Calviño asegura que Argelia va a seguir dando "seguridad" en el suministro de gas a España pese a la crisis diplomática

La vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital, Nadia Calviño, ha asegurado este lunes que el suministro de gas procedente de Argelia no corre peligro tras la crisis diplomática desatada entre ambos países tras el histórico cambio de postura del Gobierno español respecto del Sáhara Occidental.

"Argelia es un socio muy importante para España, que ha venido proporcionándonos estabilidad en el suministro de gas y con el que estamos en un proceso de diálogo y de cooperación constante", ha dicho la vicepresidenta, que ha afirmado también que el país norteafricano "va a seguir proporcionándonos esa seguridad en el futuro".

"Estamos trabajando constantemente en un diálogo permanente con nuestros vecinos argelinos, con los que nuestro objetivo tiene que seguir siendo tener una relación positiva y que garantice el mantenimiento de ese suministro de gas", ha expresado Calviño. "Quiero lanzar un mensaje de tranquilidad y confianza. Estamos trabajando estrechamente con todos nuestros socios del norte de África para responder en primer lugar al interés general de los ciudadanos españoles y para garantizar los suministros de gas", ha añadido.

Preguntada sobre si teme que la cuestión saharaui empañe sus relaciones con el socio minoritario de la coalición -Unidas Podemos-, Calviño ha sostenido que "la política exterior es competencia del presidente del Gobierno, que es quien determina cuál tiene que ser la orientación de todo el Gobierno". La vicepresidenta ha señalado también que el acuerdo ha sido valorado "positivamente" por las instituciones europeas. 

Horas antes de las declaraciones de Calviño, la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, criticaba el viraje del Gobierno sobre el Sáhara Occidental, del que dijo no compartirlo "en absoluto". Díaz aseguró que no comparte "las formas" ni tampoco el contenido de la decisión de Sánchez, al que reprocha que no consultara a sus socios.

Giro en la política exterior

El pasado viernes, el Gobierno dio un giro en sus relaciones con Marruecos al asumir la "iniciativa marroquí de autonomía" para el Sáhara Occidental que la monarquía alauí presentó en 2007 como "la base más seria, creíble y realista" para la resolución del conflicto. En una carta difundida por la monarquía marroquí, Sánchez reconoce al rey Mohammed VI "la importancia de la cuestión del Sáhara para Marruecos". 

El volantazo del Gobierno pone fin a casi medio siglo en que la posición de España en el conflicto del Sáhara era la de la celebración de un referéndum de autodeterminación en el que los saharauis decidieran libremente su destino. La nueva postura de España ha generado roces con Argelia, firme defensor del Frente Polisario, un movimiento político que controla una porción de la antigua colonia española.

La tensión en las relaciones entre España y Argelia no es una cuestión baladí, y menos en pleno auge de la crisis energética tras la invasión rusa de Ucrania. Según datos de Cores, el 43% de las importaciones de gas de España en 2021 procedían de Argelia, una fuente de gas que, en pleno proceso de desconexión energética de Europa respecto de Rusia, está cada vez más cotizado.