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El presidente de La Palma: "Queremos una ley de volcanes para obligar a los vecinos a asegurar sus casas"

Mariano Hernández Zapata, presidente del Cabildo de La Palma.
Cabildo de La Palma

Este sábado se cumplen seis meses desde que el destino de la isla de La Palma cambió de nuevo. Como en 1971, en septiembre de 2021 volvió a erupcionar un volcán que aún no tiene nombre y que se llevó por delante las esperanzas de muchos vecinos. Una prueba de fuego que el presidente del Cabildo, Mariano Hernández Zapata (Los Llanos de Aridane, 1982), todavía intenta capear. Ya con el volcán apagado, el presidente más joven de la administración que agrupa a los ayuntamientos de la isla se centra en volver a conseguir que todos los evacuados tengan una casa y en recuperar los caminos.

Mientras tanto, pide al Gobierno en esta entrevista con 20minutos la aprobación de una ley de volcanes que proteja a los vecinos de una nueva erupción que no descarta, se defiende de las críticas por la tardanza en dar todas las ayudas y cuenta la apertura de un proceso participativo para que los vecinos elijan qué nombre llevará un volcán que recordarán siempre.

El sábado se cumplen seis meses desde que comenzó la erupción del volcán de La Palma, ¿cuál es el balance?

En seis meses de la vida de una persona no sé si podrían pasar tantas cosas como han pasado aquí, pero me quedo con la unidad entre administraciones, que hemos intentado dar certezas y mitigar el dolor de tantos damnificados que lo han perdido todo. En esas dos prioridades estamos: en darles una vivienda a todas las personas que perdieron la suya e intentar recuperar las comunicaciones en la isla.

Le he leído en alguna otra entrevista que desde que erupcionó el volcán, usted no volvió a dormir igual, ¿ha recuperado ya el sueño? ¿Se le ha ido la angustia?

He cambiado la angustia por la preocupación y la responsabilidad de querer dar respuestas a quien las necesita. Aún hay 400 personas en los hoteles turísticos de la isla. Y hay muchas otras que están en casa de familiares y amigos. Bien es cierto que se han entregado 100 viviendas, se están construyendo otras 126 y se ha aprobado una ayuda para el alquiler, pero nos queda camino hasta que el 100% de las personas desalojadas encuentren una alternativa habitacional.

¿Cómo fueron aquellos primeros días de la erupción?

Nosotros conocíamos el Teneguía, que erupcionó en 1971. Entonces teníamos la percepción de que los volcanes eran buenos porque ese estaba muy cerca de la costa y no provocó daños, pero nos hemos encontrado con un volcán que se ha llevado por delante más de 3.000 viviendas, 70 kilómetros de carreteras, casi 400 hectáreas de plataneras y barrios enteros. El dolor ha sido inmenso y ha estado acompañado por la impotencia de ver avanzar esas coladas y no poder hacer nada.

Ha comentado usted las soluciones para las personas que perdieron su casa, pero ¿qué pasa con la gente que perdió su trabajo?

Los principales afectados han sido agricultores y gente que tenía viviendas turísticas. Para los primeros hemos repartido 13,5 millones de euros y hemos conseguido el compromiso de la Comisión Europea para recuperar esos cultivos con proyectos en los que ya trabajamos y que serán atractivos, novedosos y más sostenibles si cabe para recuperar esas plataneras sobre las coladas.

¿Cuánto tiempo se tardará en recuperar esos cultivos?

Estimamos que un período mínimo de cinco años. Hay que dejar que se enfríe. Tenemos un mapa de calor que nos ha hecho el IGME, que establece un período de enfriamiento medio de en torno a los dos años. A partir de ahí se podría iniciar esa construcción y reiniciar el cultivo.

¿Descarta alguna nueva erupción en un corto período de tiempo?

Aquí no se descarta nada, pero sí espero que no sea pronto. Somos de los territorios volcánicos más jóvenes y la demostración es este volcán, que aún no tiene nombre. Queremos que se apruebe en el Congreso de los Diputados una ley de volcanes, para que en caso de que se repita tardemos menos aún en dar respuesta a los ciudadanos. Además, también servirá para darles cobertura y para obligar a que todos tengan aseguradas sus viviendas, lo que hubiera sido clave en la aportación de soluciones en esta emergencia.

¿Cómo se puede argumentar jurídicamente la obligatoriedad de que todas las familias tengan un seguro de su vivienda?

Como se puede hacer cuando tienes un vehículo. En territorios volcánicos es necesario.

¿Le van a poner nombre al volcán?

Se ha abierto un proceso participativo para que lo elijan los vecinos. Pero no solo para el volcán, sino para la planificación futura del Vallo de Aridane.

El pasado domingo hubo una manifestación de afectados coincidente con la Conferencia de Presidentes, se quejaban de que las ayudas o no llegan o tardan mucho.

Reconocemos que la administración no siempre es rápida, pero si se compara con otras emergencias, no ha tenido que ver la velocidad que hemos tenido. Nos encantaría repartir dinero sin ningún tipo de documentación, pero luego van a venir a tocarnos a la puerta y a preguntar por qué dimos unas ayudas y no otras. Tenemos que ser rigurosos. El Consorcio de Compensación de Seguros ha ingresado ya casi 160 millones de euros, una media de 130.000 euros por vivienda. 

En cuanto al pago de donaciones, el Cabildo ha recibido una importantísima ayuda de solidaridad de toda España, que asciende a 13 millones, de lo que hemos repartido más de seis millones, llegando al 95% de toda la sociedad damnificada con ayudas de entre 2.000 y 3.000 euros. También los ayuntamientos han repartido el 100% de sus ayudas y ahora estableceremos una segunda fase para darle 10.000 euros a cada familia que haya perdido su vivienda habitual. El Ministerio del Interior, además, también aprobará ayudas de hasta 60.000 euros.

Uno de los grandes logros fue que no hubo fallecidos, ¿no?

Hay una persona que no está claro por qué falleció, pero sí. Una de las claves fue la excelente gestión de las emergencias. En los días previos a la erupción hablamos con los vecinos y estábamos preparados.

Haga un poco de autocrítica. He escuchado a vecinos quejarse porque no hicieron el suficiente hincapié en insistirles con que aseguraran su casa. ¿En qué pudo fallar la administración?

El conocimiento científico era bastante justo. Respecto a los fallos… el enjambre sísmico los días previos estaba situado más al sur y quizá deberíamos haber ampliado más el perímetro.

¿Qué nota le pone al Gobierno de España en esta cuestión?

Apruebo al Gobierno. Les hemos sentido cerca desde el minuto uno, aunque es cierto que la dimensión del problema de La Palma es manejable. Espero que sigamos sintiendo ese apoyo hasta el final. Las diferentes peticiones que hemos hecho se han ido cumpliendo, no al 100%, pero sí en un alto porcentaje. Cuando veamos que no se cumplen los compromisos adquiridos, seremos los primeros en alzar la voz, pero la situación es desbordante. Estamos hablando de que los daños superan los 1.000 millones de euros, cuando el presupuesto del Cabildo para 2022 es de 180 millones. Por tanto, si no nos apoyasen, estaríamos absolutamente perdidos.

La colaboración con que se dio respuesta al volcán también se ha podido ver en la Conferencia de la Palma, donde se cerró un acuerdo insólito, ¿tiene La Palma el hechizo de la “unidad”?

Nuestra clave ha sido tener claro que este era un problema que nos superaba a todos y que teníamos que estar unidos. Yo me quedo con las del rey Felipe VI estos días, que decía que el problema de La Palma es un asunto de Estado y que juntos saldremos adelante.

¿Cuál es su valoración de la caída del todavía presidente de su partido, Pablo Casado?

No ha sido sencillo. No es agradable que se den este tipo de situaciones en cualquier ámbito de la político, sobre todo entre compañeros. Ahora todos tenemos que cerrar filas en torno a la figura de Alberto Núñez Feijóo y aprovechar esto como una oportunidad, como queremos hacer en la isla con el volcán. Pues que el cambio sea una oportunidad para que los españoles nos sigan viendo como alternativa de Gobierno, que falta le hace al país con todo lo que nos está tocando vivir. Es verdad que antes he aprobado al Gobierno, pero también soy crítico con el alza de precios, con que haya radicales en el Ejecutivo, como son los de Podemos, o como los apoyos de Bildu o ERC. Esperamos ser capaces de darle la vuelta.

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