Las tres caras de China en el ajedrez de Ucrania: mediador necesario, aliado de Putin y potencia que espera su momento

Imagen de archivo de los presidentes de Rusia y China, Vladimir Putin y Xi Jinping.
Imagen de archivo de los presidentes de Rusia y China, Vladimir Putin y Xi Jinping.
EFE
Imagen de archivo de los presidentes de Rusia y China, Vladimir Putin y Xi Jinping.

La guerra en Ucrania tras la invasión de Rusia ha convertido el tablero geopolítico en una complicada partida de ajedrez. En ella, China es una pieza importante, pero todavía no se alcanza a saber si será caballo ganador para resolver la crisis. Parece el mediador obligado para buscar una solución diplomática por varios motivos: quiere priorizar su agenda nacional, mantiene buenas relaciones con Moscú y al mismo tiempo ha condenado, aunque no de forma tan explícita como pueda parecer, las maniobras de Putin. En todo caso, también es un rival para Estados Unidos. Washington, en cualquier caso, no puede ser el árbitro en un conflicto en el que, como líder de facto de la OTAN, es parte. Así que la única salida posible parece darse por Pekín.

Antonio Alonso, profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad CEU San Pablo, y Ernesto Pascual, profesor colaborador de los Estudios de Ciencias Políticas de la UOC, explican a 20minutos cuál podría ser finalmente el papel de China y los pros y los contras de tener al gigante asiático entre Occidente y Rusia. El Gobierno de Xi Jinping, por lo pronto, ha negado que Rusia haya pedido equipamiento militar a Pekín para reforzar su ofensiva militar y al mismo tiempo denunció la "desinformación" vertida al respecto desde Estados Unidos. Esto da buena cuenta de su compleja posición.

Precisamente para que China ejerza de árbitro el ministro español de Exteriores, José Manuel Albares, le pidió a su homólogo Wang Yi que tenga "sentido de la responsabilidad" para mediar. "Estamos ante un momento histórico que requiere de todos los líderes mundiales sentido de la responsabilidad y visión de futuro", sostuvo un Albares que insiste en el poder de las sanciones, unas medidas a las que el gigante asiático no se ha sumado todavía.

"Yo creo que China es parte de esta historia" como para ser mediador, sostiene Alonso, que recuerda que además hace solo unos meses firmó un acuerdo con Rusia. La realidad es que China "ha comprado todo el discurso de Rusia para echarle la culpa a la OTAN y su expansión hacia el Este", añade el experto. Para él, "está claro que Pekín está del lado de Moscú y no va a asomar la cabeza hasta que le compense". El enemigo común que tienen ambos "es Estados Unidos". Para Alonso, "neutral podría ser el Vaticano, que podría jugar un papel importante" para la solución.

El papel de Israel, en cambio, es el más realista. "Lo deseable sería que Putin reconociera que se ha equivocado", pero eso "no va a pasar", prosigue Alonso, que insiste en que no ve "a Pekín como moderador". Es cierto, añade, que "va a tratar en todo momento involucrarse" porque "no quiere meterse en líos". Y por una razón: "Mientras el foco esté en Rusia, no está en China". Considera, en todo caso, que la salida parece tener solo dos vías: "Una guerra nuclear o que Ucrania se rinda".

Sobre qué puede tener que ganar China en un conflicto como tal, Alonso comenta que "si se involucra" tiene "las de perder porque perdemos todos". Pero la idiosincrasia china es "no meterse en líos". En cambio, tiene bastante que ganar también porque "lo que pretenden Rusia y China es suplantar a Estados Unidos". En conclusión, Pekín (y Moscú) lo que quiere es construir "un orden internacional" bajo sus reglas, que, termina el profesor, "no se han tenido en cuenta hasta ahora".

"China tiene una alianza e intereses compartidos con Rusia pero esto no tiene por qué ser eterno"

Pascual, por su parte, considera que China "todavía tiene que decidirse" y "sí que le interesa". Está Pekín por tanto en una encrucijada porque tiene que ver si ayuda a Moscú "y se enfrenta a sanciones económicas". De momento, su posición, dice, "ha enfadado tanto a los rusos como a los ucranianos". Para él, se trata "de una neutralidad fingida". ¿Puede ejercer como mediador? "Sí, y de hecho le beneficiaría", pero de momento está "todavía en una situación en la que no se ha decantado".

"No hay aliados perpetuos ni enemigos permanentes", prosigue Pascual, que reconoce que China "tiene una alianza e intereses compartidos con Rusia" pero esto "no tiene por qué ser eterno". En ese escenario, el experto duda "de que China acabe apoyando a Rusia" sobre todo por las medidas que pueda tomar occidente contra el gigante asiático. "Yo creo que China tiene que aprovechar la oportunidad independientemente de la duración de la guerra", sentencia, si quiere "presentarse como una potencia asumible" a nivel global. "Si China corta las relaciones con Rusia la guerra acabará más rápidamente" y por eso tanto Estados Unidos como otros países están presionando.

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