"Usted no viene aquí por voluntad propia, viene por la voluntad unánime de los grupos parlamentarios y porque se lo exige su participación en un Consejo Europeo. Si no, dudo mucho de que lo tendríamos hoy aquí". La portavoz parlamentaria del PP, Cuca Gamarra, replicó con tono duro el largo discurso del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en el Congreso, cuestionando desde sus ganas de comparecer hasta el plan de choque al giro con respecto al Sáhara Occidental. 

El plan aprobado este martes por el Gobierno para hacer frente a las consecuencias de la guerra en Ucrania es, para Gamarra, claramente "insuficiente", por lo que ha pedido una vez más la dimisión de Sánchez, acusándolo de llevar a la sociedad española a una situación de colapso. "Quería desacoplar el gas pero lo único que vive desacoplado de la realidad es usted", ha acusado al presidente del Gobierno.

El paquete de medidas desgranado previamente por Sánchez lo resumió Gamarra en "una patada hacia delante" que, además, llegaba tarde y después "tres semanas de miopía" mientras el resto de socios europeos "actuaban de forma urgente". Acusó también la portavoz al Gobierno de haber "demonizado de forma inadmisible a unos transportistas desesperados por trabajar a pérdidas", algo por lo que "bajo cualquier estándar europeo de rendición de cuentas ya tenía que haber dimitido".

Entonces, la portavoz bifurcó la crítica hacia la vicepresidenta económica, Nadia Calviño, de quien dijo ser "a las previsiones macroeconómicas lo que Fernando Simón a las previsiones sanitarias". Resumió Gamarra su crítica arrojándole a Sánchez que el suyo "era el peor gobierno en el peor momento posible", con un reproche especial de su partido, el socialista, que "arruina a las clases medias y trabajadoras una vez cada 10 años", exactamente lo que tarda, a juicio de la portavoz popular, el PP "en arreglar sus destrozos".

"Yo no se puede exigir sacrificios a los españoles mientras el Gobierno vive a cuerpo de rey. Puede ahorrar hasta 60.000 millones de euros mejorando la eficiencia del gasto público, y eso ya es una obligación moral para un gobierno, y en su plan de choque ni hoy le ha dedicado ni una sola palabra", reivindicó Gamarra las propuestas de su grupo. Más tarde recordaría, al hilo de la bajada de impuestos, los acuerdos adquiridos entre Sánchez y los presidentes autonómicos en La Palma, un pacto que no entra en los planes del Gobierno. "La única excepcionalidad de España es su gobierno, que es un problema para los españoles, y su fracaso, un clamor social".

La insuficiencia, arguyó la portavoz, no se debe solo alcance, sino también a la temporalidad de las medidas, "de abril a junio y algunas ni eso": "6.000 millones de euros de ayudas tardías y débiles alivios fiscales, junto con una nueva ronda de créditos ICO por valor de 10.000 millones son insuficientes para hacer frente a una crisis energética que cada vez recuerda más al shock de 1973".

La carta "chapuza" a Rabat

Gamarra pidió la inclusión de Ceuta y Melilla en el artículo 5 de la Alianza Atlántica, para que entre dentro de su paraguas militar, y denunció el "giro copernicano en la relación con Marruecos", algo que habría unido a "todos los grupos de la Cámara" por la falta de consenso del Gobierno con las diferentes fuerzas políticas a la hora de tomar la decisión de reconocer la autonomía del Sáhara Occidental. 

"Para salir del atolladero de Rabat ha provocado una crisis con Argelia, con su gobierno y con todos los grupos parlamentarios de esta Cámara. Es decir, tratando de cerrar una crisis ha provocado tres", expuso la portavoz, que tildó de "fenómeno" a quien hubiera trazado el plan y de "chapuza" la carta enviada por Sánchez a Rabat, filtrada por la casa real marroquí. "¿Cómo ha podido poner su rúbrica en ese documento?".