Se avecinan nuevos choques en el Gobierno de coalición. La vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz, ha rechazado de plano este viernes la cesión de Moncloa en el conflicto en el Sáhara Occidental, asumiendo el plan de autonomía propuesto por Marruecos desde 2007. 

"Reafirmo mi compromiso con la defensa del pueblo saharaui y con las resoluciones del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. Toda solución al conflicto debe pasar por el diálogo y el respeto a la voluntad democrática del pueblo saharaui. Seguiré trabajando en eso", ha manifestado Díaz, líder de la coalición de Unidas Podemos en el Gobierno, a través de su cuenta de Twitter.

Ione Belarra, ministra de Derechos Sociales y secretaria general de Podemos, por su parte, también ha mostrado su rechazo a esta histórica decisión con respecto al conflicto en el Sáhara Occidental, un cambio de postura con respecto a la que ha venido manteniendo España desde 1978.

Para expresar su postura contraria, Belarra ha evocado las resoluciones de Naciones Unidas en las que se conmina a "una solución política justa, duradera y aceptable para todas las partes" que "prevea la libre determinación del pueblo saharaui". "España no debe apartarse del Derecho internacional", advierte la ministra.

Así ha replicado la también ministra de Trabajo, líder de Unidas Podemos en el Ejecutivo de coalición, después de que la Casa Real marroquí haya hecho pública una carta del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, al rey Mohamed VI en la que, según Rabat, sostiene que el plan de autonomía para el Sáhara Occidental planteado por Marruecos en 2007 constituye "la base más seria y realista" para lograr una solución a este conflicto.

Poco después, desde Moncloa han emitido un comunicado en el que no niegan el contenido de la carta revelada por Marruecos y aplauden el inicio de una "nueva etapa" en la relación con Rabat basada en el respeto mutuo y con la vista puesta en garantizar tanto la estabilidad como la integridad territorial de ambos países.

Todo ello después de casi un año de crisis diplomática entre España y Marruecos, abierta en mayo de 2021 tras conocerse que el líder del Frente Polisario, Brahim Ghali, estaba ingresado en un hospital de Logroño para ser tratado de coronavirus. En esos días se produjo la entrada masiva de miles de migrantes en Ceuta y Rabat retiró a su embajadora en Madrid, que aún no ha regresado. Unas semanas después, Sánchez anunció la salida de la ministra de Asuntos Exteriores Arancha González Laya, a la que Marruecos consideraba la principal responsable de lo ocurrido.

"Hoy iniciamos una nueva etapa de la relación con Marruecos basada en el respeto mutuo, el cumplimiento de los acuerdos, la ausencia de acciones unilaterales y la transparencia y comunicación permanente", asegura el comunicado de Presidencia del Gobierno, dando así por cerrada la crisis diplomática.

Como Díaz, Podemos también se ha desmarcado del presidente del Gobierno y ha subrayado que la "única solución" para el Sáhara Occidental pasa por implementar el Derecho Internacional, que pauta un referéndum y "respetar la libre autodeterminación" del pueblo saharaui, en palabras de la eurodiputada y responsable del área internacional de la formación, Idoia Villanueva.

Fuentes del partido morado han explicado también que no pueden compartir esta propuesta, con la que, según apuntan, se rechazaría de facto el 'mutuo acuerdo' ya que "ni el Frente Polisario ni Argelia aceptarían" el mencionado plan de autonomía de Rabat.