Una de las primeras cuestiones que tendrá que atajar la próxima directiva del PP, la que presidirá Alberto Núñez Feijóo a partir del próximo 1 de abril salvo sorpresa mayúscula, será el problema que le explotó en las manos a Pablo Casado y Teodoro García Egea y que terminó por dinamitar su etapa al frente del partido: la sucesión en Madrid y la consolidación de Isabel Díaz Ayuso como líder territorial en consonancia con la presidencia regional. 

Si bien el partido se encuentra en una etapa de transición pilotada por Esteban González Pons, presidente del comité organizador del congreso, y Cuca Gamarra, coordinadora general lo que dure la coyuntura, como cabezas visibles, la disposición del PP es la de saciar cuanto antes la demanda de Ayuso y adelantar el congreso regional en el que aspirará a la presidencia de la formación en la Comunidad de Madrid. Un cargo que ostentan en sus regiones todos los presidentes autonómicos del PP y a lo que Casado y Egea pusieron muchas trabas. 

El todavía presidente y el dimitido secretario general se ceñían al calendario aprobado por Génova en 2020 según el cual primero se acometerían los congresos en aquellas comunidades pluriprovinciales y, por último, en las uniprovinciales. Entre ellas, Madrid. “Nosotros no adelantamos el congreso porque estamos pidiendo una información y porque, además, no tenemos por qué adelantarlo”, sostuvo Casado en una entrevista el pasado 18 de febrero, cuando negó la presunción de inocencia de Ayuso y primó que esclareciera los contratos de su hermano con la Administración antes que celebrar un congreso "secundario". 

La situación ahora ha dado un giro radical. El partido ha cerrado filas con Ayuso y la defensa de su honorabilidad ya forma parte del argumentario mismo. Una defensa que ha capitaneado el propio Feijóo, que no solo la considera "una activo incuestionable del partido", sino que se muestra "convencido de que no se ha hecho nada ilegal ni nada en contra del ordenamiento jurídico". 

Todo ello se traduce en la intención del PP, según fuentes del comité organizador consultadas por Europa Press, de acelerar todo lo posible el calendario marcado por la anterior dirección. Cabe recordar que Pío García Escudero dirige la gestora del PP de Madrid desde 2018, tras la dimisión de Cristina Cifuentes.

Conocida la predisposición del presidente gallego, a Isabel Díaz Ayuso, desaparecida también la inquina personal de la anterior dirección, este asunto ya no genera la misma ansiedad. "Ahora lo que hay predisposición es del congreso nacional, que es donde están todos los ojos puestos", aseguran fuentes cercanas a la presidenta madrileña. "Cuando la nueva dirección sea elegida ese será el siguiente paso. El calendario estaba marcado -primero las comunidades pluriprovinciales y después las uniprovinciales-, pero habrá que ver si la nueva dirección realiza modificaciones".