Las obras del que será el primer tramo del carril bici de la Castellana comenzarán, finalmente, la próxima semana, tras más de tres meses de retrasos. Las máquinas iniciarán la ejecución del carril bici entre Plaza Castilla y Nuevos Ministerios en "la última semana de este mes, una vez se hayan suscrito el contrato de seguridad en el trabajo", ha anunciado el delegado de Medio Ambiente y Movilidad en la comisión del ramo.
Las obras durarán doce meses, por lo que estos primeros 2,2km podrán ser recorridos por los usuarios de bicicletas en 2023. Asimismo, los vehículos que transiten por la vía no verán afectado su espacio de circulación, dado que la vía ciclista se materializa reordenando y eliminando las plazas de aparcamiento y manteniendo el mismo número de carriles existentes en la actualidad, excepto en el lateral oeste en el entorno de la Plaza de Castilla y en la zona de los túneles de Azca, donde el proyecto incluye una remodelación viaria.
Al tiempo en que los ciclistas estrenen su carril entre Plaza de Castilla y Raimundo Fernández Villaverde, el Ayuntamiento iniciará las obras para ejecutar los cinco tramos restantes. Estos permitirán extender la infraestructura desde Emperador Carlos V, en Atocha, hasta Nuevos Ministerios.
Concretamente son 500 metros de carril bici entre Raimundo Fernández Villaverde y la plaza de San Juan de la Cruz; 800 metros entre San Juan de la Cruz y la glorieta de Emilio Castelar; 1 kilómetro desde Emilio Castelar hasta la plaza de Colón; 800 metros entre Colón y la plaza de Cibeles, y 1,3 kilómetros entre Cibeles y la glorieta del Emperador Carlos V en Atocha.
La mayor parte del nuevo recorrido discurre por el bulevar. Para instalar ahí el carril tendrán que reubicar las bandas de estacionamiento y se eliminarán 134 plazas. En cualquier caso, el Ayuntamiento defiende que en lugar de aparcar en línea se hará en batería para "para minimizar la pérdida de plazas". Con esta solución se permite mantener los dos carriles de circulación y la banda de aparcamiento junto a las edificaciones existentes para conseguir preservar el funcionamiento del tráfico en condiciones similares a las actuales.
Por otro lado, el carril bici estará separado de los coches y peatones por una banda de arbustos. Una "solución de urbanización sostenible separando el carril bici el paseo peatonal del bulevar y de la banda de aparcamiento por un parterre longitudinal con plantaciones arbustivas" que permitirá "la integración del carril bici en el entorno, así como un alto nivel de segregación del resto de usuarios de la vía", explican desde Cibeles.
Asimismo, la infraestructura permitirá "la mejora de la calidad ambiental" disminuyendo hasta un 10% los desplazamientos que ahora se hacen en coche o moto. El trasvase modal se calcula- según explican las fuentes municipales- teniendo en cuenta únicamente los vehículos cuyo origen y destino se encuentra en el eje de Castellana, lo que implica una reducción acumulada de más de un millón de kilómetros anuales en coche y la disminución de 187 toneladas de CO2 y 319.000 kilogramos de NOx.
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