La intimidad de Virginia Woolf, referente feminista de las letras, se recupera en el 140 aniversario de su nacimiento

  • Algunas de las obras más emblemáticas de la escritora han sido reeditadas por varias editoriales españolas.
Editoriales españolas reeditan las obras de Virginia Woolf.
Editoriales españolas reeditan las obras de Virginia Woolf.
ALMA EDITORIAL / NÓRDICA / CARPE NOCTEM
Editoriales españolas reeditan las obras de Virginia Woolf.

Cuando se cumplen 140 años del aniversario del nacimiento de Virginia Woolf, su legado sigue estando vigente y sus obras se reeditan sin cesar.

Allá donde su pensamiento puso luz, aún se ciernen algunas sombras. Disponer de un cuarto y dinero propios, señaló Virginia Woolf, era imprescindible para que una mujer pudiera escribir. Casi un siglo después la tesis de su ensayo Una habitación propia (1929) todavía resuena. Si en la década de los 70 el movimiento feminista recuperó con fuerza el legado de la escritora inglesa, en la segunda década de los 2000 su obra continúa inspirando el trabajo de numerosas autoras.

El entusiasmo: precariedad y trabajo creativo en la era digital, ensayo de la filósofa cordobesa Remedios Zafra, premio Anagrama 2017, muestra las trampas del mundo en red, regido por la lógica neoliberal. Un marco donde la ilusión y el empeño puestos en la creación cultural, precarizada y feminizada en gran parte, es instrumentalizada por un sistema que considera la labor intelectual una tarea de prosumo, doméstica, donde la producción es solo un eslabón más del inmanente y fugaz consumo personal. En Un lugar seguro (Las afueras, 2021), de Olivia Teroba, la búsqueda de un espacio -real y metafórico, interior y exterior- sigue siendo imprescindible para cultivar el impulso creador.

Los lazos de afecto y los autocuidados, además, apunta la autora mexicana, son imprescindibles para obtener las condiciones óptimas que requiere cualquier labor artística. También la publicación en castellano de Cómo acabar con la escritura de las mujeres (Dos bigotes, 2018), de Joana Russ, escrito en 1983, por ejemplo, muestra otras condiciones que han impedido históricamente la construcción de una genealogía literaria femenina. Las prohibiciones, la carencia de modelos o la acusación de falsa autoría son solo algunas de ellas.

En 2022, cuando se cumplen 140 años de su nacimiento, se reeditan varias de las obras de Virginia Woolf. En ellas seguimos descubriendo aspectos íntimos de la escritora, de sus relaciones personales con personajes clave de la época, así como de su visión acerca de la literatura femenina del siglo XIX y principios del XX. Y en especial, también, de la necesidad de romper con el arquetipo decimonónico que arrinconaba el pulso creador de las mujeres en los márgenes estrechos del ideal victoriano.

La escritora Virginia Woolf, en una fotografía de 1920.
La escritora Virginia Woolf, en una fotografía de 1920.
GEORGE CHARLES BERESFORD

'Una habitación propia'. Ensayo. Alma Editorial.

Cubierta del ensayo de Virgina Woolf 'Una habitación propia', editado por Alma Editorial.
Cubierta del ensayo de Virgina Woolf 'Una habitación propia', editado por Alma Editorial.
ALMA EDITORIAL

Si Virginia Woolf afirmó que para que las mujeres pudieran escribir era necesario disponer de dinero y espacio propios, es porque ella misma, gracias a una herencia, disfrutó de esos recursos. Una seguridad que le permitió preguntarse por la relación entre la creación artística y el género. "¿Por qué era un sexo tan próspero y el otro tan pobre? ¿Qué efecto tiene la pobreza sobre la novela?", escribió. Interrogantes que llevan a Woolf a trazar una genealogía femenina literaria a lo largo de la historia moderna. El siglo XIX cobra vital importancia. Sin predecesoras como Jane Austen, las hermanas Brontë o George Eliot, las mujeres del siglo XX no hubiera podido escribir. Todas ellas compartían una peculiar característica: "Desoyeron por completo la perpetua amonestación del eterno pedagogo: escribe esto, piensa lo otro". Ilustrada por Gala Pont, esta edición ofrece una buena ocasión para acercarse al famoso ensayo de la cabeza visible del Grupo de Bloomsbury.

'Matar al ángel del hogar'. Ensayo. Carpe Noctem.

Cubierta de 'Matar al ángel del hogar', ensayo de Virginia Woolf editado por Carpe Noctem.
Cubierta de 'Matar al ángel del hogar', ensayo de Virginia Woolf editado por Carpe Noctem.
CARPE NOCTEM

"La mujer extraordinaria depende de la mujer ordinaria", afirmó Virginia Woolf en Las mujeres y la narrativa de ficción, artículo para la revista estadounidense The Forum. Escrito en el mismo año que Una habitación propia, 1929, sumaba así a la necesidad de disponer de un espacio y de recursos económicos para poder dedicarse a la literatura, el requisito de contar con ayuda para la crianza de los hijos y las tareas del hogar. Casi un siglo después, la crisis de los cuidados pone de manifiesto la vigencia de esas condiciones. El hecho de que las mujeres hayan estado durante centurias relegadas al ámbito doméstico también limitó el tipo de literatura que se producía, más ligada a las emociones que a la experiencia. En el otro texto que compone este volumen, Profesiones para mujeres, pronunciada en 1931, señala además la necesidad de matar al "ángel del hogar", un espectro que invitaba a las mujeres a escribir según los ideales victorianos: de forma amable, tierna y pura. Woolf relata cómo consigue deshacerse de esa voz para después ser capaz de escribir ideas propias.

'Memorias de una novelista'. Cuento. Nórdica Libros.

Cubierta de 'Memorias de una novelista', cuento de Virginia Woolf editado por Nórdica Libros.
Cubierta de 'Memorias de una novelista', cuento de Virginia Woolf editado por Nórdica Libros.
NÓRDICA

Escrito a los 24 años, formó parte de su primer libro de cuentos, titulado como el que reedita Nórdica, Memorias de una novelista, acompañado el original de otras cuatro historias en las que Virginia Woolf explora el papel de la mujer en la sociedad, al tiempo que comienza a perfeccionar la forma estilística que definiría su escritura posterior. Protagonizado por la señorita Willatt, escritora de ficción, y por su biógrafa póstuma, la señorita Linsett, este relato, a modo de sátira, es una crítica al lenguaje pomposo utilizado en las biografías del siglo XIX para halagar a los difuntos, así como el papel de los escritores de la época. Willat y Linsett funcionan como contrapunto la una de la otra y sus historias se entrelazan a lo largo de las poco más de 40 páginas que lo componen. La primera no hubiera querido que su vida se hiciera pública, pero su amiga considera que el mundo debe conocer la historia de "una mujer tan admirable como retraída". Un cuento curioso que nos permite adentrarnos en el estilo más temprano de la escritora inglesa.

'Cartas a mujeres'. Literatura epistolar. Trampa ediciones.

'Cartas a mujeres', obra de Virginia Woolf editada por 'Trampa ediciones'.
'Cartas a mujeres', obra de Virginia Woolf editada por 'Trampa ediciones'.
TRAMPA EDICIONES

Virginia Woolf escribió cartas desde que era muy niña. En la primera, de 1888, tenía tan solo seis años. Se conservan cerca de 3.800, de las cuales podemos leer una muestra ilustrativa en la selección que Nora Catelli, quien también firma la introducción, ha realizado para Trama ediciones. En ellas descubrimos a una escritora más íntima, espontánea, despojada del arte de la ficción o del ensayo, donde muestra sin censura su visión del ambiente social y cultural inglés de la primera mitad del siglo xx. Aunque sus receptores fueron numerosos, en este libro las corresponsables elegidas, por su significación, son cinco: Violet Dickinson, su tutora de juventud y primer amor; la pintora Vanessa Stephen, su hermana y confidente; la poeta, novelista y diseñadora de jardines Vita Sackville-West; la escritora modernista Katherine Mansfield; la también escritora Victoria Ocampo; y la compositora y líder del movimiento sufragista Ethel Smyth.

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