La mandíbula inferior está nivelada con la mandíbula superior y los dientes se alinean correctamente. La brevedad de su hocico no tiene perjuicios significativos para la salud", se detalla en las imágenes compartidas por la usuaria de la red social.

En cuanto a los gatos braquicéfalos de tipo dos (moderados), "son una transición entre una cara de muñeca y una cara plana. Al igual que los gatos tipo 1, su nariz cae por debajo del nivel inferior de sus ojos, pero a diferencia de ellos, tienen un tope más definido y muy poca protrusión nasal. Tras una inspección más cercana, aún debería estar presente una pequeña cresta en la nariz y su mandíbula inferior a veces puede exceder la longitud de la mandíbula superior".

"Los persas braquicéfalos tipo 3 (profundos) tienen una cara plana. Su nariz se encuentra con el nivel inferior de sus ojos y tienen una protuberancia nasal cóncava donde se tocan los pliegues de la piel. La mandíbula inferior sobresale más que la mandíbula superior y apunta ligeramente hacia arriba, lo que provoca un amontonamiento dental. Sus huesos faciales son desproporcionados en comparación con los gatos mesocéfalo", se detalla en el tuit.

Por último, los persas branquicéfalos de tipo 4 (graves) "son persas de tipo extremo". "Su nariz está casi al mismo nivel que el nivel superior de sus ojos y parece que su hocico está siendo comido por su cara, comenzando en la cresta/rotura de la nariz. Su mandíbula inferior sobresale significativamente por encima de la mandíbula superior. Los huesos faciales están significativamente deformados y no son naturales", concluye el texto de la imagen.

Estas malformaciones terminan en problemas de salud como la dificultad para respirar, la imposibilidad para controlar la temperatura, ronquidos, mayor sedentarismo debido a que se cansan mucho más al hacer ejercicio, dientes deformados, vómitos frecuentes, problemas cardíacos, mayor riesgo ante procesos anestésicos y menos esperanza de vida... Esto afecta a la calidad de vida de estos animales, que se consideran bonitos, pero que en muchos casos tienen serios problemas de salud que comprometen su vida.