Ha llegado el momento de que PSOE y PP dejen de repelerse, de que se aboquen mutuamente a pactar con "partidos radicales o nacionalistas" para gobernar y allanen el camino hacia los grandes acuerdos. Así lo considera la gran mayoría de los votantes socialistas (86,8%) y populares (79,8%) y aún en mayor proporción los votantes de Ciudadanos (89,6%), el partido cuya vocación era la de ejercer como bisagra para facilitar la gobernabilidad a uno y otro lado.

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Los votantes de Vox y Unidas Podemos, aquellos que podrían sentirse aludidos con el enunciado de la pregunta, se muestran menos proclives a este giro en la política de pactos instaurada, si bien el grueso de sus votantes también se muestran favorables. Se trata de una cifra muy pareja: 64,1% del electorado de Santiago Abascal y un 63,9% de los votantes morados. 

En definitiva, el 74,4% de los electores, independientemente de sus simpatías ideológicas, consideraría beneficioso un deshielo entre Ferraz y Génova, por lo menos en lo referente a cuestiones de interés general, según se desprende del sondeo de DYM para 20minutos.

A tenor de lo expuesto, son los votantes más polarizados quienes muestran más recelos. El 29,3% de los de Unidas Podemos y el 30,6% de los de Vox, lo que supone alrededor de uno de cada tres votantes. Si la entrada en los gobiernos de Unidas Podemos y sus plataformas no estuvo exenta de polémica, tampoco lo ha estado el reciente debut de Vox en un gobierno autonómico. La nota común de ambas vías es que fueron precedidas por el rechazo de PSOE y PP.