Los altas esferas de Sálvame están siendo investigados por haber participado supuestamente en una red para hacerse con información privada de cientos de famosos, según ha informado La otra crónica.

De ser cierta esta información que se ha conseguido en la Operación Luna, habrían cometido un delito de revelación de secretos y de descubrimiento que podría tener entre "uno y tres años de cárcel" por cada una de las víctimas. 

En el sumario de la investigación se señala que "se puede afirmar que es la dirección de Sálvame la propulsora de la búsqueda y obtención de la información íntima reservada".

Ya en 2018 Gustavo González fue imputado por estos hechos y fue entonces cuando comenzaron las investigaciones de una operación mayor que engloba también al resto del programa.

Un auditoría reflejó que Ángel Jesús Fernández Hita, agente de Policía, estaba consultando información sobre decenas de famosos de las mismas bases policiales, como DiStefano, Omar Montes, Álex Casademunt o Belén Esteban. Esto alertó a los investigadores, que descubrieron que el padre de Gustavo González era amigo del mencionado policía. 

Por ello, ordenaron pinchar los teléfonos de ambos para investigar la relación que mantenían y se percataron que el periodista utilizó la información recopilada por dicho agente para revelarla en Sálvame. Así consiguieron las pruebas suficientes para imputarles dichos delitos.

Después de estos hechos, La Fábrica de la Tele también fue imputada, además de a David Valldeperas, el que en esos momentos era el director del programa. Alberto Díaz, otro de los encargados de dirigir el formato, no ha sido relacionado con el caso porque no hay mensajes en su teléfono que refleje que ha estado implicado, como sí sucede con los demás acusados.

La Fabrica de la Tele estar imputada por estos hechos

Este sábado, La Fábrica de la Tele ha querido desmentir esta información difundida por El Mundo a través de un comunicado. "Ni la policía ni ninguna autoridad judicial han adoptado ninguna medida de investigación respecto a La Fábrica de la Tele", aseguran.

"La Fábrica de la Tele y las personas que la integran han actuado siempre en el marco de la ley y dentro de su actividad periodística y en el legítimo ejercicio del derecho a la información, por lo que son absolutamente falsas las atribuciones de actividad de espionaje", comienzan el comunicado.

La productora se desmarca de la investigación, asegurando que tan solo se trata de un proceso judicial en el que está involucrado Gustavo González. "Lo que se investiga es la naturaleza del vínculo que mantenía un periodista con una larga trayectoria profesional con una de sus fuentes, un agente de policía", expresan.

"Ninguno de los documentos que figuran en el procedimiento judicial proceden de ningún archivo o dispositivo de la productora, ni de ninguno de los miembros del equipo de redacción de Sálvame ni de ninguno de los programas que produce. Y las informaciones que apuntan en esa dirección son falsas", concluyen.