Sánchez desoye la discrepancia con UP por el gasto en Defensa e incluye a Díaz en la negociación para bajar impuestos

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se ha dado dos semanas para intentar cerrar dos acuerdos clave que deberían devolver el precio de la energía a niveles normales, alejados de los picos históricos en el de la luz que se suceden desde hace meses y se han acentuado desde que empezó la guerra en Ucrania, y para evitar que esta situación revierta de forma grave en ciudadanos y empresas españolas. Uno, en la UE, que todos sus países acepten que el precio del gas -la materia más cara- deje de fijar el del resto de fuentes de energía, y otro, a nivel nacional, para que el Congreso apruebe un decreto con medidas para paliar los efectos de la guerra sobre la economía española. Antes de empezar a negociar con los distintos grupos, ya se ha encontrado con la oposición de su socio de Gobierno, Unidas Podemos, que no está de acuerdo con la bajada de impuestos que se ha apuntado y que añade a esta nueva discrepancia su oposición a incrementar el gasto en Defensa hasta llegar al 2% del PIB.

Estos dos pactos deben materializarse en el Consejo Europeo del 24 y 25 de marzo y en el decreto que aprobará el Consejo de Ministros el día 29 y, para ello, Sánchez y sus tres vicepresidentas empezarán este mismo miércoles a buscar apoyos, entre los países de la UE y entre los grupos parlamentarios, donde la falta de quorum con Unidas Podemos supondría una nueva grieta en las paredes de la coalición.

Varios portavoces de Unidas Podemos en el Congreso han mostrado su oposición al plan para bajar impuestos y subir el gasto en Defensa como respuesta española a la guerra en Ucrania, en lo que afirman que es una respuesta compartida por la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, con quien no siempre los morados están totalmente alineados.

Sin embargo, en Moncloa niegan que exista un frente de esta naturaleza -de Unidas Podemos y Díaz contra Sánchez- y, como muestra, apuntan a que la ministra de Trabajo también va a formar parte del equipo del Gobierno que a partir de este miércoles negociará con los grupos del Congreso el apoyo al decreto ley que se aprobará el 29 de marzo. 

Además de Díaz, la comitiva del Gobierno la formarán la vicepresidentas primera y tercera, Nadia Calviño y Teresa Ribera, respectivamente, y el ministro de Presidencia, Félix Bolaños, lo que en Moncloa creen que es una "demostración de la importancia que existe dentro del Gobierno" de cara a este plan, con la participación de las tres vicepresidentas, Díaz incluida. "Vamos a tener un gran pacto de país", afirman.

El PP abre la ronda

La ronda empezará con el PP y el Gobierno espera hablar con todos los grupos, también con Vox si esta vez accede a ello. Los contactos empiezan con el PP como "principal partido de la oposición" y en cuya contribución ha confiado la portavoz del Ejecutivo, Isabel Rodríguez, para un acuerdo que, ha dicho, confían en que "se va a dar" porque "la situación es inédita e histórica y un no acuerdo sería también un error histórico". 

Sobre los nubarrones que vuelven a apuntarse dentro de la coalición, Moncloa ha insistido en que las negociaciones que empiezan mañana se centrarán en el plan de respuesta a las consecuencias económicas de la guerra y no incluyen el aumento del gasto en Defensa, aunque reconocen que los partidos puedan suscitar esta cuestión si lo creen conveniente.

Ya solo el plan y la bajada de impuestos que traerá consigo ha levantado las suspicacias de Unidas Podemos y a pesar de ello, la portavoz del Gobierno ha insistido en un "importante esfuerzo en el ámbito fiscal" desde hace meses para "amortiguar el coste de la energía", con bajadas y exenciones de impuestos que Sánchez avanzó este lunes que se "mantendrán".

En todo caso, el ala socialista del Gobierno ha insistido este martes en que el llamado "plan nacional de respuesta a las consecuencias económicas de la guerra" no supondrá diferencia con Unidas Podemos. Según Rodríguez, esta cuestión se ha tratado este martes en el Consejo de Ministros y "todos los departamentos van a trabajar en la respuesta a esta situación". 

"La posición del Gobierno es única y se manifiesta en el Consejo de Ministros", ha indicado la portavoz, que también ha señalado que, fuera del Ejecutivo, Unidas Podemos podrá mostrar su punto de vista como el resto de partidos con los que se reunirá el Gobierno a partir de mañana para recabar apoyos a una plan todavía desconocido pero en el que Sánchez afirmó este lunes que habrá bajada de impuestos, previsiblemente al menos en los carburantes.

"La posición del Gobierno es única y las formaciones políticas pueden expresar sus matices y dada la trascendencia de la situación, el Gobierno hará un ejercicio de apertura para que este plan de respuesta cuente con un apoyo mayoritario de todos los grupos", ha dicho la portavoz.

Además de con los grupos, el lunes que viene las ministras del ámbito económico, empezando por la de Hacienda, María Jesús Montero, se reunirá con los consejeros autonómicos para ir "al detalle" del pacto que se acordó con las comunidades en la Conferencia de Presidentes. Por la tarde de ese mismo 21 de marzo, el Gobierno se verá con los agentes sociales "para incorporar cuestiones que tienen que ver con evitar que las consecuencias económicas afecten a los más vulnerables y proteger a los sectores más afectados".

Gira europea

Esta es la agenda que el Gobierno ha trazado dentro de España para ganar apoyos a su plan de respuesta a la guerra, que el Gobierno hace depender de otro acuerdo que se alcance antes en el seno de la UE, en el Consejo Europeo del 24 y 25 de marzo que espera que termine con un acuerdo para desacoplar el precio del gas del que se fija para el total de la energía que se consume, de modo que la fuente más cara termina fijando el precio de las demás, más baratas y limpias como el caso de las renovables. 

Esta posibilidad figura en la propuesta de la Comisión Europea y la que viene defendiendo el Gobierno español desde hace meses. Para intentar asegurarse que sale adelante dentro de una semana, Sánchez empezará este miércoles una ronda de contactos con de momento ocho primeros ministros de otros tantos países de la UE.

La primera parada será en Madrid, donde se verá con el primer ministro de Croacia, antes de volar por la tarde a Eslovaquia. Al día siguiente, visitará Rumanía y el viernes estará en Roma, donde se reunirá con los primeros ministros de Italia, Portugal y Grecia, con quienes comparecerá en rueda de prensa conjunta, como también hará mañana en Moncloa con el croata.

También el viernes, por la tarde, Sánchez se desplazará a Berlín, donde tendrá una cena de trabajo con el canciller alemán, Olaf Scholz, y la gira terminará el 22 de marzo en Dublín, en otra cena de trabajo con el primer ministro irlandés, Micheál Martin.

No obstante, Moncloa apunta que la agenda está "abierta" y no se descarta que pueda verse con más dirigentes o que cambien las fechas. De momento, en la no está el presidente francés, Emmanuel Macron, con quien Moncloa ha indicado que Sánchez ha hablado en repetidas ocasiones, la última vez el pasado fin de semana en Versalles.

Este lunes, el presidente dijo contar con una "amplia mayoría" entre sus colegas europeos a favor de la propuesta de desacoplar el precio del gas del de la energía y fuentes del Gobierno han afirmado este martes que entre los dirigentes a los que verá en los próximos días los hay de todas las posiciones. Desde los que más en línea están con España como Italia o Portugal a otros que tienes mayores reticencias, como Alemania, por su mayor dependencia del gas ruso.