Encuesta DYM | El 63,8% de los votantes del PSOE habría preferido la abstención para evitar a Vox en Castilla y León
- También la mayoría de votantes populares (53,2%) hubiera optado por esta vía para alcanzar la gobernabilidad en Castilla y León.
- La inmensa mayoría de los votantes de Vox (91,6%) aplaude el acuerdo con el PP.
Una mayoría sólida de votantes socialistas (63,8) habría dado vía libre al gobierno en solitario de Alfonso Fernández Mañueco en Castilla y León para evitar, así, el debut en un ejecutivo autonómico de Vox. La misma opción que hubiera preferido el grueso de los votantes populares (53,2%). El aspecto diferenciador, y significativo, entre ambas posturas radica en que, mientras un 73,2% de los votantes del PSOE hubiera ligado el resultado electoral a unas nuevas elecciones, tan solo uno de cuatro votantes del PP hubiera optado por la repetición de los comicios.
Pero de los datos recabados por DYM para 20minutos también se desprenden otras lecturas: algo más de la mitad (51,9%) de los ciudadanos consultados considera que la presencia de Vox en el gobierno castellano y leonés -el partido de Santiago Abascal contará con Juan García-Gallardo como vicepresidente sin cartera y con hasta tres consejeros- condicionará la legislatura. Es decir, los electores perciben que los postulados de Vox tendrán su marcado reflejo en el gobierno de la región y conducirán la legislatura hacia posiciones menos templadas.
La posición granítica de Vox desde la misma noche electoral, poniendo encima de la mesa la disyuntiva del acuerdo esbozado o la repetición de elecciones, se apuntala con el criterio de sus votantes: el 91,6% abraza el acuerdo con el PP. También es cierto que descongelar las relaciones con Vox, al punto de aliarse para gobernar una plaza importante como Castilla y León, es visto con agrado por el votante del PP. Un 65% prefiere el acuerdo firmado entre Mañueco y García-Gallardo frente al 25,4% antes mencionado, cuya preferencia era la de una repetición electoral.
El pacto también genera la aprobación y el rechazo acentuado entre las posiciones más remotas: mientras solo un 4,1% de quienes se declaran de izquierdas aprueba el acuerdo, el 79,2% de los que se posicionan en la derecha lo avala. Además, si el 88,2% de la izquierda y el 77,7% del centroizquierda hubieran abocado la situación a unas nuevas elecciones. el 67,3% de la derecha aplaude el acuerdo. En definitiva, el acuerdo solivianta las posiciones políticas por ambas trincheras y genera una falla en la política española.