Daniel Jiménez, sobre 'El gran juego de la oca': "En 'El plagio' he contado la estafa que destrozó la vida de mi familia"

Daniel Jiménez, en una imagen promocional de su nuevo libro, 'El plagio'.
Daniel Jiménez, en una imagen promocional de su nuevo libro, 'El plagio'.
EDITORIAL PEPITAS DE CALABAZA
Daniel Jiménez, en una imagen promocional de su nuevo libro, 'El plagio'.

Daniel Jiménez (Madrid, 1981) alcanzó su primera notoriedad literaria hace seis años con su primera novela, Cocaína, que ganó el premio Dos Passos. Luego ha publicado, siempre con éxito, más novelas y libros de relatos. Pero esta vez, con El Plagio (ed. Pepitas de Calabaza) ha soltado los terribles demonios que llevan amargando la existencia de su familia desde hace treinta años. Unos demonios reales, con nombres y apellidos que Daniel Jiménez no quiere dar.

"Tienes razón, no es una novela", sonríe Daniel, "todo lo que cuento ahí sucedió de verdad. Yo solo le he dado forma literaria". Bien, pero, ¿qué fue lo que pasó? "Hace treinta y tantos años, mi padre tuvo una idea genial", comienza Daniel, que habla con la paciencia de quien ha contado esto mismo muchas veces. Su padre es Juan Jiménez, una leyenda de la música pop española: compositor y miembro, durante cinco décadas, del grupo Los Pekenikes. Hoy tiene 74 años.

"Se le ocurrió un formato para un concurso de televisión. Se basaba en el juego de la oca, pero los concursantes caminaban por un tablero gigante, lanzaban un dado electrónico, hacían pruebas según las casillas en las que cayesen… Presentó su idea en la única televisión que había entonces, la pública. Le convencieron para que él financiase y grabase un programa piloto. Y mi padre lo hizo", cuenta.

Cubierta del libro 'El plagio', de Daniel Jiménez.
Cubierta del libro 'El plagio', de Daniel Jiménez.
EDITORIAL PEPITAS DE CALABAZA

Juan Jiménez vendió todo lo que tenía, hipotecó su casa, vendió el pub que había abierto en Majadahonda (se llamaba 1920), se endeudó hasta las cejas: 64 millones de aquellas pesetas, unos 385.000 euros actuales. Y grabó el programa en una nave industrial. Los concursantes, según su idea, eran niños. "Yo era uno de aquellos niños", dice Daniel, "y recuerdo que aquel concurso lo gané yo".

"En televisión le dijeron que esperase un poco, que quizá no era el momento. Y le pidieron que grabase otro programa. Se gastó aún más dinero. Pero mientras tanto aparecieron en España las televisiones privadas. Tres directivos de TVE se fueron a una de aquellas cadenas. Y se llevaron el programa que había ideado mi padre. Sin decirle nada. Primero lo llevaron, gracias a un testaferro, a Italia, a la Rai2, para poder decir que el formato inventado por mi padre era italiano. Pero era mentira, era una coartada: mi padre lo tiene todo registrado, era suyo. Luego lo trajeron a España y se emitió durante años con un enorme éxito y grandes beneficios. En España y en Latinoamérica. Mi padre no vio nunca un duro. Se arruinó. Aquello destrozó la vida de mi familia hasta hoy", lamenta.

La pregunta sale sola: ¿quiénes fueron? Porque en El plagio, Daniel Jiménez no da sus nombres. Los llama "el ladrón nº 1", el número 2 y el número 3. Daniel deja de sonreír: "No voy a decir yo eso. Mi padre está escribiendo su propio libro, que saldrá dentro de poco, donde están todos los detalles, todos los nombres, fechas y cantidades. Es su guerra y ojalá la gane. Lo que yo he contado no es la peripecia judicial sino el drama que ha vivido mi familia desde que yo era niño".

Una fotografía del programa 'El gran juego de la oca'.
Una fotografía del programa 'El gran juego de la oca'.
DANIEL JIMÉNEZ

Juan Jiménez denunció a los tres ladrones. Lo que no sabía era que el abogado que contrató estaba comprado por ellos, como él mismo admitió. Y convenció al músico para que hiciese exactamente lo contrario de lo que había que hacer para ganar el pleito. Naturalmente, Juan perdió. ¿Ante quién admitió el soborno el abogado felón? "Ante mi padre", dice Daniel, "que le estaba grabando con un aparatito como ese que tienes tú. El tipo le dijo: 'Juan, es que me pusieron delante tanto dinero que no pude decir que no'. Luego le ofreció 300.000 euros. Mi padre los rechazó porque lo que quería, además de los beneficios que le habían robado (unos 20 millones de euros) era que se hiciera justicia. Ahora es ese abogado traidor el que está denunciado”.

El plagio cuenta todo eso, pero sobre todo explica cómo Juan Jiménez, arruinado, casi se volvió loco. "Aquello fue una catástrofe", dice Daniel. "Pasamos de tener una vida desahogada, planes, sueños y proyectos, a la pobreza. A que nos desahuciaran. A no tener cumpleaños ni regalos de Reyes. Y sobre todo a vivir con una persona obsesionada, que no sabía o no podía pensar en otra cosa más que en la estafa. Aquel robo fue un agujero negro que se llevó la vida de mi familia. Lo destruyó todo, nos destruyó a todos. Y los tres ladrones, y el abogado traidor, siguen ahí, viviendo y trabajando y mandando".

¿Por qué ha escrito Daniel Jiménez este libro? "Para perdonar a mi padre, con el que muchas veces me he llevado mal, y para perdonarme a mí, que no supe entenderle. No supe comprender por qué nunca se quiso rendir, olvidar, pasar página. Pero ahora yo mismo soy padre y entiendo muchas cosas".

El programa, que empezó llamándose El gran Juego de la Oca, se emitió por primera vez en Antena 3, el 2 de octubre de 1993. Fue un bombazo. Años después se emitió en Telecinco. Ahora quizá vuelva a emitirse, aunque en Argentina. Y Juan Jiménez sigue sin rendirse.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento